LA visita de la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, al alcalde de Cádiz, José María González, ha sido pintoresca. Se ha presentado como si fuera el final de una guerra…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
EN cierta ocasión escribí que cada partido es como dos. Esa duplicidad ocurre en España, en Andalucía, y en Sevilla. En la humanidad, no; porque en China verbigracia no se da el caso. Hay un Partido Comunista, y la gente normal no se mete en política, y Juan Espadas les…
LA destitución de Fernando Simón como coordinador de la pandemia del Covid 19 sería una medida de higiene nacional. Desde el principio este señor ha cometido errores de bulto. Ha adoptado decisiones equivocadas, que él mismo ha reconocido. Ha realizado declaraciones contradictorias, en las que decía algo y lo contrario.…
NO sabemos si el Cádiz se mantendrá en Primera División a final de temporada, pero ya ha conseguido algo que es más importante: reforzar su memoria histórica. Este equipo es admirado y odiado en toda España (quizás a partes iguales), porque es capaz de lo mejor y de lo peor. Del más difícil todavía y del petardazo más tremendo. Siempre se le ha reconocido como un David dando la pedrada a Goliat, cuando menos se lo esperaba. Pero, en otras ocasiones, este David ha salido en camilla camino de la enfermería, y ha perdido en Lucena o por ahí. Nunca se sabe lo que puede hacer y ahí reside el encanto. Su color amarillo (y azul, no olvidarse del azul, que os gusta mucho vestir de amarillo completo, como el Villarreal) es legendario y forma parte del mito, pues para la gente del espectáculo atrae el gafe. En el fútbol, sin embargo, depende de los días.
IMAGINEMOS lo contrario: que un Gobierno del PP y Ciudadanos, con ministros de Vox, decidiera unilateralmente rebajar las mayorías para elegir el Poder Judicial, y así plegarlo a sus intereses. ¿Qué dirían los del PSOE y Unidas Podemos? Sin duda, que la derecha estaba dando un golpe de Estado, para romper los equilibrios de poderes, y mandar a tomar por saco el espíritu del barón de Montesquieu. ¿Acaso no era eso lo que sucedía en el régimen de Franco? ¿Acaso no era eso lo que ocurría en el comunismo prosoviético o en su disfraz bolivariano? Todas las dictaduras se afanan en controlar el aparato del Estado y ponerlo a su servicio.
A Eduardo González Mazo, ex rector de la Universidad de Cádiz, le concedieron el XIX Drago de Oro el pasado martes 13, cuando se celebraba el día de su santo. Con esto no quiero decir que fuera un regalo, sino todo lo contrario. Con ese galardón, el Ateneo reconocía sus méritos al frente de la Universidad de Cádiz, cuando vivió unos días dorados que difícilmente volverán. Al menos hasta que olvidemos las consecuencias de la pandemia. El Drago de Oro es un premio que tiene un historial interesante. Ese drago fue creciendo porque lo regaba con mimo Ignacio Moreno Aparicio, en sus años de presidente del Ateneo, y así lo ha seguido su sucesor en el cargo, José Almenara. En el jurado, además de Ignacio, casi siempre han estado Moncho Pérez Díaz-Alersi y algunos más, depende de la ocasión.
EN la lista negra del coronavirus andaluz han aparecido tres capitales de provincia: Granada, Málaga y Sevilla. Desde luego, no con la misma intensidad, ni con el mismo desarrollo. Recuerden que Málaga y Granada fueron las dos provincias andaluzas que ralentizaron la relajación de medidas y pasaron más tarde a la fase 1 y a la fase 2. En la segunda ola, vemos que tiene más incidencia, en general, allá donde sufrieron más muertes en la primera. Sin embargo, en Sevilla (que tenía una de las tasas de mortalidad y contagios más bajas de Andalucía, junto a Huelva, Cádiz y Almería) la evolución ha ido claramente a peor durante el otoño, según los datos de la Junta.
LA ciudad de Cádiz se ha convertido en el emporio del orbe para las personas llamadas sin techo. Ese nombre de por sí ya es indigno, además de un eufemismo, porque se refiere a personas sin hogar, que deben dormir y pasar el día en plena calle, y que no tienen otras posibilidades. Personas dignas de respeto y compasión, la mayoría con muchas historias tristes detrás. Sin embargo, lo de sin techo suena como acampada al aire libre, como si Kichi (antes del permiso) hubiera convertido Cádiz en un gigantesco camping urbano, donde incluso ponen sus tiendas de campaña. Van rotando y ampliando el territorio: en los bajos de la Caleta, en el mirador de Santa Bárbara, junto la fuente de las tortugas, en las bóvedas de Santa Elena, en el parque de la Telegrafía sin Hilos, en el foso de las murallas (la zona BIC), o debajo del nuevo puente de la Constitución de 1812.