LA calle de Emilio López en Cádiz fue inaugurada el pasado viernes. Era el día de la final del concurso del Carnaval bis y también el día en que la Hermandad del Rocío de Cádiz atraviesa Doñana. Dos actividades de las muchas que él solía informar. Y aunque se suele decir, con razón, que Emilio cubrió una importante labor informativa del Carnaval y la Semana Santa, del Rosario y el Carmen, se olvida a veces que fue también el periodista más rociero de Cádiz. Aunque no en el sentido tópico, sino de embarques en Bajo de Guía y de cubrir esa ruta por los caminos y arenales de Doñana, que nos recuerdan la Argónida de Caballero Bonald y que tienen un significado entre místico y mítico. Es llamativa esa coincidencia. Como lo es que su nieta, llamada Rocío, haya sido la pregonera infantil del Carnaval de 2022 celebrado en Pentecostés.

SE presenta ante ustedes un fin de semana atópico y atípico. Se presenta ante ustedes la campaña de las elecciones. Se presenta ante ustedes el carnaval bis primaveral, que se ha inventado Kichi. Se presenta ante ustedes el Rocío, que en algunos municipios de la provincia se celebra a lo grande. Y es llegado el momento de escribir sobre lo que de verdad interesará a la población en los próximos días, que es el carnaval. Pero el carnaval de las elecciones, con sus listas y sus listos. Estos pueden cantar un pasodoble o un cuplé, esos pueden cantar las cuarenta, y aquellos darán el cante.

A los siete años y un día, algunos han descubierto que Kichi es un alcalde muy malo, malísimo, para ser más exactos. Y que no es como don Fermín Salvochea, ni ahora vivimos en el siglo XIX tampoco. Si Kichi saliera ahora a la plaza de San Juan de Dios vestido como don Fermín: la gente le diría “Te quieres ir ya por ahí, Fermín”. Eso es lo que le dijo, en un pasodoble, Antonio Martínez Ares y la gente se ha vuelto loca. Se convirtió en trending topic en las redes sociales. Es la primera vez en la historia que una comparsa reivindicativa, como todas las de Martínez Ares, canta un pasodoble contra un alcalde y se convierte en noticia. Eso demuestra cómo está el patio de butacas del Falla. Vendido, todo está vendido. A las entradas de la gran final me refiero.

UNA vez que se ha consumado la permanencia del Cádiz CF en Primera, es procedente publicar una laudatio o elogio de Manuel Vizcaíno. Se ha elogiado por los resultados al entrenador Sergio González (incluso a Cervera, que sólo consiguió 14 puntos en la primera vuelta), a los jugadores (que hasta el final de la primera vuelta eran malísimos, y los fichajes de invierno eran de saldo, según se decía), pero nadie elogia al presidente. Es como si el Cádiz CF se presidiera solo. Se puede decir que, en función de los resultados y las estadísticas, Vizcaíno es ya el segundo mejor presidente de la historia del Cádiz, tras Irigoyen; y está en condiciones de ser el primero en los próximos años, si no se larga.

POR fin Cádiz ha recibido una gran alegría este año. Gracias al fútbol, que aporta ingresos a la ciudad, como afirma Antonio de María. La gente está diciendo que la salvación del Cádiz CF ha sido milagrosa, aunque más milagroso hubiera sido descender con 39 puntos. No ha ocurrido en los últimos años. Y con 38 puntos, como el Granada, no descendía nadie desde la temporada 2015/2016, cuando bajó el Rayo Vallecano. En 2021 se salvaron el Elche con 36 puntos y el Alavés y el Getafe con 38. En la última jornada siempre desciende el más tonto. La temporada pasada descendió el Huesca, tras empatar en casa con el Valencia, que no se jugaba nada. ¿Nada? Esta vez nos hemos salvado de chiripa. La suerte y los arbitrajes son factores determinantes, junto al acierto del último día.