ES normal que ninguna persona sensata se quiera dedicar a la política. Los partidos buscan independientes y Manueles Valls a lo loco, pero los señores y señoras con cierto prestigio social se resisten. No es sólo que ganen menos (si renuncian a un buen sueldo mientras los acusan de ladrones del pueblo), sino que además se ponen en el ojo del huracán. Tal como está el patio de la transparencia y el mamoneo, tienen amplias posibilidades de ser empurados a las primeras de cambio. Y convertirse en un presunto, así por las buenas. Ahí tenemos el caso de Juan Carlos Cabrera, el teniente de alcalde de la Seguridad Ciudadana, al que la juez Reyes Flores atribuye un delito de prevaricación omisiva, en la macrocausa de la mafia del taxi.

COMO era de suponer, los dos hospitales sevillanos más famosos, el Virgen del Rocío y el Virgen Macarena, lideran el Top Ten de las listas de espera para operaciones en Andalucía. También aparece Valme en noveno lugar. Sevilla es la provincia con más población de esta autonomía, por lo que podemos considerar normal que tenga más pacientes en espera, a ver si les toca. Todos los alcaldes de Sevilla suelen decir que ser la capital andaluza acarrea servidumbres. Aunque en otras provincias tienen envidia. En el Virgen del Rocío, considerado el gran hospital andaluz de referencia, hay 14.475 pacientes en la lista negra.

LA gran incógnita en las elecciones municipales de Sevilla es el resultado de Vox. Está por ver si tiene presencia en el Ayuntamiento, como parece más que probable, y hasta dónde llega. Una irrupción en la Casa Grande con más de tres concejales podría alterar los equilibrios. Sin embargo, parece exagerada la importancia que se le está dando al candidato que presente Vox. A estas alturas de la política, ya no quedan fenómenos, que por sí mismo aporten miles de votos. Pienso que el resultado de Vox no dependerá de si el candidato es cantante, torero, cazador, famoso o desconocido, sino del momento. Vox es un partido acordeón, como Podemos, que se puede inflar o desinflar según las circunstancias.

EN Sevilla el Miércoles de Ceniza es un día agridulce. Por un lado, se nos recuerda que estamos destinados a convertirnos en ceniza. Por otro lado, sabemos que empieza la Cuaresma, que desembocará en el Domingo de Ramos y la Semana Santa, que es tanto como decir el gozo, la pasión, la esperanza, la promesa de una vida eterna. Pero entre el presente y el futuro, o entre los recuerdos, se nos escapan las otras cenizas de Sevilla: existe una larga Cuaresma de sufrimientos, que no vemos o no queremos ver. Ese cinturón de las periferias donde los sentimientos han sido humillados, donde las esperanzas son arrasadas, donde pocos creen en algo que no sea sobrevivir hoy. Esas periferias que están ahí, a donde irá en 2020 el Señor del Gran Poder. Pero a donde hay que llegar todos los días.

EL pasado 28 de febrero Diario de Sevilla cumplió 20 años. Podemos pensar que 20 años no es nada en la vida de una ciudad como la capital de Andalucía. Y que, por el contrario, 20 años es un tiempo considerable en la vida de un periódico (sobre todo de un periódico de papel), pues los hubo que duraron menos y ya no existen. Pero no iba a escribir de nosotros mismos, un artículo autobiográfico, sino que en la primera portada de Diario de Sevilla abría la siguiente noticia: Tablada moverá más de 250.000 millones. Aclaremos que todavía eran millones de pesetas. Soy enemigo de publicar profecías a cinco columnas. Ahí encontrarán un motivo. Todavía están moviendo los millones de Tablada y mareando a la perdiz. Conclusión: ná de ná.