LA Vuelta ciclista a España de 2026 volverá a la provincia de Cádiz y tendrá una etapa importante entre El Puerto de Santa María y Jerez. Importante porque puede ser…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

EL Viernes Santo de Cádiz se recompone. Se fue una cofradía de la parroquia de San Lorenzo (Dolores) y hoy vuelve otra (Descendimiento). De nuevo cuenta con cuatro cofradías (Siete Palabras, Expiración, Descendimiento y Buena Muerte), que en realidad serían cinco si se le añade la de Ecce Mater Tua, que sale a primera hora de la madrugada del Sábado Santo. En esta jornada, en la que se conmemora la muerte de Cristo en la cruz, la Semana Santa gaditana no se podía quedar con un roto ni con un descosido. Es uno de los días esenciales, por su significación litúrgica, aunque llegue cuando el cansancio aprieta y más se nota.
A pesar de su fama de lluvioso, el Viernes Santo sevillano es el día más grande que existe en la Semana Santa mundial. Los años que no llueve, cuando no se tuerce, podríamos ver en las calles 24 horas de cofradías casi sin interrupciones. El Viernes Santo sevillano es una locura, una exageración. Oficialmente, está dividido entre el Viernes Santo Madrugada y el Viernes Santo Tarde. Se vive como dos jornadas, como si la madrugada fuera de otro día, quizá del Jueves Santo, porque todavía no se han acostado a dormir. También tiene su mañana y su amanecer, cuando se levantan los que van a ver al Gran Poder, que si madrugan un poquito más podrían acudir también a la entrada del Silencio.
En 1973 un incendio calcinó a la antigua Virgen del Patrocinio y dañó gravemente al Cachorro l Luis Álvarez Duarte talló una nueva dolorosa, inspirándose en la anterior, pero con su estilo
EL 26 de febrero de 1973 nunca se le olvidará a los cofrades del Cachorro. Aquel día, poco después de las dos de la tarde, un albañil llamado Rafael Blanco Guillén vio salir humo del templo. Entró por un balcón y apartó los candeleros que ardían, hasta llegar al altar y salvar al Cachorro. El portentoso Crucificado sufrió daños graves, pero pudo sobrevivir a las llamas. Posteriormente fue admirablemente recuperado por los hermanos Antonio y Joaquín Cruz Solís. Sin embargo, en aquel lamentable siniestro, la Virgen del Patrocinio quedó reducida a cenizas.
QUIZÁ sea la gran olvidada de la Semana Santa gaditana. Una imagen a la altura de las mejores dolorosas de Cádiz, aunque tallada en el siglo XX. Este año se cumplen 75 de su bendición, que tuvo lugar el 3 de abril de 1944. Puede ser que la Virgen de los Dolores asuma con humildad ser la Madre del Regidor Perpetuo y Señor de Cádiz. En su altar de Santa María, en su procesión del Jueves Santo, se aprecia que Jesús Nazareno atrae todas las devociones, que recibe el amor y las peticiones de sus hijos, que llega al alma de la gente sencilla cuando lo contempla. Pero detrás está su Madre, que lo sigue, y también se merece toda la atención.
AL difundir noticias relacionadas con la Semana Santa de Sevilla se debe tener mucho cuidado. Es una fiesta marcada por la sensibilidad. Crear alarmismo ya se ha visto que se convierte en un factor de riesgo. La detención del yihadista en Marruecos, que se dio a conocer ayer, en vísperas de otra Madrugada, no llegó en el momento más oportuno. En la vigilancia policial se sabe que la discreción es importante. Los silencios de la Policía son como los silencios de Sevilla. A veces no hacen falta las palabras, cuando sólo sirven para meter la pata. Por otra parte, no es lo mismo que exista miedo a las tropelías de cuatro niñatos gamberros que situar la Semana Santa en el objetivo del yihadismo, como han hecho fuentes del Ministerio del Interior. Grande-Marlaska se ha lucido.