EL comercio gaditano, como todos, está sujeto a las leyes de las ofertas y las demandas. Este es el principio básico a tener en cuenta. A propósito de la iluminación…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
VER a la Virgen sevillana de Montserrat, con la montaña catalana de Montserrat al fondo, nos aporta la verdadera dimensión de lo que es una procesión extraordinaria. Y ver a la Virgen sevillana en un pequeño paso de palio (cedido por la Hermandad de Monte-Sión) en el santuario, debajo de…
PUEDE considerarse como una gran noticia que tengamos noticias de Extremadura. La pobrecita Extremadura nunca aparecía en los informativos nacionales, excepto que ocurriera algún suceso grave, o que el hermanísimo del presidente del Gobierno se pase de listo. Sin embargo, ahora tiene importancia. El próximo domingo, día 21, han convocado…

UN aficionado al Cádiz misterioso me ha alertado: lo que está ocurriendo en la plaza de Sevilla es como un conjuro, un sortilegio. ¡Es la maldición de la Aduana! Vaya por Dios, y por la revista Nature. ¿Y eso qué es? Pues un maleficio, en el que sólo creemos los supersticiosos y los observadores empíricos. Consiste en que desde que dijeron que había que derribar la Aduana, pues ha ocurrido exactamente lo contrario: la Aduana sigue en pie, la Aduana vive, la Aduana es lo único que funciona en esa zona de la Plaza de Sevilla. Y todo lo demás ha fracasado, o se ha retrasado, o está sufriendo un gafe que no lo aguanta ni la madre que lo parió.
HA sido una suerte para Sevilla que Leslie decidiera a última hora no venir a estropear el puente del fin de semana de la coronación de la Virgen de la Victoria, también llamado del Pilar, o de la Fiesta Nacional, la Hispanidad, etcétera. Estaban las criaturitas turísticas en la puerta de la Catedral, y por ahí, con la mujer del romero, en el check in de los hoteles y abarrotando bares, cuando se supo de la existencia de un huracán derivado a tormenta tropical llamado Leslie, que en principio iba a pasar por Canarias, pero que después cambió de ideas. Leslie venía por las Azores (unas islas de las más sufridas), y dijeron que seguiría por el Golfo de Cádiz y la costa atlántica andaluza, con riesgo de que se diera una vuelta por Sevilla. Nos echamos a temblar…
LA parábola tiene la ventaja de que puede ser del agrado de todos. Incluyo ahí a los lectores de la Biblia y a los de la revista Nature. Para los creyentes, la parábola es una narración simbólica de la que se deduce una enseñanza moral o ejemplar. Mientras que para los laicos la parábola es “una curva abierta formada por dos líneas simétricas respecto de un eje, en que todos sus puntos están a la misma distancia del foco y de la directriz (que es la recta perpendicular al eje)”. En caso de maremoto, puede haber olas parabólicas, pero se puede sacar un simpecado por si acaso. En resumen, unas parábolas se entienden mejor que otras. La del hijo pródigo es sencilla; y la del rico con el camello pasando por el ojo de la aguja también. A los ricos en el Evangelio los condenan, y en España los sacuden a impuestos Pedro y Pablo. Ser rico no merece la pena. Y divorciarse tampoco, como van a ver a continuación.
EL turismo en Sevilla funciona bien, el puente del Pilar ha sido un éxito clamoroso, lleno total en hoteles y bares… Ayer el alcalde Espadas lo proclamó con solemnidad. Pero siempre hay un pero. Por un lado, el turismo cutrefacto de los hooligans ingleses dando por saco; y por otro, que están buscando a los chinos que perdimos. Ese dato se dio a conocer (como quieren no quiere la cosa), coincidiendo con el congreso de las líneas aéreas asiáticas de bajo coste. Entonces se supo que en los primeros nueve meses del año llegaron a Sevilla 66.681 ciudadanos de China, Japón y Corea del Sur, lo que supone un 20% menos que el año pasado.
POR decirlo con propiedad, en Cádiz no gobierna la extrema izquierda anticapitalista, ni los podemitas críticos, sino que se ha convertido en el feudo del coleguismo. Después de aquellas polémicas decimonónicas entre el socialismo utópico, el comunismo científico de Marx y los grupos anarquistas, que se prolongaron en el siglo pasado, hemos llegado a unos tiempos diferentes, donde las disputas judiciales se establecen entre la Biblia y la revista Nature, que sería como una biblia científica, con sus profetas laicos de Madrid. Pero en Cádiz, ajenos a esas sutilezas, se ha inventado el coleguismo, que aspira a seguir en el poder cuatro años más. Porque unidos podemos. O eso esperan.