RESULTÓ bastante cateta aquella visita que hicieron los concejales del Ayuntamiento de Cádiz y expertos varios al Puerto de Málaga. Dijeron que era para comprobar in situ la integración en la ciudad. Más interesante era visitar el de Barcelona. Todavía se ignora la utilidad de esas excursiones. No obstante, para seguir con los viajes de fin de curso, les propongo que organicen otro a Córdoba. Conste que no es una crueldad para achicharrarlos un día de calor, como a San Lorenzo en la parrilla del martirio, sino para que aprendan. Se trata de conocer la integración de Córdoba en el Patrimonio de la Humanidad, pues ellos cuentan con cuatro monumentos incluidos y Cádiz ninguno.

LA carga de trabajo de los astilleros de la Bahía es un misterio. A Puerto Real llegó Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, como madrina (¿eso es feminista?) de la nueva subestación eléctrica Andalucía II. Y le pidió a Ignacio Sánchez Galán, el presidente de Iberdrola, más subestaciones, que aporten carga de trabajo alternativa. Mientras que fuera estaban Antonio Noria y el comité de empresa, diciendo que si no llegan nuevos pedidos, a mediados de 2019 ya no habrá trabajo en Puerto Real. A la esperan quedan de las famosas corbetas de Arabia Saudí. Y reciente está el caso de las nueve fragatas australianas perdidas para nuestra Bahía.

SE supone que la Zona Franca debería ser como una empresa de empresas, un organismo de gestión, con importantes misiones para dinamizar la economía gaditana y contribuir a la expansión internacional de las empresas, que compiten en condiciones ventajosas de fiscalidad. El delegado del Estado debería ser un profesional del sector, con capacidad para manejarse bien en la economía de España y el resto del mundo. Debería ser un profesional, no sé si independiente, pero al menos no elegido a dedo por el partido del Gobierno. El cargo de delegado debería ser como el de director general de RTVE, digamos que más profesional y experto.

EN España cortan cabezas de turcos para todo, como si estuviéramos todavía en la batalla de Lepanto. Ya no son turcos, propiamente dichos, sino que buscan víctimas debajo de las ruinas. Algunos dicen que la culpa es de la Inquisición, pero viene de antes. Los romanos producían mártires cristianos a granel. Y en los ancestros ya estuvo Abraham a punto de sacrificar a su hijo Isaac. Por eso, después de la eliminación de España  en el Mundial, desde que falló Iago Aspas el último penalti buscan culpables, y cada cual tiene los suyos. Porque todo el mundo opina de fútbol, y así se dicen incontables tonterías.

EN el Cádiz playero nunca hubo viviendas con fines turísticos, que suena cursilísimo, sino pisos y apartamentos para veraneantes. Esto es así desde que empezaron a construir edificios de altura en el Paseo Marítimo y sus alrededores, en los tiempos de José León de Carranza y de Jerónimo Almagro como alcaldes; y ya fue un no parar, que siguió después, con Emilio Beltrami de alcalde; hasta que terminaron lo poco que quedaba, ya en la democracia, con Carlos Díaz y Teófila Martínez. De modo que en el Paseo Marítimo no hay sitio para nuevos apartamentos turísticos. Y para un terreno que existe, con fines hoteleros, en el antiguo Tiempo Libre, no son capaces de ponerse de acuerdo.