l En 1979 La Sed fue incorporada a la Semana Santa para hacer estación a la Catedral l Atrás quedaban las salidas de los Viernes de Dolores, vistiendo túnicas y antifaz pero sin capirotes
EN esta Semana Santa se cumplen 40 años de la primera estación de penitencia de la cofradía de la Sed a la Catedral. También celebrarán los 50 años de la bendición de la Virgen de Consolación Madre de la Iglesia, mientras que el próximo año se cumplirá el cincuentenario de la bendición del Cristo de la Sed. Hoy, cuando vemos a la cofradía del barrio de Nervión, nos encontramos con una hermandad pujante, que ha tenido una notable expansión en estas últimas cuatro décadas. Sin embargo, la historia de la hermandad, que comenzó hace medio siglo, estuvo llena llena de incomprensiones.
En 1923 se estrenó el misterio de la Bofetá que abrió la puerta grande de la Semana Santa para Castillo Lastrucci l Su fama se amplió con el grupo de la Virgen del Dulce Nombre y San Juan
EL misterio de la Bofetá cambió la vida del escultor Antonio Castillo Lastrucci. Nunca sabremos cómo hubiera sido su trayectoria artística si no hubiera tallado esas imágenes. Está considerado como el autor más prolífico del siglo XX. Sin embargo, detrás de Castillo Lastrucci hay una historia sorprendente, que es también la de la Bofetá y el Dulce Nombre. Había sido un escultor profano antes que imaginero religioso, como ocurrió con otros artífices en la Sevilla de principios del siglo XX. Castillo Lastrucci nació en 1878 y fue uno de los discípulos predilectos de Antonio Susillo, el gran escultor de aquella época.
l La actual Virgen de las Penas es la tercera dolorosa de Santa Marta l Sustituyó a dos de Luis Ortega Bru, que en la primera hizo un homenaje a su madre republicana, fusilada en la Guerra Civil
ERA una Dolorosa que reflejaba en su rostro las penas más duras de la vida, el sufrimiento de la muerte, y también una guerra. Aquella Virgen de las Penas, de la Hermandad de Santa Marta, encarnaba el dolor de la Madre que contempla el traslado de su Hijo muerto, pero en realidad era también el testimonio de un hijo que sufrió la muerte de su madre en unas circunstancias terribles. La familia de Luis Ortega Bru, el autor de la imagen, era republicana. En la Guerra Civil sus padres fueron fusilados. En 1939, el propio Ortega Bru fue condenado a muerte “por auxilio a la rebelión”. Tras serle conmutada la pena, pasó por la cárcel y por campos de trabajo hasta que fue puesto en libertad. En 1944 llegó a Sevilla.
l La histórica salida de 1932, en la Segunda República, originó dos versiones de lo sucedido l En los periódicos se reflejan insultos, lanzamiento de dos objetos, disparos, detenidos y carreras
LA manipulación de las cofradías por el poder político a derecha e izquierda, la coincidencia de la Semana Santa con mítines, las ofensas verbales y hasta los ataques contra los pasos, las carreritas de los que huyen… Todo eso, que algunos consideran fruto de los males contemporáneos del siglo XXI, ocurrió en 1932, llevado hasta el extremo. Fue la mítica salida de la cofradía de la Estrella, en aquel Jueves Santo de la Segunda República, que le valió el sobrenombre de La Valiente. Y con razón. Vivieron una estación de penitencia plagada de sobresaltos.
ES seguro que el Pregón de la Semana Santa de 2019 será recordado cuando pase el tiempo. Hay muchos focos alrededor de Charo Padilla por ser la primera mujer pregonera de la Semana Santa de Sevilla. Poner tanto énfasis en su condición femenina me parece un detalle de desigualdad, o de anormalidad de género. Es cierto que antes no hubo pregoneras. Pero a ella la han nombrado por ser Charo Padilla, por aportar una visión de la Semana Santa que no es masculina ni femenina, sino que en su caso ha sido popular, cargada de sensibilidad y espontaneidad, cercana a la gente que vive esos días con devoción y de verdad.