ESTE temporal de lluvia y viento ha venido con muy malos modos. Decía Miguel Villanueva: “¡Anda que si llegan a poner el Carnaval con fechas fijas en el puente del 28 de febrero!”. Se hubiera lucido María Romay. Nos hubiéramos quedado sin Carnaval en la calle, pero ese no es el argumento, sino que las fechas son las suyas. Porque un año puede pasar que el puente del 28 de febrero sea magnífico, con sol espléndido, y los chiringuitos de invierno no se inunden como si fueran el Titanic, ni el Puente Canal se quede sin defensa. Las olas no respetan ni que estamos en Carnaval. Bueno, ya no estamos, pero algunos siguen todo el año, sin fechas fijas.

LA Naturaleza es sabia, por eso no la entendemos. Así las cosas, hemos leído en el Diario que los expertos en ornitología del lugar están que trinan ante un fenómeno inexplicable. Un ejemplar de zorzal rojigris siberiano ha sido avistado en Cádiz. Más concretamente, en el jardín Kotinoussa del Parque de Varela, popularmente conocido como el parque de los perros, que por allí se solazan a sus anchas en el cumplimiento de sus necesidades. ¿Qué hacía este pájaro en ese sitio? Eso es lo que no se explica nadie con criterios naturalistas, pues se supone que a estas alturas del año se debía encontrar en la India.

TERMINÓ el Carnaval de los Jartibles y avanza la Cuaresma. Ya no quedan excusas para distraer como el palco del Falla, la carpa, los disfraces o el domingo menguante de Piñata. Ya llegó el tiempo de quitarse la careta. No basta con elaborar el censo de gatos, o cambiar a Álvaro de la Fuente por Adrián Martínez de Pinillos en Cádiz 2000. Hay que gobernar, aunque sea para disimular. En otras ciudades (a falta de algo más de un año para las elecciones municipales de mayo de 2019) empieza el tiempo de inaugurar obras. Pero en Cádiz no hay nada importante que inaugurar. Y el Museo del Carnaval que no existe ya lo han enseñado. Por no tener, no tienen ni un presupuesto aprobado.

ES muy importante lo que ha ocurrido en La Línea de la Concepción. Esta vez no ha saltado a los telediarios porque entraron unos delincuentes en el hospital a llevarse a un colega herido, ni por una agresión a alguna enfermera o personal sanitario de dicho hospital, ni siquiera por un tiroteo en una redada antidroga. Por el contrario, esta vez La Línea vuelve a la fama porque han tocado 90 millones de euros del Euromillones. Y además se ha dado la feliz coincidencia de que le ha correspondido a una peña de 80 personas. Significa que desde el viernes hay 80 nuevos millonarios en La Línea y en otros municipios cercanos, incluido Gibraltar, que para eso de la pasta no son independientes.

VINIERON para un entierro y para anunciar un nuevo invento. Pero se fueron sin el entierro, porque no había muerto. El proyecto de las Aletas de Puerto Real no ha muerto, sino que nunca estuvo vivo. Ha sido un fantasma (un espíritu) con alma en pena. Crearon un consorcio, y algunos vivieron del cuento mientras duró, y han dejado una herencia de 190 millones. Como el Euromillones. Era la crónica de una muerte anunciada, que diría García Márquez, pero desde antes de nacer. Era otro proyecto imposible, como el dragado del río Guadalquivir para ampliar el puerto de Sevilla. ¿Por qué los empresarios oficiales a veces se empeñan en lo imposible? ¿Por qué las administraciones públicas entran al trapo? Son preguntas que surgen ante los proyectos que jamás se cumplirán.