LA gente es así de novelera. Parece que por fin ha llegado el día en que Sevilla se convierte en una gran ciudad. Gracias a la inauguración del centro comercial de Torre de Sevilla, donde entre otras tiendas hay una de Primark. Sin embargo, lo más interesante de este  centro comercial es que va a legitimar la mismísima Torre Sevilla. Ese rascacielos que antaño se llamó la Torre Pelli, en recuerdo de su autor. Fue criticado por todo el mundo en general, porque una ciudad como Sevilla no debía contar con un rascacielos como ese. Rivalizaba con la Giralda, establecía un histriónico diálogo arquitectónico, destrozaba el sky line a lo salvaje... Eso es lo que decían.

HAY una gran diferencia entre la realidad y el deseo, dicho sea sin evocaciones poéticas de Luis Cernuda. El deseo se expresa con planes para 2025, con estrategias para 2030, con actos vistosos en los que se habla de convertir a Sevilla en un gran nudo logístico, en la encrucijada del sur de Europa y el norte de África, en el corazón de Andalucía y en la amiga de Portugal. Se habla de innovación, de tecnología y de fantasías animadas. Frente a eso, está la realidad. Lo real desmiente a lo imaginario. Lo real es que las infraestructuras de Sevilla sufren un retraso de más de 25 años, tras el frenazo impuesto a continuación de la Expo 92.

POR fin han nombrado a una mujer pregonera. Le ha correspondido a Charo Padilla ese honor. No se ha demorado sólo por machismo, sino especialmente por miedo. Es decir, por un temor al qué dirán si no le sale bien. Esa lupa enfocada de la que habla Charo. Pues se ha dado por supuesto que la primera mujer pregonera que salga al escenario del Teatro de la Maestranza representa a todo el género femenino en su faceta pregoneril. Algo así como la Eva de los pregones, que nos lo ofrece a modo de manzana, a ver si gusta. Es una estupidez, porque si un hombre pregonero suelta un petardazo en el atril (y no sería el primero, ni el segundo), el problema es sólo suyo, pero no de todo el género masculino.

HOY se celebra el Día sin Coche, con un animado programa de actos culturales y de ocio en la calle Amor de Dios. Juan Carlos Cabrera ha barrido para casa, al ser el delegado de Movilidad y del distrito de Casco Antiguo. En esta semana están presentando diversas mejoras. Pero la celebración se concentra hoy en la calle Amor de Dios, que se ha convertido en un símbolo. Aquel bulevar, que todavía no se ve, pero que se verá cuando crezcan los árboles. Y, además, plantados a instancias de los mismos grupos que protestaron por el arboricidio; incluso Daniel González Rojas, el portavoz de IU, medió para darle un tono más verde a la calle del Amor de Dios. Y recuerden lo que corrieron para que estuviera transitable el Domingo de Ramos, cuando llegase la cruz de guía de la Amargura.

LA Hermandad de la Macarena ha informado del relevo de Pepe Hidalgo, que deja la dirección de la banda de cornetas y tambores de la Centuria para hacerse cargo de la banda juvenil. Esto, así enunciado, suena a guasa. Es como si dicen que Quique Setién deja de entrenar al Betis o Pablo Machín al Sevilla para hacerse cargo de los juveniles. Pero la comparación es odiosa, porque esos entrenadores no dominan el arte del redoble del tambor, ni llevan 50 años tocando en la Centuria Macarena. Ni forman parte del patrimonio inmaterial de la ciudad, lo reconozcan en la Unesco, o donde sea que se incluya el tesoro del redoble.