l Las Aguas adquirió la imagen de Álvarez Duarte y no hizo ningún encargo al imaginero de Carmona

EN las últimas semanas se han difundió y publicado en diversos medios de comunicación unas declaraciones de Francisco Buiza, según las cuales él sería el autor de la Virgen de Guadalupe. Así parece decirlo en unas grabaciones de cinta magnetofónica, realizadas en 1977, sin aportar ninguna prueba al respecto. A partir de difundirlas, se han deslizado dos falsas versiones. Una que Luis Álvarez Duarte le habría robado el rostro de una dolorosa a Buiza, que sería el verdadero autor. Y otra que Álvarez Duarte, que era discípulo de Buiza y estaba en su taller como aprendiz, estaba haciendo una dolorosa que Buiza le ayudó a remodelar, y que después, cuando supo que Buiza tenía casi cerrado el contrato con la Hermandad de las Aguas para tallarles una dolorosa, se dirigió a la hermandad para ofrecerle la suya en la que le había intervenido Buiza.

LA mañana sevillana del 15 de agosto pertenece a la Virgen de los Reyes. Pasan los años, cambian las generaciones, oscilan las modas y las costumbres, pero permanece fiel la devoción más entrañable, sutil y emotiva. Bastaría ese testimonio de amor, que se renueva de año en año, para considerar a Sevilla la tierra de María Santísima. El 15 de agosto, desde la madrugada, Sevilla vuelve a ser la Nazaret andaluza. Por los caminos del Aljarafe, se ha recuperado la tradición de peregrinar a la ciudad, para llegar a las primeras misas del alba en la Catedral. Los ojos somnolientos de los fieles despiertan con la luz brillante de su mirada y todos los esfuerzos quedan justificados.

l Volvió la normalidad y en la procesión del Corpus apenas se vieron mascarillas l Leve disminución de las representaciones, con la Macarena como la más numerosa

LA procesión del Corpus de 2022 volvió a las calles de Sevilla con todo su esplendor. Sirvió para proclamar que la pandemia del Covid 19 ha terminado. O eso creemos, con permiso de las nuevas variantes y de las vacunas. A diferencia de la Semana Santa, en el Corpus no vimos apenas mascarillas. Entre los integrantes de la procesión yo conté cinco, de ellas tres en la representación de la O, una en el Gran Poder y otra en la Sacramental del Sagrario. Puede que hubiera alguna más, pero sobraban dedos en las manos para contarlas. Entre las personas que vieron la procesión había algunas mascarillas, muy pocas, en su mayoría usadas por monjas, que son más prudentes. Este aspecto de normalidad ayudó a configurar un Corpus postpandémico, en el que debutaron el arzobispo, José Ángel Saiz, y el alcalde, Antonio Muñoz. Ya habían debutado en Semana Santa y en otras celebraciones.

LO apunto al principio: ha sido una gran Semana Santa. Ha sido el reencuentro con las cofradías en las calles de Sevilla, después de dos años en que lo impidió la pandemia. No entro en detalles que ya han sido analizados por otros compañeros durante la Semana Santa. Costaleros y capataces, música, flores y otros aspectos, que en general han estado a buen nivel, con algunas excepciones. Pero sí quiero entrar en tres cuestiones que han sido polémicas:

l La Madrugada es lo más frágil de la Semana Santa, y ha padecido incidentes lamentables en el siglo XXI l Esos puntos negros no han conseguido mancillar su pureza ni su gloria

EN su Pregón de la Semana Santa de 2022, Julio Cuesta Domínguez remataba la faena con unos versos en los que dijo: “Y al ver las calles mecidas/ en palios, en canastillas/ de pasión, de amor, de anhelos/ contemplen cómo a Sevilla, /Dios le ha dado la gracia/ de convertirla en su cielo”. Esa percepción de Sevilla como cielo, o como paraíso terrenal, alcanza la plasmación perfecta en las largas horas que discurren desde la tarde del Jueves Santo hasta la Madrugada, con su epílogo de la mañana del Viernes Santo. Si hubiera que elegir lo más popular de la Semana Santa, sin duda la inmensa mayoría de los sevillanos, y de los que acuden a la ciudad, optarían por la Madrugada.