AUNQUE la fiesta de los Santos Inocentes se celebra el 28 de diciembre, este año la han anticipado. Parece que Herodes estaba con prisas, y mañana mismo, 27 de diciembre, van a elegir la Mesa del Parlamento de Andalucía. Poner la mesa es el primer paso para servir la vuelta de la tortilla. A eso me quería referir. Este año no hacen falta inocentadas, sino que las mejores nos vienen dadas por la  realidad. ¿O no es una inocentada que el PSOE pierda la presidencia de la Junta de Andalucía? Si se hubiera publicado hace un mes, en la campaña, no lo hubiera creído nadie.

UN Niño va a nacer, en una noche fría de diciembre. Todavía no sabemos que las luces extraordinarias en las calles ocultan el efecto luminoso de la verdadera luz del Mundo. No percibimos el brillo que llega de otro lugar, de otro tiempo, de otro mundo, en el que las cosas eran parecidas y a la vez diferentes. El 18 de diciembre fue el día de la Esperanza. Muchos se acercaron a besar las manos de la Virgen, por diversos rincones de Sevilla, sobre todo en la Macarena y en Triana. Vieron, cara a cara, a la Madre de Dios. Posiblemente, apreciaron ese brillo especial en sus ojos. ¿Pero encontraron la Luz que sanará las almas?

EN estos días todo el mundo aporta su opinión sobre el denominado estadio olímpico de Sevilla, oficialmente estadio de La Cartuja. Por lo común, para decir que fue un despilfarro y una estupidez, y que no ha servido para nada. A pesar de todo lo que se ha visto allí. Al cumplirse en 2019 los 20 años de su inauguración, vuelve a la actualidad. Como yo lo viví de cerca, aprovecho para apuntar que el estadio soporta tantas críticas por un sencillo motivo: es uno, pero no dos. Es decir, que para haber triunfado por todo lo alto, con Juegos Olímpicos o sin ellos, debieron construir dos estadios, para regalar uno al Betis y otro al Sevilla.

VIENDO lo que ha montado Pedro Sánchez con el Consejo de Ministros en Barcelona, se entiende que lo de Sevilla fue una tristeza. Aquí organizó un Consejillo. Para colmo, les llovió. Y se hicieron la foto de mala manera, resguardados en la parte menos bonita de la plaza de España. Las medidas que adoptaron fueron de ya te veré, ni fu ni fa. La gente, que es ocurrente, esperaba un plan de choque. Confiaban en que dijera: vamos a construir tres líneas del Metro, vamos a hacer los túneles de la SE-40, vamos a inaugurar un tren al aeropuerto mucho antes de lo que esperan, como en Málaga y en Jerez... Cosas así. Pero no coló. Le echaron las culpas a la precampaña. Nada de electoralismos, no podemos. Ayudas para las inundaciones. Y, para colmo, les llueve ese día, insisto. ¡Vaya gafe!

AL tranvía de Juan  Espadas le han dado un buen frenazo. Toda la oposición en bloque (es decir, el PP, Ciudadanos y los adelantados de Participa e IU) han votado en contra, por lo que el Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo no propondrá al pleno la aprobación del plan especial del Metrocentro para ampliarlo hasta Santa Justa. La decisión es coherente con lo que piensa la oposición. Beltrán Pérez apuntó que lo más importante es el Metro, por lo que ese tranvía sería innecesario. En semejante línea está Ciudadanos, que lo puede impulsar desde la Junta en unión de los populares. La extrema izquierda también se había opuesto; en su caso por motivos ecológicos y por amor a los árboles que serían apeados. Pero esta decisión confirma  algo que puede ser trascendental en los próximos meses: la oposición está dispuesta a oponerse a casi todo. A que al final se note la minoría de Juan Espadas.