LA luna de Parasceve ha propiciado este año que el Miércoles de Ceniza coincida con el Día de los Enamorados. Metáfora perfecta de lo que significa la Semana Santa. Pues el amor está detrás de todo lo que vemos en las calles; y a veces es callado, íntimo, oculto sólo para el disfrute o el sufrimiento de quien lo siente. Porque el amor a veces duele, no siempre es agradable. El verdadero camino del amor es el que se nos enseña en una cruz desde el Domingo de Ramos. Y hoy queda anclado, como un símbolo, en el principio de otra Cuaresma.

APUNTABA el sábado pasado que podría haber sorpresa de última hora con el presupuesto municipal de 2018. Depender de los participantes de la asamblea de Participa Sevilla era muy arriesgado. Ayer los concejales Susana Serrano, Julián Moreno y Cristina Honorato dieron a conocer el resultado de la votación de sus bases, que ha sido negativo. Cuanto peor, mejor, que dice el otro. Esta asamblea de Participa en realidad ha sido poquísimo participativa y deja en mal lugar a ese grupo. Ha sido como unas elecciones a Junta de Gobierno con una sola candidatura, que ya sabes quiénes van a salir. Y aquí sólo han votado unas 200 personas (el 15% de su censo). Tienen pocos hermanos, ni la sexta parte de la Macarena. De ellos, el 75% no quería apoyar las cuentas. En fin, que el 85% no votó. Una participación asombrosa.

PRONTO tendrá Sevilla otro auditorio: el Cartuja Center, más conocido como el Auditorio de la SGAE, que dio un buen barquinazo con este asunto, después de gastarse 78 millones de euros. Será inaugurado el 8 de marzo, tras el acuerdo alcanzado con Eulen y la empresa de espectáculos Smedia, con participación de la Cámara de Comercio. En el primer año ofrecerán 180 espectáculos, lo que supone más días abierto que cerrado al público. Según se informó, el acuerdo alcanza un periodo de 30 años, en los que la SGAE recibirá un porcentaje anual. Teniendo en cuenta la capacidad del nuevo Cartuja Center, ya se ha insinuado la posibilidad de trasladar allí el Pregón de la Semana Santa. No sería este año con José Ignacio del Rey, pero puede que no se hiciera demasiado tarde.

HOY decidirá la asamblea participativa de Podemos si le conceden luz verde al presupuesto municipal de Juan Espadas. A la vista de las circunstancias, el alcalde ha mirado hacia la izquierda y se ha comportado en plan Marx (pero del sector Groucho), y aunque tenía unos principios, después los ha cambiado por otros, y le ha aprobado varias decenas de enmiendas a los participativos podemitas para contar con sus votos. O, a unas malas, que se abstengan y lo dejen pactar tranquilamente con Javier Millán, el de Ciudadanos, que no pone tantas pegas para los acuerdos.

A Jesús Martín Cartaya, ya de mayor, le están organizando todas las exposiciones y libros que se habían ahorrado antes. El Consejo de Hermandades y Cofradías incluso le ha dedicado un premio de fotografía, que este año han ganado Fernando Salazar y Ángel Bajuelo, dos colegas suyos de diferente estilo. Pues Fernando y Ángel abrieron los caminos a una estética que han seguido otros. Mientras que Jesús Martín Cartaya ha sido más de percal que de seda, aunque en verdad lo suyo era vender trajes en Cortefiel y hacer fotoperiodismo con chaqueta y corbata, en lo que ha sido un maestro sin discípulos.