EN la Sevilla de finales del siglo pasado hubo dos Gordillos famosos: Rafael, el lateral internacional del Betis, que después jugó en el Real Madrid, y Juan Manuel Sánchez Gordillo, el alcalde rojo de Marinaleda. El Gordillo de Marinaleda se ha ido apagando en el siglo XXI. Es curioso, aunque natural, porque es un personaje del siglo XIX, que tiene cambiados los palitos en los números romanos. Es alcalde de Marinaleda desde hace 44 años. Ha durado más que Franco en el poder, ya que aquel régimen se extinguió a los 40 años. Sánchez Gordillo ha sido él mismo un régimen en Marinaleda, donde creó una comuna o algo parecido, un pueblo fantasma que se regía por sus propias normas. Allí las elecciones eran un trámite rutinario. El jefe hacía y deshacía según su peculiar criterio.

HOY se clausura el ciclo de conferencias en el monasterio sevillano de Madre de Dios, con la intervención de Ramón María Serrera, que hablará sobre Las dominicas en el Nuevo Mundo: el monasterio de Santa Catalina de Arequipa. Como ya ocurrió en las conferencias anteriores, para asistir hay que pagar cinco euros, con destino a las obras de restauración de este histórico y artístico monasterio. Aunque finaliza el ciclo de conferencias, sigue abierta, hasta el 9 de abril, la exposición Ex oratione predicare, cuyo comisario y alma páter es José María Galán, y que ofrece una interesante visión de los tesoros artísticos de este monasterio.

LA gente con su mijita de guasa sevillana estaba muy pendiente de la lista municipal del PSOE para ver si Antonio Muñoz incluía a Juan Carlos Cabrera. La respuesta es afirmativa. Todavía no han dado a conocer los puestos, que es otro matiz importante, pues no queda igual aparecer entre los cinco primeros de la lista cremallera que con el 13, como los porteros suplentes. Había morbosidad al respecto, porque en su día (un mal día quizás para él) el alcalde electo de entonces, Juan Espadas, hizo mutis por el foro de la plaza Nueva para irse a la Cinco Llagas, donde ejerce ahora como líder de la oposición. Y, en el relevo, debía escoger entre Antonio Muñoz o Juan Carlos Cabrera. Ambos esperaban ser el elegido, pero sólo podía tocarle a uno.

PARA los accidentes de tráfico también hay lugares de moda, sobre todo por la frecuencia. Hace dos o tres años parecía que todos los siniestros con víctimas mortales ocurrían en la A-4, la carretera nacional de Sevilla a Cádiz, entre El Cuervo y Los Palacios, en el tramo que todavía no es autovía. Por el contrario, en las últimas semanas parece que todos los accidentes de Sevilla ocurren en la Ronda Urbana Norte, que se ha convertido en el Gran Punto Negro. Cuatro accidentes mortales en dos meses. De modo que ha vuelto la polémica por la SE-30 y su deficiente trazado. Siempre que suceden accidentes mortales se busca a los culpables. Y, con frecuencia, se supone que la culpa es de la carretera.

RARO es el año en que no tenemos una polémica por el fútbol en Semana Santa. Se establecen hostilidades entre el fútbol y las cofradías para esos días sagrados. Por el tráfico, que puede afectar a itinerarios; por las dotaciones policiales, que no son infinitas; y por los hinchas del Sevilla y el Betis, que deben hacer compatibles sus devociones religiosas y futbolísticas. En años anteriores hubo polémicas por partidos europeos el Jueves Santo y el Miércoles Santo, y por partidos ligueros el Domingo de Ramos, el Lunes Santo, el Sábado Santo y hasta el Sábado de Pasión en Nervión, por coincidir con la salida de la Milagrosa. Pero lo de este año es peor, mucho peor.