COMIENZA otra campaña. Ahora, las elecciones municipales. Además de las europeas, que parece como si sólo interesaran a los que van a cobrar un buen sueldo. En las municipales, funciona el aspecto cotidiano. Los candidatos ya no son Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera o Santiago Abascal. Los candidatos son personas de nuestros entornos, probablemente conocidos por muchos de sus paisanos, sobre todo en los municipios pequeños. Hay que decirlo claramente: estas elecciones no son como las generales o las andaluzas. El margen para las sorpresas es muy superior. Cada municipio es un universo, diferente a los otros.

UNO de los errores en la gestión municipal de Cádiz ha sido desaprovechar el legado iberoamericano del Bicentenario. Existe la teoría falsa de que el 2012 no sirvió para nada. No es eso, no es eso. Quienes no  han servido para nada útil en esa materia son los que vinieron después, que han desaprovechado lo que se hizo con vocación de perdurabilidad. La Casa de Iberoamérica, el Castillo de San Sebastián, el ECCO, los museos que abrieron (Litográfico, Títeres) y los que no se llegaron a abrir (Carnaval y Semana Santa), el yacimiento de Gadir que cierra cuando vienen turistas... También está mal aprovechado el Castillo de Santa Catalina, que es una joya, y que no se usa con la categoría que merece.

BANDERAS azules ondean al viento de levante, mientras las gaviotas alzan el vuelo y se enseñorean de las playas antes cautivas. Los ciudadanos no han expresado aún su voz, ni su voto, pero se intuye una nostalgia del pasado en el horizonte; mientras que en la arena, si te pones de cara al sol, te achicharras. O te pegas un pellejazo, porque han puesto un cordón sanitario que no se ve. En estos días, cualquier caricatura se considera una sorpresa, lo mismo aquella que esa. Y en las calles de la ciudad trimilenaria aparecen fantasmas, puertas que se cierran, luces que se apagan solas. La buena gente, después de la batalla de coplas, no habla de otra cosa: Cádiz ha mantenido triunfalmente las cuatro banderas azules de sus playas.

EL primer gol de la campaña electoral gaditana lo ha marcado Kichi. En realidad, la culpa ha sido de la Junta Electoral de Zona, que después de revisar las papeletas en el Var de las elecciones municipales decidió que el candidato de Adelante Cádiz, José María González Santos, podía añadir el familiar apodo de Kichi, mientras que al candidato del PP, Juan José Ortiz Quevedo, no se le ha permitido que aparezca como Juancho; ni tampoco al candidato del PSOE, Francisco Matías González Pérez, se le ha permitido que aparezca como Fran. El motivo de esta decisión es que lo solicitaron cuando vieron que lo incluía el otro; y los nombres no pueden ser modificados después de presentados, “salvo fallecimiento o renuncia de los mismos”.

ESTE fin de semana ha sido un pelotazo para el turismo y el comercio en Cádiz. Bastaba con pasear en la mañana de ayer por las calles del centro para comprobarlo. Los moteros han venido en el fin de semana, aunque su presencia en la capital gaditana es minoritaria, si se compara con los que se quedan en Jerez y El Puerto de Santa María. Sin embargo, la llegada de dos grandes cruceros, el Aida Stella y el MSC Preziosa, volvió a demostrar que es imprescindible consolidar y aumentar en lo posible el mercado del crucerismo. Un gran filón comercial, aunque sea turismo de paso, que no se nota en los hoteles, pero sí en todo lo demás.