HAN cerrado el mercado de fichajes sin que el Cádiz CF contrate a ningún futbolista de relumbrón. Por el contrario, han causado baja algunos, cuya ausencia se notará poco. La gente está que trina. Pero, como a Manuel Vizcaíno lo insultan desde que llegó, tampoco le importará demasiado, pues la vida seguirá igual. Precisamente, ese es uno de los motivos por los que el Cádiz no tiene posibilidades de ascender a Primera: porque el estadio Carranza o Nuevo Mirandilla no es un fortín, como se suele decir. Puntúan todos los equipos que no se despistan. Desde el primer partido, con la goleada por 0-4, que consiguió el Real Zaragoza, el ambiente es muy favorable… para los visitantes. El desencanto se nota.
APROVECHANDO que el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha venido a Cádiz de paseo, propongo una sugerencia para que la Junta de Andalucía lo negocie. Es bueno que hagamos virtud de la necesidad, como dice Pedro Sánchez. La vía del tren entre Cádiz y San Fernando está saturada con el tranvía que llega a Chiclana, con evidente perjuicio para la alta velocidad. Hubiera sido deseable que la vía ferroviaria se quedara sólo para los trenes de Renfe, ya que los de Iriyo y Ouigo no llegan a la estación gaditana. Hubiera sido mejor que el tranvía circulara por sus propias vías. Se pudo construir una plataforma, igual que hay un espacio solo para ciclistas. Pero no se preocupen, si se construye la línea 2 hasta Jerez, no harán falta vías.
DESDE que murió Franco, el Carnaval ha condicionado mucho la vida de Cádiz en los meses de enero y febrero. El concurso del Gran Teatro Falla pasó por el Teatro Andalucía (hoy inexistente) en los tiempos de Carlos Díaz en la Alcaldía, hasta volver al Falla cuando se terminó su restauración en 1991. El Carnaval no paraliza la vida ni las actividades en Cádiz durante esos dos meses, pero sí las condiciona. Y tiene influencia en las costumbres locales. También en la agenda política, sobre todo en la municipal. Un alcalde, en este caso Bruno García, debe estar muy pendiente de lo que suceda y se cante en el concurso de agrupaciones carnavalescas.
LA verja del muelle se ha convertido en la principal sala de exposiciones de Cádiz. Al menos en lo cuantitativo, ya que es la que tiene más espectadores. Ese rol importante se ha destacado con la exposición de las memorias gráficas de Joaquín Hernández Kiki, que incluye 30 grandes fotografías sobre acontecimientos del último medio siglo gaditano, y que llaman mucho la atención por su interés histórico y costumbrista. Antes que esta, hubo otras exposiciones en la verja, algunas de si te vi no me acuerdo. Con lo cual también se deduce que es importante lo que se expone, no sólo el lugar. En el caso de las fotos de Kiki son atractivas, recuerdos históricos que tenían el éxito garantizado.
EN Cádiz nunca hubo tsunamis. En Cádiz puede haber maremotos, que por lo común no se suelen repetir en menos de tres siglos, ya que el último ocurrió en 1755, coincidiendo con el terremoto de Lisboa. Los tsunamis los sufren sobre todo en Japón. La palabra es japonesa, y viene de tsu (puerto) y nami (ola), pero en Cádiz se dice maremoto, y todo el mundo sabe que se paran sacando un estandarte a la calle de la Palma. Aunque esté admitido por la RAE, no sé para qué lo llaman tsunami después de haber organizado en Cádiz un Congreso de la Lengua Española, al que no acudieron ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni el entonces ministro de Cultura, Miquel Iceta, con lo que se vio que no les importa la lengua española. La próxima vez podrían organizar un congreso de la lengua japonesa. En el Pacífico hay muchos terremotos, y por eso de vez en cuando, viene la ola y se forma un tsunami a la japonesa.