l En 1968 Jesús de las Penas estrenó la cruz de estilo colonial que adquirieron a la Hermandad del Nazareno de Écija l En una década prodigiosa completaron el espléndido paso del Señor

LA cruz de carey y plata que porta Jesús de las Penas es uno de los grandes tesoros artísticos de la Semana Santa de Sevilla. Este Lunes Santo se cumplen 50 años desde que fue estrenada. En la mañana del 8 de abril de 1968 don José Sebastián y Bandarán bendijo la cruz que la Hermandad de las Penas había adquirido en mayo de 1967 a la Hermandad del Nazareno de Écija. Era una gran joya, realizada en carey con incrustaciones de plata, que había llegado desde América en los tiempos coloniales.

l El Señor que no responde, la Virgen que se encierra en sí misma, San Juan que no encuentra las palabras l Son los tres silencios de la Amargura que renace cada año en el Domingo de Ramos

EL silencio de Sevilla puede ser blanco o negro. En la penumbra diáfana de San Juan de la Palma siempre es blanco. Jesús comparece ante Herodes. Todos admiramos la magnificencia espectacular de ese paso. Sin embargo, lo más importante no es lo que se ve, sino lo que no se oye. El Desprecio de Herodes a Jesús es uno de los momentos más inquietantes de la Pasión. Lucas narra aquella escena: “Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal. Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió”.

EN tiempos de nuestros padres y abuelos se valoraban mucho las dinastías. A los toreros y a los futbolistas los numeraban, igual que a los Papas. A veces la sucesión no era de padres a hijos, ni entre hermanos, sino de cuñados, primos, o simplemente por ser amigos con derecho a herencia. En las cofradías hubo (y quedan) dinastías de capataces históricos, como los Ariza. Si aplicamos esta medida dinástica a los pregoneros, el de este año, José Ignacio del Rey Tirado, sería Del Rey III. Antes que él fueron pregoneros su tío José María del Rey Caballero, también conocido como Selipe, en 1952, y su hermano Eduardo del Rey Tirado, actual hermano mayor del Silencio, que fue pregonero en 1999.

LOS Cabildos de Toma de Horas del siglo XXI ya no son como los del siglo pasado. Entonces todavía quedaba la esperanza de marcar un gol en el último minuto. Es decir, que colaran algún cambio al final. A veces permitían a una hermandad dar una vueltecita por el barrio, aunque entraran al alba del otro día. El camino más corto era una frase a título indicativo. Antonio Domínguez Valverde, vicario general durante muchos años, se dejaba asesorar por el Consejo de turno, pero a veces ponía su sello. Ahora todo llega atado y bien atado. El Cecop manda mucho, más que un vicario, aunque no firmen la nómina de la Semana Santa.

LA Cuaresma ha avanzado, atando crespones de luto en el palio de los recuerdos. Todos los años lamentamos ausencias. La fugacidad del tiempo tropieza con una Semana Santa que suponíamos eterna, pero que se nos escapa con la pérdida de unas personas que contribuyeron cuando vivían a hacerla como es. Entre esas bajas más recientes, están el sacerdote Camilo Olivares, el capataz Jesús Basterra y el cofrade Pedro Collado. Aportaron a distintos niveles, nos dejaron huellas imborrables.