EN Sevilla, en Toledo, en Granada y en pocas ciudades y pueblos más, se ha mantenido la procesión del Corpus Christi en jueves. No obstante, la fiesta litúrgica se celebra el domingo en toda España. El traslado originó controversia y un amplio debate en prensa, ya que no ocurrió lo mismo en todos los países de tradición católica, ni tampoco en el Vaticano. Pero es una doble celebración que se ha consolidado. No obstante, en Sevilla, el domingo del Corpus Christi se ha transformado en el día del Corpus de los barrios. Como pasa con algunas cosas de las hermandades y cofradías, estamos en pleno periodo de desmesura. Es cierto que el Santísimo debe salir a las calles de Sevilla sin discriminaciones, y que todos tienen el mismo derecho, pero hay que valorar a dónde vamos a parar.

PARECE que esta vez va en serio. El tren del aeropuerto no lo puede perder otra vez Sevilla. ¿Por qué apareció entre las ciudades con más atascos de España? Evidentemente, por sus carencias en el transporte público y las infraestructuras. Acumula tres décadas de retraso. Las principales ciudades españolas se han modernizado, mientras por aquí pasaban los trenes de largo. Los aeropuertos de las principales ciudades europeas tienen conexión con trenes de Cercanías y con Metro, cuya utilidad es complementaria pero diferente. Por el contrario, el tranvía sería una redundancia. Empiecen por lo principal.

EN la mañana del Corpus, Dios está aquí, en Sevilla. Sale a la calle en una custodia que labró Juan de Arfe, con cuatro cuerpos, para representar una lección de teología. En el primero está la Iglesia Militante con 36 escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento, y con la Inmaculada presidiendo. En el segundo es situado el viril con el Santísimo. En el tercero aparece la Iglesia Triunfante, con el Cordero Místico en el centro. En el cuarto es representada la Santísima Trinidad; y como remate la Fe, que también corona la Giralda. En total, más de 113 kilos de plata, con los que se desarrolla una síntesis de la Iglesia  y la religión católica, pero también de Sevilla y sus devociones. Y presidiendo esa grandeza barroca, que parece nacida de un delirio místico de tiempos pretéritos, va la sencillez: el verdadero Dios, presente en el Pan del Cielo.

UNA de las grandes incógnitas para el PSOE, después de las elecciones municipales, era la continuidad de Fernando Rodríguez Villalobos como presidente de la Diputación Provincial de Sevilla. No era una cuestión menor, sino que afectaba directamente a la línea de flotación en la estabilidad del PSOE-A. Enseñaron cuchillitos afilados y hubo amagos de cortar cabezas. Pero, al final, los pedristas los han envainado y los susanistas han respirado con alivio. Ha sido un pacto de conveniencia. Así los seis presidentes  socialistas de las diputaciones andaluzas, todos ellos susanistas, continuarán en sus cargos. A cambio de colocar como diputados provinciales (siempre con buenos sueldos, no se olviden de ese detalle) a algunos cualificados pedristas.

CON razón, se suele decir que la alegría va por barrios. El sábado le dieron una alegría a los manteros del centro de Sevilla, gracias a la toma de posesión del nuevo Ayuntamiento y a la boda de Sergio Ramos. Como hay los policías que hay, y no se pueden multiplicar como los panes y los peces, estaban distraídos con otros menesteres. Primero, lo principal, que es vigilar el Ayuntamiento cuando llega una nueva Corporación para los próximos cuatro años. Y, por la tarde, primero lo principal, que era la boda del siglo de Sergio Ramos y Pilar Rubio, que atraerá miles de despedidas de solteras y solteros en los próximos meses. De modo que se bajó la guardia, para mayor escarnio de Bimba y Lola.