EN cualquier país democrático y civilizado de Europa occidental, el Gobierno de Pedro Sánchez estaría al borde de un réquiem. Sin embargo, en España, según la última encuesta publicada por el CIS, el PSOE sería el partido más votado en caso de elecciones y alcanzaría el umbral del 30% . Es verdad que esta encuesta ha servido de cachondeo, por la falta de rigor del CIS, que ha utilizado unas muestras mínimas y ha cocinado como si estuvieran en el  Masterchef político. Parece como si el nuevo presidente, José Félix Tezanos, que antes de eso pasaba por estratega del PSOE, hubiera mandando a los encuestadores y encuestadoras con la camiseta del puño y la rosa.

EL Papa Francisco va a conseguir lo que intentaron sin éxito los cuatro pontífices anteriores: un acuerdo con el Gobierno comunista de China. Debe servir para unificar a las dos Iglesias católicas chinas y para que el Papa acuda en visita oficial. Aunque parezca una noticia pintoresca, o simplemente curiosa, es muy importante, sobre todo para los católicos. Puede que sólo se valore su repercusión con el tiempo. China es hoy la reserva espiritual del mundo. Puede que nuestros nietos conozcan un Papa chino. La herencia de Mao Zedong ya apenas se queda para el mausoleo de la plaza de Tiananmen, la veneración de los militantes del comunismo y la venta de souvenirs para los turistas.

LOS chavalitos de la nueva política ningunean todo lo de la Transición. Carecen de memoria, porque algunos no habían nacido y otros eran parvulitos. Como no vivieron la reconciliación de las dos Españas, las han vuelto a extremar. Y así estamos, discutiendo si son doctores o doctorandos, si plagiaron más de la mitad o sólo un poquito, si el master se lo regalaron unos amigos, o si algunos concejales terminaron Primaria. En verdad os digo que esto no pasaba antes, en los tiempos de la vieja política, ni siquiera en el franquismo, ni en la Segunda República. Eran tiempos en los que hubo incluso eminentes catedráticos de Universidad dedicados a la política. 

EN el Gobierno de España y en la Junta de Andalucía manda el mismo partido, el PSOE, pero tienen dos estrategias opuestas. En el Gobierno, Pedro Sánchez no quiere elecciones ni loco, por lo que estirará el asunto hasta que reviente. En la Junta, Susana Díaz quiere elecciones cuanto antes mejor, mañana mismo si fuera posible, y ha fingido la escena del sofá al revés con Ciudadanos, para aligerar el asunto. Susana sabe que si Pedro tiene el reventón y se estrella, el gran damnificado será el PSOE. O sea, ella también. Si no adelanta las elecciones será peor para Susana, porque a Pedro le dará tiempo de completar más meteduras de pata.

LA Liga ha comenzado, pero el equipo del Gobierno no da pie con bola, mientras el presidente Sánchez se ha ido de bolos por Iberoamérica. La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, se ha echado las culpas a sí misma, como los entrenadores que quitan presión a los suyos, y dijo: “Me han marcado un gol por la escuadra”. Sí, Magdalena, un golazo. Pero ha sido en propia puerta. Es como si Sergio Ramos se lanza en plancha para despejar un córner y se lo cuela por la escuadra a De Gea. ¿Qué diría Luis Enrique? Por menos de eso no ha convocado a Jordi Alba. Pero el PSOE puede marcar todos los goles en propia meta que quieran, pues tienen una afición poco exigente y resignada.