LAS chapucerías del callejero en Cádiz no han empezado ahora, sino que vienen de siglos pasados. La lista de los 40 principales que no tienen calle está encabezada por Alfonso…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
SUCEDIÓ el día después de la entrega del premio Cervantes. Aquel acto fue presidido por los Reyes, don Felipe y doña Letizia, flanqueados por Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, que no estaban acompañados por sus parejas. El premio fue recibido por Luis Mateo Díez, un gran escritor, de elaborada…
SIGO con el bestiario gaditano. En esta ciudad tan rara, la izquierda protesta por lo mal que viven los gatos y la derecha por lo bien que viven las ratas. Si hicieran un pacto por la ciudad se podría solucionar: los gatos se comerían a las ratas; y todos contentos. De toda la vida, los gatos callejeros se han alimentado por su cuenta, y así han llegado al siglo XXI, formando colonias apestosas por donde se les antojaba, lo mismo en los bloques del Campo del Sur, que en los depósitos donde no hay nada, que en la Zona Franca mismamente. Eran gatos recios, montaraces y vagabundos, no como los finolis de ahora, que necesitan camareros de gatos con autorización municipal.
LOS eminentes científicos que fijan los horarios del fútbol profesional en España han descubierto, de repente, que en Sevilla hace calor en agosto. Así han retrasado dos horas el inicio del partido Sevilla-Villarreal, que comenzará el domingo a las 22:15 horas. Tampoco se espera una ola de calor descomunal para este fin de semana, con máximas de 38 grados y mínimas de 20, según Aemet. Los horarios del fútbol son demenciales, e incumplen las normas de alertas de calor, que aconsejan no practicar deporte a más de 30 grados. Sin embargo, ni a Celis, ni antes a Sanz, ni a ningún delegado del Gobierno, se le ocurre prohibir un partido por ese motivo.
EL turismo cultural es imprescindible para Cádiz. En agosto también se nota. A la provincia acuden miles de turistas, en busca de sol y playas, también de ocio y espectáculos. Pero no basta con eso. A la ciudad de Cádiz (y a otras de la provincia con monumentos) acuden personas que están veraneando en Novo Sancti Petri, Atlanterra,Vistahermosa o Costa Ballena. Personas que buscan algo más. No sólo sol, bares y chiringuitos. Por eso, exposiciones interesantes y de nivel artístico, como la de Traslatio Sedis en la Catedral, colaboran para aumentar las visitas a la ciudad. Sin embargo, la oferta actual es flojita.
DECÍAMOS ayer que Sevilla la Verde está protestando por todo, pero una lectora de Nervión me apunta: “Pues yo diría que este es el mes de la Sevilla negra. El Diario viene lleno de sucesos”. Señora, no vamos a discutir por los colores, ni Sevilla es como el arco iris, pero los sucesos es verdad que suceden, por eso se publican. Hay cuestiones que verdaderamente pueden ser preocupantes para la buena gente que veranea en Sevilla, o que está acongojada por la duda en las playas andaluzas. Pues la buena gente no se podía imaginar que tantos ladrones iban a robar un Seat León o un BMW de la serie 3, incluso quizá algún Volkswagen o un Opel, para alunizar en un centro comercial, o en las tiendas de telefonía móvil que se encuentran por el camino, antes de concluir la ronda nocturna estrellados en un Burger King.
EN la costa de Cádiz hay playas que son especialmente peligrosas, por las corrientes y los vientos. También las hay que son tranquilas, sin apenas oleajes fuertes. Comparadas con otras zonas turísticas de España, las playas gaditanas estarían a un nivel general de peligrosidad de la mitad para abajo. Aunque no es lo mismo La Caleta que La Aceitera. En general, y salvo excepciones, hay playas más peligrosas en Galicia y toda la cornisa cantábrica. También es verdad que las playas atlánticas suelen tener más oleaje que las mediterráneas. Visto lo que existe, el caso de Trafalgar es curioso.