HASTA que no se carguen el contrato de 2.000 millones de euros de las corbetas de Arabia Saudí no van a parar. Hasta que dejen a Navantia sin cinco años de trabajo para 6.000 personas en la Bahía de Cádiz no se darán por contentos los señores de Izquierda Unida, Podemos y otras organizaciones en las que tienen a colegas infiltrados para decir lo que les interesa. Y como el Gobierno de Pedro Sánchez está atado de pies y manos, veremos si pican en el anzuelo. La excusa de ahora es el bombardeo en Yemen, en el que han muerto niños. Por desgracia, suele pasar en todas las guerras. Por eso, las mejores guerras son las que no existen. Pero las guerras no las hacen las corbetas, sino los gobiernos.

LA gente critica a los políticos por todo. Ahora porque están en las playas de vacaciones. Sin embargo, esto no es como lo de Begoña Gómez, señora de Sánchez (según se decía antes, en los tiempos del micromachismo), que declaró y se publicó: “Este año vamos a pasar las vacaciones en Moncloa”. Como si Moncloa fuera un resort pijo. Y aparecieron por el Festival de Benicasim, y después viendo linces con los señores de Merkel en Doñana. Pues no, esto (o sea, Cádiz) es diferente. Aquí los concejales gobiernan y se oponen en las playas. Ya lo ha explicado Juancho Ortiz, que hace la oposición para el PP. Ha considerado que el estado de las playas es “deplorable”.

LOS lectores de los diarios del Grupo Joly han elegido la playa de Bolonia, en Tarifa, como la mejor de Andalucía. Pues bien, quienes vayan desde algún punto de Cádiz y su Bahía hasta dicha playa deberán circular por un tramo de carretera que figura entre los más peligrosos de España: la N-340 entre Vejer y Algeciras. Esa carretera debería ser autovía desde principios de siglo. Pero el dinero público parece que se acabó con el tramo de Conil a Vejer. Han gobernado el PSOE con Zapatero, el PP con Rajoy, y vuelve el PSOE con Pedro Sánchez. Hasta ahora, no he oído al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, decir que terminará la autovía completa de Vejer a Algeciras. Tampoco se escuchan las quejas de los políticos hipócritas que antes protestaban.

ESTE fin de semana migratorio que se han marcado Pedro Sánchez y Angela Merkel no ha tenido desperdicio y está siendo muy comentado. No ya sólo por los acuerdos, sino por las circunstancias. Se notó que los detalles estaban cuidados. Para empezar, la recibió en Sanlúcar de Barrameda, en el palacio de los Guzmanes, que tiene una historia de lo más interesante, por su relación con la duquesa de Medina Sidonia, la llamada Duquesa Roja (roja tenía que ser), y los líos familiares que hubo, que son como de película, y el maravilloso archivo que existe en esa Casa Ducal, y menos mal que no hay fantasmas, que sepamos, pues sería lo único que faltaría en ese palacio.

HOY es un gran día de fiesta en Cádiz, como tantos del verano. Tenemos una apasionante final del Trofeo Ramón de Carranza con el formato de supervivencia, un espectáculo playero con coplas de Carnaval y músicas variadas pero sin barbacoas... Y el Mercado Andalusí. Esto último no tiene nada que ver con la visita del embajador de Catar (yo lo escribo así siguiendo la recomendación ortográfica de la Real Academia de la Lengua Española, que prefiere catarlo según se oye). No tiene nada que ver con Catar, porque ellos no van a vender nada en ese Mercado Andalusí, que ha cumplido 20 años y se hizo mayor de edad.