SERÁ una buena oportunidad para la conversión de los ateos, que además no podrán protestar, porque no se pedirá ninguna medalla al Ayuntamiento. La celebración del 750 aniversario de la Diócesis de Cádiz empezará el 14 de septiembre, con el Año Jubilar, que ha concedido el Papa Francisco. Realmente, en Cádiz casi todos los años son santos, porque la religiosidad forma parte de su cultura y sus tradiciones, le guste o no a los ateos. De modo que todo queda desubicado en esta ciudad cuando se pierde el olor de su santidad, que mayormente huele a incienso. Si consiguen llevar adelante el programa cultural previsto, será un evento más relevante que el Tricentenario descafeinado del Traslado de la Casa de Contratación, que se desinfla según pasan los meses de 2017.

LOS indicadores del informe Urban Audit sobre la renta por hogar y el paro en los principales municipios de la provincia de Cádiz también merecen una profunda atención. Si ayer me refería a los de la capital, donde sale valorada como la menos pobre de Andalucía (o la más riquita, según se mire), en la provincia nos encontramos con unos resultados desastrosos. Cuatro de los cinco municipios españoles con más desempleo son Sanlúcar, Jerez, La Línea y Chiclana, todos con más del 35% de parados. Aunque el primero de la lista es Linares (Jaén). Otros cuatro (Cádiz, San Fernando, El Puerto y Algeciras) figuran entre los 18 con más paro.

EN el informe Urban Audit sobre renta y empleo en España, publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística, se ha visto que la situación de la ciudad de Cádiz es rarita. Casi inexplicable, excepto que se analice sin prejuicios. Resulta que Cádiz está en el puesto 10 entre los municipios de España con más paro (un 32,66%). Hasta ahí parece normal. Pero Cádiz es más rica de lo que creíamos. Cádiz es la capital andaluza con mayor nivel de renta media en los hogares. Es decir, que los gaditanos son más pudientes que los sevillanos y los malagueños. Y, además, en Cádiz hay más renta media que en Jerez, El Puerto, Chiclana, San Fernando, Algeciras, La Línea y Sanlúcar.

EL estado de la ciudad de Cádiz es sorprendente y merece un sesudo debate. Hablar cada cierto tiempo de todo, para que no se resuelva nada. Aprobar acuerdos para no cumplirlos. Convocar un pleno extraordinario, a principios de julio, en vez de organizar una buena tanda de vacaciones para irse sosegadamente a las playas; o viajar, que siempre se aprende. Ya han pasado más de dos años, lo que significa que faltan menos de dos años. Entonces será el crujir de dientes. Y ya se verá quién ríe el último o la última. Tampoco se sabe quiénes serán los candidatos y candidatas de los partidos. Ni falta que hace. Lo esconden como si fuera un tesoro.

SOSIEGO en la ciudad del vino, que no voy a pedir la cosoberanía del Circuito de Jerez, para que se denomine de Jerez y Cádiz. Con el aeropuerto tenemos suficiente reivindicación. El circuito al que me refiero es el que Cádiz podría tener y no tiene. Un recorrido completo alrededor de toda la ciudad marinera. No sólo de carriles bicis viven los hombres y las mujeres en esta tierra. Se ha puesto de moda el running, tantos años después de Mariano Haro. Y no digamos nada de los paseantes y las paseantas, que caminan por la ciudad como si practicaran rutas de senderismo bravío. Para estas personas un circuito es muy necesario.