EN las últimas semanas se ha hablado mucho de Franco, que hace ya más de 50 años que murió. En los tiempos de Franco, los franquistas gaditanos solían decir (en…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA inteligencia artificial en la piedad popular podría ser un argumento para organizar en Sevilla otro congreso de hermandades y una procesión extraordinaria a la altura de las circunstancias. La Iglesia católica está preocupada y atenta con este asunto. El papa León XIV se ha referido en varias ocasiones y…
LA Constitución ya ha cumplido 47 años. La Constitución, hasta fechas recientes, era joven, no sólo lo parecía, pero ya ha llegado a una edad en la que debe cuidarse para prevenir antes que curar. Es decir, una edad en la que es adulta y madura, en la que aporta…

APOYARSE en los extremos siempre ha sido nefasto para las dos Españas. Este país sólo ha funcionado con moderación cuando el bipartidismo del centro derecha y el PSOE era fuerte. Cuando vemos peleas con los policías en las manifestaciones, de uno u otro extremo, malo. Estamos en un escenario bochornoso de la política, donde Pedro Sánchez quiere ofrece a los radicales independentistas una amnistía sin arrepentimiento, y donde las protestas de Vox abren huecos hacia el otro extremo ultra que se retro alimenta. Por eso, fue un buen ejemplo lo sucedido en el Ayuntamiento de Sevilla con las ordenanzas fiscales, que el equipo de gobierno del PP, con el alcalde José Luis Sanz, sacó adelante con apoyo del PSOE municipal, comandado por el ex alcalde Antonio Muñoz.
GRACIAS al pacto de Pedro Sánchez con los independentistas, se han vuelto los ojos del público hacia atrás, hacia la memoria histórica de la democracia. Para ver cómo el PSOE está desvirtuando su pasado. Podemos recordar que el PSOE llegó a la Moncloa, en 1982, con Felipe González y Alfonso Guerra, catapultados desde Andalucía, tras el referéndum del 28-F, que hundió a UCD. Y no se hubieran mantenido en el poder durante 13 años seguidos sin Cataluña, pero especialmente sin su granero de votos en Andalucía, donde se erigieron como adalides del andalucismo. Así lo atestigua que gobernaron en la Junta durante cuatro décadas.
GRACIAS al pacto de Pedro Sánchez con los independentistas, se han vuelto los ojos del público hacia atrás, hacia la memoria histórica de la democracia. Para ver cómo el PSOE está desvirtuando su pasado. Podemos recordar que el PSOE llegó a la Moncloa, en 1982, con Felipe González y Alfonso Guerra, catapultados desde Andalucía, tras el referéndum del 28-F, que hundió a UCD. Y no se hubieran mantenido en el poder durante 13 años seguidos sin Cataluña, pero especialmente sin su granero de votos en Andalucía, donde se erigieron como adalides del andalucismo. Así lo atestigua que gobernaron en la Junta durante cuatro décadas.
SÓLO algunos se han atrevido a decirlo, pero conceder la amnistía a Puigdemont y demás condenados es un agravio al Rey. En esta semana, cuando la monarquía ha adquirido protagonismo con la jura de la princesa Leonor, no se debe olvidar lo que ocurrió en Cataluña en 2017. El 3 de octubre, dos días después del referéndum ilegal (por el que fueron condenados unos y por el que otros huyeron como prófugos), el Rey se pronunció en defensa de la Constitución y el Estatuto, y contra el referéndum ilegal, en un discurso que se debe reproducir para quienes tienen mala memoria histórica. Seis años después, con la amnistía, se obligará al Rey a un trágala. A pesar de que los de Junts, ERC y los comunes de Ada Colau no le han pedido perdón por los muchos desprecios desde su discurso.
NOVIEMBRE es el mes en que se recuerda a los fieles difuntos y se vuelven los ojos misericordiosos hacia la eternidad. En Cádiz hay dos eternidades: la vida eterna (propiamente dicha) y los proyectos que venden todos los años y no hacen nunca. Antonio Sanz, al presentar los presupuestos de la Junta de Andalucía, dijo que el Gobierno andaluz se preocupa mucho por Cádiz y que la tiene muy en cuenta para las cuentas. Pero pasará otro año sin que avancen sustancialmente en los proyectos del Hospital de Puntales y la Ciudad de la Justicia. Y sin que se concrete qué va a pasar con el edificio de Valcárcel. Son tres clásicos gaditanos, que por cierto no tienen la misma utilidad.