A Felipe González nadie le puede negar que es el político más genial que queda en España. Puede que el único. Como él mismo dijo en el Foro Joly del pasado jueves en Sevilla, le atacan porque es el último superviviente de los que hicieron el pacto que permitió la Transición y la democracia en España. Bueno, pues Felipe remató su actuación, tras una tanda de muletazos adornados, con una estocada hasta la bola, en la que le puso el epitafio político lapidario a Pedro Sánchez: “Lo hizo lo mejor que sabía, aunque no sabía”. Muchos de ustedes verán que esto mismo se le puede aplicar a nuestro alcalde Kichi, aunque él todavía no está en el momento Epitafio (otros sueñan con que ya le falta poco). Y es que nuestro alcalde “hace lo mejor que sabe, aunque no sabe”. Y se le nota.

YA nadie habla de los Clinton, como les decían los maliciosos al alcalde de Cádiz, José María González Santos, y a su compañera, Teresa Rodríguez, líder suprema de Podemos en Andalucía. El mote era ocurrente, pero desajustado a la realidad. A Teresa no le ha pasado como a Hillary, ni ella se ha encontrado con ningún Tiriti Trump por el camino. Por el contrario, en estos días pasados, Teresa ha ido a lo grande, que era afirmarse como la líder de Podemos en Andalucía. Su candidatura se denominaba Por una marea andaluza, y ha ganado como una ola. Ha sido un éxito indiscutible, ya que obtuvo el 75,64 % de los votos emitidos.

UNAS sencillas declaraciones de Susana Díaz (realizadas en una entrevista centrada en qué hay de lo suyo) han provocado efectos colaterales en Cádiz. Al preguntarle por su relación con Podemos, que se sabe que no es idílica, y de lo que ocurrió en Cádiz, Susana expresó algunos pensamientos, que han sido replicados por el alcalde Cádiz, y no precisamente para hacer amigos y amigas en la Junta. Por si fuera poco, ha terciado en la polémica, el delegado de la Junta, Fernando López Gil, que se mete en todo, y ha recordado a Kichi que el cargo de alcalde que ostenta en Cádiz se lo debe al PSOE. Un detalle que todo el mundo conocía, y con el que López Gil no le hace un favor a los suyos, sino que los reconoce como responsables del asunto y del posible desaguisado.

ES una vergüenza para Cádiz lo que está sucediendo en el Castillo de San Sebastián. Es una vergüenza el silencio que guardan las asociaciones y entidades culturales y patrimoniales, los arquitectos incluso progresistas, las instituciones, todos los que protestan por asuntos menores. El Castillo de San Sebastián, en condiciones normales (es decir, no anormales), debería ser Patrimonio Mundial de la Humanidad. Aunque la Unesco no lo tenga en su lista, es uno de los monumentos icónicos de Cádiz; y está en la línea de visión paisajística de la Caleta. Junto al otro castillo, el de Santa Catalina, completa un testimonio extraordinario de lo que fue el Cádiz de las fortificaciones construidas tras el asalto anglo-holandés de 1596.

HOY se cumplen 70 años de la muerte de Manuel de Falla, que falleció en Alta Gracia (Argentina), aunque la tumba con sus restos está en la cripta de la Catedral de Cádiz. El próximo día 23 se cumplirán los 140 años de su nacimiento en una casa de la Plaza de Mina gaditana, que todavía existe, aunque no convertida en un museo con la dignidad que se merecería. Significa que faltan cinco años para el 75 aniversario de su muerte, y 10 años para el 150 aniversario de su nacimiento. En cualquier ciudad medianamente civilizada, se empezaría ya a pensar en la conmemoración de algo que debe ser mucho más que una efeméride: la recuperación de Manuel de Falla para Cádiz, la ciudad donde nació y donde se hizo el mejor músico español del siglo XX.