AL principio de la democracia parlamentaria, cuando los políticos se insultaban menos, concedían a los gobernantes cien días de gracia. Tres meses y pico en los que se les permitía…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
COINCIDIENDO con la fiesta de Santa Teresa de Jesús, el consejero de Presidencia y otras cuestiones de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz Cabello, fue nombrado consejero de Sanidad. El día elegido hace honor a lo que nos enseñó la santa de Ávila: “Nada te turbe, nada te espante”. Para…
EL sanchismo se mantiene en el poder gracias a que ha buscado la división y el enfrentamiento entre los españoles. Los ciudadanos de este país son divididos entre progresistas y reaccionarios (o fascistas), desde una falsa superioridad moral, que señala a los progresistas como los buenos y a los reaccionarios…
UN ideólogo al que los marxistas de hoy en día han leído poco, Karl Marx, escribió que el trabajo es una actividad específica del individuo donde puede expresar su humanidad. En ningún momento escribió Marx que el trabajo es el opio del pueblo. Para Marx y los suyos el trabajo no era malo, sino bueno, y el problema a su juicio surge por las condiciones laborales del sistema capitalista y la alienación del asalariado. Para los partidos de izquierda marxista la solución de este dilema no pasaría por trabajar menos, sino por trabajar mejor, y de un modo más humano, para que las condiciones productivas sean positivas, contribuyendo así al bien social y el progreso.
SIEMPRE que se habla o escribe de Manuel de Falla aparece por algún lado que la gente lo considera granadino, a pesar de que nació y vivió sus primeros años en Cádiz. También salió, de pasada, este típico tópico en Unicaja, en la presentación del libro El árbol sonoro de Manuel de Falla, que ha escrito el poeta, musicólogo y académico gaditano José Ramón Ripoll, otro que gran parte de su carrera la ha hecho en Madrid. Para cualquier persona de la cultura gaditana lo peor que puede hacer es quedarse en Cádiz perpetuamente. Y eso valía también para Manuel de Falla, que no sólo vivió en Cádiz y en Granada, sino en otras ciudades y países que le dieron su universalidad.
ESTA es una cuestión para la controversia, que ha mandado a eminentes pensadores y teólogos a la enfermería de la plaza. Imposible de resumir plenamente en 2.300 caracteres. Así que vamos a portagayola. El fútbol funciona como una religión en el sentimiento de muchas personas. Tiene una liturgia propia, unos ídolos (que son como santos o gurús), unos códigos o creencias, una formación que comparten los iniciados, prometen el cielo o el infierno en 90 minutos (más el alargue), tiene vestimentas diferenciales, y se fundamentan en la fe en el equipo, la esperanza en la victoria y la caridad con los propios, que no con los rivales. Sin embargo, y a pesar de lo anterior, el fútbol no es excluyente de la religión. Incluso puede servir para reforzar a las religiones.
HOY se cumplen dos años desde las elecciones municipales en las que el PP recuperó la Alcaldía de Cádiz. La lista encabezada por Bruno García ganó por la mínima. Consiguió 14 concejales de los 27 que forman el Ayuntamiento. El PSOE obtuvo 7 ediles y Adelante Izquierda Gaditana se quedó con 6. La lista de los sucesores de Kichi pasó a ser la tercera. Y eso no está de más recordarlo, porque ni siquiera son el principal grupo de la oposición, a la que se supone liderada por el PSOE. El PP ganó por los pelos. En el último concejal estuvo su triunfo y la recuperación del Ayuntamiento. Y ese detalle de la victoria mínima es el más importante de todos. El alcalde, Bruno García, lo ha tenido en cuenta.
MUCHO se ha hablado y escrito sobre la Gran Procesión del Jubileo en Roma, en la que participó el Cachorro. Sin embargo, hay un aspecto que no se ha resaltado con la importancia que merece para la Semana Santa sevillana: en Roma triunfaron los costaleros. La cuadrilla del Cachorro, mandada por su capataz, Ismael Vargas, tuvo una intervención excelente. Y cuando comenzó a llover, y cuando llovió más fuerte, demostraron que la mejor forma de llevar un paso es con costaleros. Y que a esa forma de cargar pasos se llegó tras una evolución histórica, en la que Sevilla y sus cuadrillas han sido madres y maestras para un modelo que siguen copiando o imitando en otras ciudades.