ES curioso que en Cádiz sólo han organizado una gran coalición de PP, PSOE y Ciudadanos para controlar Onda Cádiz. En los tiempos del PP, la oposición del PSOE cuestionaba la utilidad de la televisión pública gaditana, que puso en marcha Jorge Moreno, a la que acusaban de ser como un juguete de Teófila. Con el tiempo, se ha visto que allí trabajan muy buenos profesionales (lo sé por experiencia), y que sin su aportación habría una parte coja en la información audiovisual de la ciudad, más aún en el Carnaval, la Semana Santa y el Cádiz CF. Pero a los políticos locales, naturalmente, les importa poco si la información es buena, o útil, o necesaria. Tan sólo les interesa las veces que salen ellos mismos, y se les nota demasiado.

EL día 12 de octubre que es hoy, festividad de la Virgen del Pilar, se celebra la Fiesta Nacional, el Día de la Hispanidad, la patrona de la Guardia Civil, y otras conmemoraciones que algunos consideran fachas. Así como todos los estados y comunidades autónomas establecen sus fiestas propias (por ejemplo, el 14 de julio en Francia, o el 28 de febrero en Andalucía) parece ser que España no puede tener ninguna. A no ser el 14 de abril, supongo, día en el que izaron una bandera republicana. Igual que hoy será izada la bandera de España, supongo, en su mástil de la plaza de Sevilla, donde se van alternando. Con lo cual se ve que hay banderas y banderas.

Pero eso es lo de menos. Me parece más lamentable que desde Cádiz se haya despotricado contra la Hispanidad de América, considerándola una colonización criminal en la que los españoles malvados fueron a matar indios, como si participaran en una montería. Y como si después otros países europeos, aprovechando la ruta abierta por Colón, no hubieran ido a otros territorios americanos para semejantes prácticas.

¿Cuál es el problema? Que a España le ha fallado siempre la comunicación. La cosa no empezó con Rajoy. Fijarse en lo que hace Puigdemont, que se pasa la Constitución por donde le sale del pito y después pide un mediador internacional, y dice que los masacran, como si fueran los aztecas. Así se supone que ganan la batalla de la comunicación. Será con los chuflas que no saben distinguir una parida de otra.

La Hispanidad es muy importante para Cádiz. Sin la Hispanidad de América no hubieran venido los diputados ultramarinos a las Cortes, ni se hubieran podido emancipar después. Sin la Hispanidad no hubiera existido la independencia de Puerto Rico y Cuba, ni la generación del 98, que surgió de aquello. Sin la Hispanidad no existirían decenas de monumentos, ni sería igual el callejero; está presente en lo más importante de su historia. Sin la Hispanidad no se hubiera celebrado el Bicentenario, ni mucho menos el Tricentenario, porque aquellos barcos iban precisamente hacia América.

El principal problema de la Hispanidad es que algunos analfabetos funcionales han creído que fue un invento de Franco. Y que sólo los españoles han matado en las guerras, como si no hubieran existido dos guerras mundiales en pleno siglo XX, incluso con bombas atómicas. El principal problema de la Hispanidad es la educación tan deformada que padecemos; o sea, que han aprendido que para ser bueno debes convertirte en extranjero en tu propia patria.

José Joaquín León

CON todo lo que está pasando en Cataluña, ha tenido escaso y fugaz impacto mediático un hecho que me parece muy preocupante: la censura cultural ha vuelto a Cádiz. Por si quedaba alguna duda de que favorecen a unos, en detrimento de otros, a la hora de programar, han dado un paso para ir más lejos. Se interrumpió un ciclo de cine israelí, que había empezado a proyectarse en el ECCO, cuando todavía faltaban dos películas. La motivación fue totalmente política, sin disimulos, con el argumento de que Cádiz se ha adherido a una campaña de Apartheid a Israel, “como respuesta económica a la ocupación de Palestina”.

A lo largo y ancho del verano, no se ha hablado de otra cosa en el Ayuntamiento que de la municipalización de los servicios de playa. Hemos entrado en el otoño caliente (con tiempo de verano, a 30 grados) y la playa de la Reina Victoria está más sucia y con servicios mínimos. Ya he escrito en otras ocasiones que lo importante de los servicios no es que sean municipales o privados, sino que funcionen con eficiencia y con un coste razonable. Pero en Cádiz se les ha ido toda la fuerza por la boca. Se habla de los chiringuitos de invierno, de prolongar la temporada, y de no sé qué más. Pero la realidad es que los servicios de playa han sido prácticamente desmantelados.

SABEMOS que no es lo mismo una manifestación con un millón de participantes en Barcelona que con varias decenas en Cádiz. En las grandes ciudades, el éxito se mide por el millón de participantes. En ese sentido, la convocatoria de ayer en Barcelona fue un éxito para la Cataluña constitucional y democrática que quiere seguir siendo española. Está científicamente demostrado que en todas las manifestaciones con “un millón” de participantes no hay ni la mitad. Pero si la Guardia Urbana de Barcelona, a las órdenes de Ada Colau, dice que había 350.000 significa que había más o menos lo mismo que en las grandes concentraciones independentistas. Fue un éxito. Y estuvo muy bien que dieran la cara Mario Vargas Llosa o Josep Borrell, a los que no es tan sencillo acusarlos de fachas. No obstante, hay que recordar que las grandes manifestaciones de la democracia son las elecciones.