VIENDO la clasificación de la Liga de Primera División, se observa que el líder es el Girona y que el Cádiz está en zona de descenso a Segunda. Esta clasificación hubiera parecido una inocentada a principios de temporada, ya que se suponía que ambos clubes pelearían por evitar el descenso. Sin embargo, los gerundenses, con 52 puntos, ya están salvados, y aspiran a disputar el título de Liga (con permiso del VAR del Bernabéu) y a jugar la Champions League la próxima temporada. Algunos dicen que el Girona es el filial del Manchester City y que el Cádiz es el fruto de una locura por el balón, en la que pocos entrenadores confían, pues no quieren venir ni a palos. Pero lo del Girona tiene un mérito impresionante.

PARA peatonalizar como Dios manda hacen falta peatones. Si se peatonaliza una calle o una plaza, y por allí pasan pocos seres humanos, se está adoptando una medida inútil. Es lo que ha sucedido con las obras en la plaza de España gaditana. El anterior equipo de gobierno, en los tiempos de Kichi, defendió esa remodelación como uno de sus mejores logros. Martín Vila la puso de ejemplo. Y es verdad que allí hicieron algo, no como en el pabellón Portillo o el teatro del Parque, donde no hicieron nada. Pero lo hicieron mal. Y, por consiguiente, será necesario rehacerlo. Es un ejemplo, como dijeron, sí, pero de una obra pública fallida, de un desperdicio.

HEMOS leído en la prensa (concretamente, en un informe de Joaquín Benítez publicado en el Diario) que en Navantia de Cádiz fueron reparados 39 cruceros en 2023, de los que 12 eran de grandes dimensiones. Eso demuestra la especialización del astillero gaditano, que no hace tantos años languidecía sin carga de trabajo. En diciembre, se publicó que Dragados Offshore necesita más suelo para su planta de Puerto Real. Le pidieron a Teófila Martínez, como presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, 84.803 metros cuadrados para ampliar sus instalaciones. ¡Qué envidia para Manuel Vizcaíno! ¿Cuántos estadios nuevos podría construir en ese suelo, o en los terrenos de Delphi que ha inscrito el Cádiz CF como propios?

DESPUÉS de Rafael Alberti y José María Pemán, que eran de otra generación anterior, el escritor gaditano más importante del siglo XX es Fernando Quiñones. Desde el pasado noviembre, y hasta diciembre de 2024, se conmemora un año de homenajes a Quiñones, al cumplirse los 25 años de su fallecimiento. Debería servir para ponerlo en su pedestal, que es el de un gran escritor. Quizás injustamente minimizado en su posteridad por diversas cuestiones, entre ellas que se le suele mencionar como escritor chiclanero o escritor gaditano; y, siendo verdad, se le queda corto, porque simplemente era escritor. Tampoco le beneficia su campechanía, y que en Cádiz lo conocía todo el mundo. Una cercanía que parece impropia de los genios. Pues se supone que un genio debe estar oculto en la lámpara (o donde sea) y salir poco.

FLUYE el tiempo, que marca su propio ritmo, quizás el único que realmente existe. Al terminar las fiestas navideñas, en Cádiz no se sube la cuesta de enero, ni la gente se distrae demasiado con las rebajas, sino que vuelve sus ojos hacia Onda Cádiz TV y Canal Sur, o sintoniza las emisoras de radio (eso era lo más clásico) para seguir el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas en el Gran Teatro Falla. Desde anoche se ha abierto una cuaresma profana de coplas, con un concurso que se prolonga durante un mes, más el epílogo en las calles, que es el verdadero Carnaval del calendario. Los más aficionados dicen que por fin ha empezado lo bueno. Y los más derrotistas que esto es el opio de Cádiz. Probablemente, no sea lo uno, ni lo otro. Pero afronta un año especial.