LA Santa Sede hizo público ayer el nombramiento de Santiago Gómez Sierra como obispo de Huelva. Desde 2011 era el obispo auxiliar de Sevilla. Este cambio tiene repercusión para el Arzobispado. La rumorología apuntaba el nombramiento de un coadjutor, con derecho de sucesión del arzobispo, Juan José Asenjo, que presentará su renuncia por edad en octubre. Sin embargo, el mismo arzobispo explicó ayer que no solicitará otro auxiliar, para no condicionar, y que no vendrá un coadjutor para pocos meses. Los pronósticos para la sucesión siguen apuntando al actual obispo de Bilbao, Mario Iceta. Ese favoritismo no aporta seguridades. En la Iglesia, las sucesiones dependen de factores varios.

EN Sevilla hay que tener mucho cuidado con las estatuas y monumentos. Es una ciudad que ya ha sufrido daños y destrozos, como se ha comprobado en la plaza de San Francisco, a la vera misma del Ayuntamiento, con la cruz de la Inquisición. George Floyd no era sevillano, pero tampoco era londinense, y allí han intentado cargarse un monumento de Winston Churchill, que además de ser uno de los grandes estadistas que combatió al nazismo en la II Guerra Mundial, ganó el premio Nobel de Literatura (sí, en 1953, fue una decisión controvertida) y se lo dieron “por su oratoria en defensa de los valores humanos”. Pero más peligroso es que ahora van contra los monumentos de Cristóbal Colón, cuyos restos se encuentran en la Catedral de Sevilla, que abrirá a las visitas turísticas el 1 de julio. A ver si le van a querer cambiar la tumba de sitio por la memoria histórica de América.

NO pueden exigir sacrificios al pueblo soberano si los políticos y los futbolistas hacen lo que les da la gana. El partido de rivalidad entre el Sevilla y el Betis dejó algunas escenas inquietantes. No tanto por lo que pasó, sino porque se comportaron sin rubor a las primeras de cambio. Irene Lozano, la presidenta del Consejo Superior de Deportes, está resistiendo, de momento, las presiones de Javier Tebas y las aficiones para que el público vuelva a los estadios. El doctor Simón, siguiendo su costumbre, ya dijo que ni sí ni no. A falta de público, los futbolistas, en algunos detalles, no se comportaron como lo que habíamos visto en la Bundesliga. También es verdad que esa competición se disputa en Alemania.

LOS aeropuertos de Sevilla y Málaga son los únicos de Andalucía en los que están permitidos los vuelos internacionales. Gracias a las gestiones del alcalde, Juan Espadas, ya que en principio no fue incluido. Se supone que a partir del 1 de julio habrá más permisividad en las fronteras, y más aeropuertos recibiendo a personas esenciales (y turistas) de otros países, y más peligro. En el caso de que se detecte un rebrote, no se olviden de los aeropuertos. Pues no sólo el 8-M influyó en el origen de la pandemia, sino que los más eficaces colaboradores del coronavirus (sin querer, por supuesto) han sido las residencias de ancianos, los hospitales y los aeropuertos. Por ellos empezó todo, ya que el coronavirus era vecino de Wuhan (China) hasta que le dio por viajar.

NUNCA en Sevilla se siente a Dios en la ciudad con la misma intensidad que en la mañana del Corpus. Hoy se celebra misa en el interior de la Catedral y una procesión (claustral, por supuesto) con el Santísimo Sacramento. Al final, una bendición a la ciudad, desde la Puerta de la Asunción. Todavía no hemos vuelto del todo a la nueva normalidad. Al menos, no ha vuelto Jesús Sacramentado, que se ha quedado confinado bajo la belleza gótica de un templo tal que nos tomen por locos. Ahí está, ahí vive, ahí nos aguarda, pero su presencia real y verdadera no saldrá a las calles. Vemos algunos escaparates adornados en la calle Francos, que recuerdan vagamente el oropel de otros años. No es lo mismo. Tan sólo un lamento con ecos barrocos.