EN Sevilla siempre ha gustado mucho un jueves, y no sólo en la calle Feria. Los más celebrados siguen siendo el Jueves Santo y el día del Corpus. También relucía más que el sol el jueves de la Ascensión, hasta que dejó de ser festivo. Pero en la ciudad hay otras liturgias, que son las derivadas del Betis y el Sevilla (los más forofos dicen que es “una religión”), y bien que se nota. A los jueves sagrados antes enunciados se suman los de la Europa League, que hoy comienza. Así que lo deben tener claro: las tardes de muchos jueves han pasado a la reserva activa en los próximos meses, y no se podrá organizar ningún acto en la ciudad, excepto que el pinchazo de asistencia sea morrocotudo. ¿Por qué? Porque hay partidos del Betis y el Sevilla en doble sesión.

LA tarjeta infantil de Tussam es un gran invento del Ayuntamiento del bienestar. Un avance más en el camino para que todos los servicios municipales salgan gratis. Bueno, no gratis del todo, porque la tarjeta para niños de 3 a 11 años empadronados en la ciudad cuesta 15,50 euros y tiene validez por cuatro años, cuando se puede renovar. Si el niño o la niña no se ha hecho un hombrecito o una mujercita, se entiende. A este paso de misterio, vamos quedando menos que pagamos en los autobuses de Tussam. De hecho, pasar el bonobús recargado se está convirtiendo en un lujo. Puede que los del bonobús sean considerados ricos por Pablo Iglesias. Se espera un aluvión de niños en los autobuses urbanos, para que así se familiaricen con el transporte público, y sus papás y mamás no utilicen tanto el coche, vayan a donde vayan.

EN estos días se está recordando el 150 aniversario del inicio de la Revolución de 1868, conocida como La Gloriosa. Ahí se vuelven a notar las diferencias entre las izquierdas y las derechas, pues cuando se subleva la derecha se considera un golpe de estado, mientras cuando lo hacía la izquierda, como en 1868, o en 1934 durante la Segunda República, se le denomina revolución. Incluso gloriosa. Pero no intento analizar las características políticas de aquel pronunciamiento que iniciaron el almirante Topete y el general Prim en Cádiz, sino de su influencia nefasta en Sevilla. Aquí se formó la primera Junta Revolucionaria, el 20 de septiembre, con unas reivindicaciones que hoy nos parecen hasta moderadas, pero que estropearon por el odio anticlerical que sigue vigente.

ES fundamental para las empresas de hoy en día contar con eficaces acciones de marketing. En eso hay que reconocer los méritos de Primark. Véase la expectación que ha provocado la inauguración de su primer establecimiento en Sevilla, que se anuncia para el día 26. Han conseguido solapar que esa apertura llega pareja a la de un nuevo centro comercial, donde se ubicará, junto a otros establecimientos. De modo que lo esencial no parece el centro comercial de Torre Sevilla, sino el propio Primark. Sería justificable si estuviéramos ante una gran novedad, pero resulta que en Andalucía ya hay ocho establecimientos de Primark y en España existen 45 de esta firma de origen irlandés. Además, en Sevilla, contarán con otro en 2019, cuando se abra el centro comercial de Palmas Altas.

EN varias ocasiones he escrito que se debe cambiar la mentalidad. Acabar con ese catetismo de las fronteras provinciales que es un lastre para Andalucía. Se ha hablado en varias ocasiones, tanto en Sevilla como en Cádiz, de crear una plataforma logística del sur de Europa. Pero se planteaba con una visión cateta, que establecía los límites en El Cuervo, o por ahí. Sin embargo, esa capacidad logística nunca funcionará bien si no se aprovechan las sinergias existentes. Por eso, es una buena noticia que los delegados de las Zonas Francas de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y de Cádiz, Victoria Rodríguez Machuca, se hayan reunido para buscar fórmulas de colaboración, y no hacerse mutuamente la puñeta, según es costumbre habitual en Andalucía.