LA Vuelta ciclista a España de 2026 volverá a la provincia de Cádiz y tendrá una etapa importante entre El Puerto de Santa María y Jerez. Importante porque puede ser…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
JUANMA Moreno Bonilla nació en Barcelona, hace 55 años, pero se le considera malagueño. No obstante, esa referencia del lugar donde vino al mundo le condiciona. El pasado fin de semana volvió a Cataluña para presentar su libro, Manual de convivencia, y para asistir a la misa que presidió el…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

PASARÁ a la historia como uno de los carnavales más glamurosos que hemos conocido. Se ha notado la presencia del pregonero Joaquín Sabina y su séquito. Es un poeta y cantautor de relieve, que sería capaz de cantar durante 19 días y 500 noches, más o menos lo que dura el COAC. En la final de ese concurso tan criticado estuvo el ministro de Cultura, José Guirao. El Gobierno de Pedro Sánchez se volcó, y envió también a su delegado en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, además del subdelegado en Cádiz, José Pacheco, por si no hubiera bastante con un ministro de Cultura. Fran González estará loco de contento. Pero no sólo políticos, la final del Falla recordó por momentos la gala de los premios Goya.
HOY es lunes de Carnaval, aunque en Sevilla se nota poco. Algunos se van a Cádiz, donde es fiesta local. En Sevilla bailan los seises en la Catedral y se convoca un triduo de desagravio. Desde los años de la Transición se sabe que el Carnaval de Sevilla se celebra en Cádiz, lo que ha sido una gran habilidad. Es una fiesta sucia, que deja las calles guarrísimas, y que aquí sería criticada, dura para Lipasam. En Cádiz también es criticada, a pesar de que en los tiempos de Teófila Martínez ganaron la Escoba de Plata en el concurso de las ciudades más limpias de España. Pero un Carnaval en Sevilla sería insostenible, ya no estamos en los tiempos de las murgas de la Alameda.
CASI todos los sondeos electorales coinciden en un detalle importante: el PSOE de Pedro Sánchez está en auge y se desinfla el Podemos de quién sabe dónde se esconde Pablo. En el barómetro del CIS, aunque sea tan poco fiable, el PSOE más que duplica a Podemos e Izquierda Unida (33,3% frente al 14,5%). No sabemos si lo frenarán con la última ocurrencia, que es denominarse Unidas Podemos, para atraer el voto feminista. Todo parece indicar que Pedro Sánchez, con la bolita mágica de su gurú Iván Redondo y los sondeos utópicos del amigo Tezanos, ha montado un chiringuito no tan endeble como se le suponía. Ya se le considera el favorito para el 28 de abril.
UNA vez que el Cádiz ya se ha asegurado la permanencia, el gran objetivo que le queda es pelear por el ascenso. Esta temporada tenemos un equipo de rachas. Creció en el final de 2018, tras un flojo comienzo de temporada. También costó arrancar en enero, pero en febrero se enmendó y ha ido hacia arriba. Cuatro victorias seguidas tras caer en Oviedo. El Cádiz no tiene un equipo para arrasar, pero con los últimos refuerzos hay plantilla suficiente para pelear incluso por el ascenso directo. El partido de ayer tuvo altibajos. Sólo se ganó de penalti porque faltó acierto en los remates.
SEGÚN lo presentan, el Carnaval de Cádiz cada vez se parece más a las legendarias fiestas de las barbacoas del Trofeo Carranza. El Carnaval sería una gran guarrería urbana, que deja las calles de la ciudad de Cádiz llenas de porquerías, desperdicios, residuos líquidos y sólidos. Sería todo lo contrario de lo que se espera de una ciudad ecologista, verde, sostenible, amante de los animales de todo tipo y cuidadosa con sus cosas. De manera que el Carnaval sería apenas la excusa para quedarse una noche completa sin dormir (entre porros y borracheras, según las leyendas negras), hasta que leen el fallo de un jurado en el Falla para que se acuerden de sus castas todas. Ahí empieza una celebración, que traslada el regocijo a las calles.