ESTAMOS llegando al final de la desescalada. Siempre con criterios racionales. Por ejemplo, al final se podrá ir a Francia el próximo lunes, como dijo la ministra Maroto, a la que desautorizó el ministro Illa tres horas después, al que desautorizó ayer el presidente Sánchez para decir lo que dijo la otra. Esta pandemia está cogobernada por grandes genios de la Moncloa, que incluso cobran a fin de mes. Ellos y ellas no sufren los apuros de la maría gaditana de toda la vida, que jugaba al cupón de la ONCE (cuando no al cupón pirata de la lotera clandestina), y que compraba en el Piojito, como si fuera su pasarela Cibeles de la avenida de la Bahía. Pues hoy puede ser un gran día, como cantaría Joan Manuel Serrat, porque vuelve el cupón de la ONCE y vuelve el Piojito.

EL Corpus se celebrará mañana en la Catedral de Cádiz, cumpliendo todos los requisitos ordenados por la autoridad competente para la fase 3 de la desescalada. Tras la misa pontifical, habrá procesión claustral con el Santísimo en la Custodia pequeña de Ana de Viya. El Ayuntamiento, que siempre ha colaborado en la organización (también con José María González Santos en la Alcaldía), ha creado confusión, al intentar justificar su ausencia y la suspensión de un acto. Han sembrado dudas de seguridad que me parecen intolerables. El PP, que asistirá (están invitados, así como el PSOE y Ciudadanos), había pedido los maceros. Pero, al parecer, originan un gasto cuantioso (no se sabía que fueran ricos) y una “gran” concentración, que suele ser de menos de 20 personas alrededor.

ALGUNOS pensarán: a este le ha dado por las playas gaditanas y no las suelta. Ha pasado de Santa María del Mar y las banderas azules a la Caleta. No se preocupen, es una trilogía, hoy es el último día. Procuro escribir de asuntos como los que verdaderamente interesan a una mayoría ilustrada de los gaditanos. Y, últimamente, no se habla de otra cosa que no sean nuestras playas. Parece que en la capital gaditana sólo viven sirenas y amigotes de Neptuno, de modo que al aproximarse el verano no se puede olvidar lo principal. Si al verano del coronavirus le quitamos las playas de Cai, ¿qué le quedaría? Pues entonces. Una cosa es cargarse la gran noche de las barbacoas y otra no dejar títere con cabeza, ni siquiera a la Tía Norica, que no podrá jugar al bingo en la Caleta.

POR si éramos pocos en las playas, aparecieron las banderas azules. Se las echaba en falta. El bicho antes era Cristiano Ronaldo CR7 y ahora el bicho es el Coronavirus Covid19. Ha venido para fastidiar, aunque esté debilitado. Nadie entendía porque no concedían ya las banderas azules, que son como el certificado de playas punteras. Y suponíamos que este año pasaría lo mismo que con las procesiones y las bandas, que las suspenderían. Sin embargo, en Cádiz estamos de enhorabuena: le han dado un aprobado general a nuestras playas. Hay para todas, con 37 banderas. Ha ocurrido lo mismo que en los colegios. Hacen la vista gorda y pasan todos, aunque escriban vurro y hobeja. O aunque en la playa veas algo raro flotando.

LA gaditana playita de Santa María del Mar ya ha salido en todos los telediarios nacionales, en Canal Sur con Fernando García y Juan Manzorro, y pronto será mundialmente conocida. Ha sido la primera en completar el aforo en la fase 2 de la desescalada, en unas condiciones que confirman la anarquía del neosalvocheísmo gaditano. Después dirán que soy exagerado, pero tenemos una ciudad de cachondeo en el más estricto sentido de la palabra. En una información que publicó Pablo Durio, en este Diario, ha explicado cómo se adoptó la decisión de cerrar la playa, de la que se enteró la Policía Local por la megafonía. Se le ocurrió a un socorrista, que grosso modo calculó que ya se había cubierto el aforo de 3.648 criaturas, además de que en pleamar la gente se echa encima.