ALGUNOS politólogos consideran que fue un milagro. Quizás porque ocurrió el martes 3 de octubre, festividad de San Francisco de Borja y víspera de San Francisco de Asís, y estaban en el sevillano palacio de San Telmo. Es posible que en Doñana toda la noche oyeran pasar pájaros, como hubiera recordado Caballero Bonald. Pero nadie oyó llover, por muy buen oído que tengan, pues ese sí que es un milagro de superior dimensión, que suele necesitar rogativas previas. Lo cierto es que en San Telmo alcanzaron un acuerdo entre la Junta de Andalucía, que gobierna el popular Juanma Moreno, y la vicepresidenta tercera del Gobierno sanchista, la socialista Teresa Ribera, y lo celebraron juntos, y se dieron la mano.
HOY se cumplen seis años del referéndum independentista que organizó Puigdemont. Después se fugó y ahora está a la espera de amnistía, para que monten otro cuando puedan. Pero no se preocupen los defensores de la unidad de la Patria. Cataluña no será independiente. Al menos, no a corto plazo. Ellos juegan a amenazar y tensar la cuerda, pero sin romperla. En un artículo que publiqué en este Diario el 6 de agosto, titulado Cataluña ganó las elecciones, detallaba por qué el voto de los catalanes decidió el resultado del 23-J. Pero no es la primera vez que resulta decisivo.
OTRA vez los del PP han caído en una trampa de Pedro Sánchez, por culpa de la caverna madrileña. El debate político estaba centrado en la amnistía y la autodeterminación. Y entraron al trapo de las lenguas cooficiales. Es cierto que todos los diputados entienden el castellano o español, y no hace falta hablar en catalán, vascuence o gallego en el Congreso. Pero también es cierto que esas lenguas ya se pueden hablar en el Senado y apenas se usaban. No era polémico. Al sector cavernícola, en realidad, lo que le gustaría es que no se hable en ningún lugar de este país ninguna lengua diferente a la española. En el PSOE sanchista (ahora hay dos) están contentos, porque saben que este asunto es una máquina de ganar votos en Cataluña, el País Vasco e incluso Galicia para la causa de Frankenstein. ¿En el PP no se dan cuenta de que puede haber elecciones pronto y las pueden perder?
LA gente atea, o los que no han estudiado Religión, creen que el concepto de “matar al padre” procede de Sigmund Freud y las teorías del psicoanálisis. Sin embargo, 20 siglos antes ya se había referido Jesucristo a ese asunto, y así se recoge en los Evangelios. Por ejemplo, en Lucas 12:53: “Se enfrentarán el padre contra su hijo y el hijo contra su padre, la madre contra su hija y la hija contra su madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra”. También se menciona algo parecido en Mateo 10:21. El cristianismo le llevaba casi 2.000 años de ventaja al psicoanálisis. Además, se debe observar la cuestión de género. La hija se pelea con la madre y la nuera con la suegra. Y los padres con los hijos. Del suegro (que antes se conocía como el padre político) no se dice nada.
DECIR que la vicepresidenta Yolanda Díaz viajó a Bruselas para tontear con Carles Puigdemont por libre, sin que lo supiera Pedro Sánchez, es uno de los mejores chistes de la última semana. Esta señora es la voz de su amo político, y está dispuesta a lo que haga falta para seguir en su cargo. Yolanda, la de las sonrisitas, hizo el ridículo con Carles, porque tiene un afán de protagonismo desmesurado. Fue la primera en politizar el caso del beso estúpido de Luis Rubiales, para cuyo entierro no tenía vela. Y ha sido la primera en hacerse la foto con Puigdemont. Cumpliendo un servicio para su jefe.