HAY un nuevo orden internacional. O quizá sea un desorden. Todavía no se sabe lo que es. Tampoco se sabe quiénes son los amigos, que ahora están cambiando de un día para otro. Sin embargo, está clarísimo que la Unión Europea se está quedando fuera de ese juego, no sólo con Ucrania. Y que España se puede quedar incluso aislada dentro de la UE. Esto sería como el episodio del conde Lucanor, con el rico arruinado que sólo comía altramuces y el mendigo que se comía las cáscaras que tiraba. España se va a comer las cáscaras, o puede que ni eso. Se ha colocado en el sitio equivocado.
FRANCO murió hace casi 50 años, y medio siglo después tenemos un Gobierno en el exilio. El presidente del Gobierno en el exilio se llama Carles Puigdemont y reside en Waterloo. Es como Don Juan para los monárquicos cuando se exilió en Estoril. A Waterloo van todos en peregrinación para hacerse una foto y rendirle pleitesía. Santos Cerdán, que oficialmente es el secretario de Organización del PSOE, en la práctica se ha convertido en el jefe del Consejo Privado de don Juan, digo de don Carles, al que visita para llevarle papeles y hacerle consultas. En las últimas semanas acuden muchos peregrinos, para ver qué se le ha ocurrido a su excelencia.
SE viene hablando de la tercera guerra mundial desde que acabó la segunda. Eran los tiempos en los que EEUU y la URSS se disputaban el poder en el mundo. Aquella sí que era una confrontación. Bastaba que unos apoyaran a un gobierno para que los otros armaran a quienes querían derribarlos. Golpes de estado y revoluciones. Incluso dividieron países. Así nacieron Corea del Norte y Corea del Sur. Y también Vietnam del Norte y Vietnam del Sur. En Corea todavía siguen. Pero en Vietnam la división le salió muy cara a EEUU, y llegaron los pacifistas y los hippies para acabar con tal invento.
LA película es mala tirando a horrorosa. Es como aquellas que llamaban españoladas, cuando todavía Franco no había muerto. Y no se asusten, que al final ganarán los buenos. Al final los pensionistas van a cobrar todo lo que estaba previsto, y volverán las tarjetas gratis de los trenes como las oscuras golondrinas de Bécquer. Pero se ha montado un vodevil para ver quién es el malo de la película. El PSOE y sus afines están todos diciendo que el malo es Feijóo, y que por su grandísima culpa (la culpa de Puigdemont ellos se la callan) los pensionistas se van a quedar sin subida y los viajeros sin tren.
LA Junta de Andalucía unió las consejerías de Turismo y Cultura, pero después las separó cuando Juanma Moreno reformó su gobierno. Era una unión inconveniente. Mucho mejor sería crear una macro consejería de Turismo y Vivienda. Porque el turismo y la vivienda (en Andalucía, en particular, y en España, en general) están directamente relacionados. De modo que las medidas deben ser coordinadas. Abordar la turistificación como enemiga de la vivienda, o limitar el turismo en las ciudades, obliga a decisiones que no se pueden adoptar a tontas y a locas. Pues no sólo hay votos en juego. También muchos millones de euros.