EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
SERÁ por la Ley de Bienestar Animal, que entra en vigor mañana y se sumará en las polémicas a la Ley del sólo sí es sí, hasta que la rectifiquen. Así que en la semana del no es no, ha vuelto a salir el dóberman. Estaba muy olvidado en la política. Las nuevas generaciones del milenio y la desmemoria histórica, que no vivieron la Transición, no saben lo que es esto del dóberman. En el Congreso de los Diputados, Pedro va como por su casa. Hace lo que le da la gana. Un día pide seis debates a Feijóo, pero otro no tiene ganas de hablar y saca de paseo al dóberman. Ahora el dóberman se llama Oscar Puente, según dice la gente. El dóberman político es como un fantasma que aparece y desaparece.
DESPUÉS de tantos años de demagogia en la autopista AP-4, entre Sevilla y Cádiz, parece que el peaje es lo único importante. Se ha dado por seguro que no se volverá a cobrar en 2024, como exigían en Bruselas para los fondos europeos. Y parece que con eso se solucionan sus problemas. Una vez más, se aprecia la habilidad del Gobierno de Pedro Sánchez para escabullirse de sus responsabilidades. Porque el principal problema de esta autopista no es ahora el peaje, sino el estado infame en que se encuentra y los frecuentes atascos. Es un ejemplo más del castigo a Andalucía con las infraestructuras, que este Gobierno sanchista ha paralizado en los últimos años, ante la general indiferencia en Sevilla y Cádiz, acostumbradas por inercia a la falta de inversiones.
DESPUÉS de tantos años de demagogia en la autopista AP-4, entre Sevilla y Cádiz, parece que el peaje es lo único importante. Se ha dado por seguro que no se volverá a cobrar en 2024, como exigían en Bruselas para los fondos europeos. Y parece que con eso se solucionan sus problemas. Una vez más, se aprecia la habilidad del Gobierno de Pedro Sánchez para escabullirse de sus responsabilidades. Porque el principal problema de esta autopista no es ahora el peaje, sino el estado infame en que se encuentra y los frecuentes atascos. Es un ejemplo más del castigo a Andalucía con las infraestructuras, que este Gobierno sanchista ha paralizado en los últimos años, ante la general indiferencia en Sevilla y Cádiz, acostumbradas por inercia a la falta de inversiones.
OTRA vez los del PP han caído en una trampa de Pedro Sánchez, por culpa de la caverna madrileña. El debate político estaba centrado en la amnistía y la autodeterminación. Y entraron al trapo de las lenguas cooficiales. Es cierto que todos los diputados entienden el castellano o español, y no hace falta hablar en catalán, vascuence o gallego en el Congreso. Pero también es cierto que esas lenguas ya se pueden hablar en el Senado y apenas se usaban. No era polémico. Al sector cavernícola, en realidad, lo que le gustaría es que no se hable en ningún lugar de este país ninguna lengua diferente a la española. En el PSOE sanchista (ahora hay dos) están contentos, porque saben que este asunto es una máquina de ganar votos en Cataluña, el País Vasco e incluso Galicia para la causa de Frankenstein. ¿En el PP no se dan cuenta de que puede haber elecciones pronto y las pueden perder?
PARA ser fraile piden tres votos: obediencia, castidad y pobreza. Para ser alcalde o concejal no piden todavía esos tres votos, pero en la práctica es como si los exigieran. Obediencia al líder, que es como un papa civil, y que lo expulsará del partido si lo critican. La castidad es imprescindible en estos tiempos, en los que por un beso de pico no consentido y difundido en TVE piden 4 años de cárcel y lo consideran un violador, mientras que por montar un golpe de Estado subversivo conceden una amnistía de rositas y puñitos. Y la pobreza es la garantía de ganar el cielo, pues a los ricos los fríen a impuestos y no pasan por el ojo de una aguja, y no son de sumar, sino de restar. Así que un concejal debe ser obediente, casto y pobrecito. O que se dedique a otra cosa, aunque se condene. Además hoy en día existe la transparencia, que es como confesarse en público y sin cura.