EN las últimas semanas se ha hablado mucho de Franco, que hace ya más de 50 años que murió. En los tiempos de Franco, los franquistas gaditanos solían decir (en…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
EN Sevilla, Andalucía, España y la Humanidad ha sido noticia la restauración de la Esperanza Macarena. Rehacer muy bien lo que se hizo muy mal. Pero no es sólo que vuelve, en las debidas condiciones, una imagen de devoción universal. Se ha recuperado la antigua Esperanza en el Año de…
LA Constitución ya ha cumplido 47 años. La Constitución, hasta fechas recientes, era joven, no sólo lo parecía, pero ya ha llegado a una edad en la que debe cuidarse para prevenir antes que curar. Es decir, una edad en la que es adulta y madura, en la que aporta…

ES lamentable la visión sesgada y manipuladora que los partidos de la izquierda y la derecha española han tenido al valorar el legado del Papa Francisco. La izquierda, desde el PSOE a Sumar y Podemos, lo ha presentado como si fuera un militante de los suyos. Y en el PP y en Vox sus líderes han sido cicateros, torpes, y en el caso de Feijóo hasta cateto, al destacar que fue un Papa que “habló en español”, lo que nos recuerda a lo que decían algunos sobre el catalán. En cuanto a Vox, al afirmar Abascal que rezan por su eterno descanso, nos ha recordado lo que pidió Francisco durante su convalecencia: “Recen por mí, pero para que me cure”. En fin que la derecha también lo consideraba de izquierda.
DESDE Buenos Aires llegó Jorge Mario Bergoglio con nuevos aires. Se llamó Francisco cuando fue elegido Papa. Y por ahí ya aportó muchas pistas. Era jesuita, esa orden de la que se decía que tenía un papa negro y desde aquel día de 2013 también lo tenía blanco. Era un Papa diferente a los anteriores en su personalidad. Además, su lengua de origen era el español, procedía de Hispanoamérica y de una de esas familias de inmigrantes italianos que se fueron a Argentina en busca de una vida mejor. Era un cardenal que había viajado en metro a las periferias bonaerenses, de trato amable, buen humor y cercano con la gente común y sencilla. No tenía un sentido elitista de la religión. y también comprendía el valor de la piedad popular. En su última encíclica, Dilexit nos, citaba a Heidegger y recordaba las galletas de su abuela.
ALGUNAS novedades de hoy en día nos recuerdan nuestra infancia. Los que nacimos antes de que muriera Franco (es decir, los mayores de 50 años) recordamos detalles de aquellos tiempos. Y es curioso que vuelven a estar de moda. Por ejemplo, la política internacional. En los periódicos de antaño se prestaba gran atención a la sección de Internacional. Se sabía todo lo de los Kennedy. Nixon y los americanos, Jruschoy y los rusos soviéticos que se habían llevado nuestro oro a Moscú y nunca más se supo. El general De Gaulle, que era francés, y sin embargo un hombre de orden. Balduino y su esposa Fabiola, la reina española de los belgas. Las malas lenguas decían que esta afición a lo internacional era para que no se hablara ni escribiera de la política española. Franco seguía pescando salmones.
SOLEDAD EN LA PLAZA DE SAN LORENZO
Y ya está la Soledad en la plaza de San Lorenzo. Y ya se quedó a oscuras. Y ya viene la luz que avanza como un fuego por la calle Cardenal Spínola, que es un túnel blanco y negro que desemboca en la plaza. Y ya la multitud es la suma de todos los solitarios que se han unido para acompañar la única Soledad que salvará sus soledades.
LA AGONÍA DEL CACHORRO
Es noche agotada. Vuelves por el puente, Cachorro, y has prometido esos abrazos que nunca podrás dar, según escribió Aquilino Duque. Por el puente es más dura tu agonía. Con la mirada vidriosa, estás recordando tu vida. Recuerdas al niño que jugaba en la carpintería de José con la madera. Recuerdas al joven que recorrió Galilea, Samaria y Judea para predicar y hacer milagros. Recuerdas al Jesús que anduvo en la mar y al que entró en Jerusalén montado en una borriquilla. Recuerdas que un discípulo traidor te entregó y los demás te abandonaron.