HAN vuelto, como unos hijos pródigos. San Servando y San Germán regresan a la procesión del Corpus. Los Santos Patronos gaditanos irán en unas andas (cedidas por el Nazareno) delante de la Virgen del Rosario, Patrona de Cádiz, precisamente en este año de conmemoraciones, cuando se cumplen los 150 años de su nombramiento como Alcaldesa Perpetua. Un motivo que hacía aconsejable que también saliera en la procesión el alcalde efímero. Es asunto que se presta a otras consideraciones. Aunque no pierdo la esperanza de verlo el próximo año en el Corpus vestido con chaqué. Hay que seguir avanzando por el buen camino.

ANTES se le llamaba la Operación Bikini, pero supongo que ahora esa denominación estará mal vista en el Centro del Palillero, donde todo es calificado de sexista, y se han vuelto más puritanas que las monjas de clausura en los años 40 del siglo pasado. A lo que iba: en estos días de vísperas del verano, Cádiz se hace gimnasio. O eso es lo que parece, viendo nuestras calles y plazas. Una parte sustancial de la población va vestida como si fueran Aitor, Servando, Nico u otros suplentes del Cádiz, cuando calientan en la banda. Con la diferencia de que hemos pasado, en las calles, de los chandalitos de los barrigones a las mallas estilo pirata de ellas. Ya hay más deportistas que deportistos.

EL Diario de Cádiz siempre fue el Diario de nuestros abuelos. Así como hay una novia con la que se descubre el primer amor, también hubo unos abuelos con los que se descubrió el Diario. Hay un momento duro en la vida, en el que crees que los Reyes Magos son los padres; pero hay otro momento sentimental en el que comprendes que el verdadero Diario siempre es el de los abuelos. Cuando nació el 16 de junio de 1867, tal día como hoy, hace 150 años, es probable que Federico Joly y Velasco cumpliera un sueño. Después fue más fácil, porque desde hace un siglo y medio, todos los Joly han visto que sus abuelos eran los dueños del Diario.

Me tocó vivir como director un cambio de milenio en el Diario. Fue también el tiempo en que tuvo tres sedes en menos de un lustro. Este periódico, que parecía vivir eternamente anclado, como un cañón que guardaba la esquina de las calles Ceballos y Navas, en el corazón más puro del Mentidero, asumió unos cambios revolucionarios. Son los que han llevado desde el formato sábana y el tabloide, hasta leer en un ipad. Unos cambios que hemos asumido, como un mal inevitable, quienes pensamos que siempre nos quedará el papel para leer.

EN Cádiz no se habla de otra cosa, todos entusiasmados con el ascenso. ¿Tocará, por fin, recuperar el esplendor de los buenos tiempos? Ascender implica sacrificios, muchos años de sinsabores. Que se lo pregunten a Fernando López Gil, el delegado de la Junta que ha pasado a ser viceconsejero de Presidencia con Chiqui Jiménez Barrios. ¿Alguien piensa que ha sido fácil? Pues no. Ha pasado cinco años en el pozo. Y, para salir de ahí, ha necesitado mucha intensidad, no cometer errores que te cuestan un disgusto, aprovechar esos detalles que deciden los ascensos. Y, una vez que lo consigas, cuidado... No sea que te pase como a Gómez Periñán, que también ascendió en su momento y vivió muy buenos días en Sevilla, y ahora apoyaba a Patxi López, que era el último de la fila.