LA tierra de los beduinos gaditanos, oficialmente denominada Extramuros, tiene menos letras carnavalescas y menos literatura que el casco antiguo. Es normal, porque se considera que el Cádiz histórico es el comprendido entre la Puerta de Tierra y lo que queda del Castillo de San Sebastián. Sin embargo, el territorio de los Extramuros también tiene importancia histórica para la ciudad. Y no se puede olvidar que por allí discurrió la Vía Augusta Julia. Hace un siglo, los Extramuros de Cádiz tenían cuatro barrios principales: San Severiano, San José, La Laguna y Puntales. Además de muchos chalés en el entorno de la Avenida y las playas. La destrucción empezó en la posguerra y no ha terminado.

LA gente en Cádiz es muy exigente. La gente en Cádiz nunca está contenta. La gente en Cádiz siempre protesta por algo y le pone un pero a todo. La gente en Cádiz es la leche. Eso se suele decir, y puede que sea verdad, yo no lo sé. Han visto lo que ha ocurrido con el Cádiz. El sábado pasado le organizaron una protesta a Manuel Vizcaíno, al que no se le perdona que haya nacido en Sevilla. Si hubiera nacido en África sería racismo y xenofobia, y esto lo digo porque en 2017 encarnó a Baltasar en la cabalgata de los Reyes Magos de Cádiz. Pues bien, después de la protesta, resultó que el Cádiz le ganó al Mallorca. Aunque con los resultados sigue en zona de descenso, depende de sí mismo, y está al rebufo de otros siete equipos que pelean por no bajar. Después de la protesta, Manolo se puso a fichar como si estuviera loco.

EL barómetro del CENTRA sobre las elecciones municipales en Andalucía sitúa a Cádiz como una de las capitales más disputadas. Según los resultados publicados, estima que ganará el PP con 13 ó 14 escaños, que Adelante (ya sin Kichi) obtendrá 8 escaños y el PSOE llegará a 5 o a 6. A los demás no les da representación municipal: ni a Vox, ni a Ciudadanos, ni a Ismael Beiro ni al sursum corda. Algunos pensarán que este barómetro depende de la Consejería de Presidencia, cuyo titular es Antonio Sanz. Pero ocurre que el CENTRA suele acertar bastante, y que otras encuestas de empresas privadas (esta es pública) van en la misma línea.

EL atentado de un yihadista islámico en Algeciras ha causado una profunda conmoción. Es lógico. En el ataque perpetrado en dos iglesias por Yassin Kanjaa falleció el sacristán de la parroquia de la Palma, Diego Valencia, y resultó gravemente herido el párroco de San Isidro, el padre Antonio Rodríguez. De inmediato, para evitar que las cosas se compliquen más por el odio y la intolerancia, se ha destacado que los ataques han sido cometidos por un lobo solitario, sin apoyo de grupos islamistas radicales. Pero un lobo solitario no es lo mismo que un loco espontáneo, sino que un lobo solitario es un radical que estaba ahí, y no fue descubierto a tiempo, y que actuó con violencia sabiendo lo que hacía: quería matar a sacerdotes. Al sacristán lo confundió con el párroco de la Palma, y por eso lo apuñaló, como hizo con el párroco de San Isidro.

A priori, la candidatura de Bruno García, como aspirante a la Alcaldía de Cádiz por el PP, es la más fuerte de todas. Algunos dicen que es la única presentable, pero eso ya es una cuestión discutible. Es natural que los demás candidatos le vean como el enemigo a batir. Y que para muchos gaditanos sea ilusionante que se presente un político con perfil moderado, capaz de aglutinar a las personas no radicales, para que Cádiz no siga perdiendo el tiempo. Doy por obvio que la confrontación política forma parte de la democracia, pero es muy lamentable que el principal argumento que se está utilizando contra Bruno García sea que ha nacido en Jerez. Aunque por ahí no se consigue nada.