Ahora se denomina piedad popular a lo que en otros tiempos se llamó religiosidad popular y catolicismo popular. Es curiosa la evolución que este asunto ha tenido a partir del Concilio Vaticano II. Las hermandades y cofradías, con su afición por lo barroco, las liturgias solemnes y las tradiciones folklóricas, entraron una dinámica de latente confrontación con los sectores que presentaban aquel Concilio como una ruptura con el pasado. Se estableció una dialéctica errónea, que tendía a considerar progresista y de futuro la tendencia hacia lo sencillo o incluso lo vulgar. Mientras que se valoraba como tridentino, caduco y condenado a perderse ese boato, que algunos tachaban como contrario al espíritu evangélico. En resumen, las hermandades y cofradías fueron vistas como asociaciones ancladas en el pasado, con poca formación religiosa y con elementos espurios que se debían evitar, en aras de una religiosidad más perfecta.

l Hace 85 años ambas cofradías salieron de Los Terceros l Las actuales imágenes de la Hiniesta, obra de Castillo Lastrucci, se estrenaron en 1938 cuando se mudaron a ese templo

EN la configuración del Domingo de Ramos, uno de los aspectos de controversia en los últimos años ha sido el recorrido de vuelta de La Hiniesta y La Cena, que formaban el llamado trenecito al salir de la Catedral. Este año irá por medio La Paz. Por encima de cuitas pasajeras, son dos cofradías que están unidas por la historia. La Cena y La Hiniesta han vivido importantes acontecimientos juntas. Hace 85 años, en 1939, ambas cofradías salieron de la iglesia de los Terceros. Es más: las imágenes actuales del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Hiniesta, recién talladas por Antonio Castillo Lastrucci, se estrenaron en los Terceros, un año antes, el Domingo de Ramos de 1938.

PREGONAR la Semana Santa de Sevilla es un reto difícil. También lo es pintar el cartel anunciador. A todos los pregoneros y a todos los pintores se les dice: “Debes ser tú mismo”. Y eso significa que un señor o una señora que jamás ha escrito un verso no deberían imitar a Antonio Rodríguez-Buzón. O que un pintor abstracto no debería presentar un Cristo como el de Velázquez. Vamos a centrarnos en el Pregón. Hoy Juan Miguel Vega asume el reto con la garantía de conocer bien lo que lleva entre manos. Ha puesto la voz y la palabra a la Semana Santa en infinidad de ocasiones.

HOY se celebra el Cabildo de Toma de Horas para aprobar los horarios e itinerarios de la Semana Santa de 2024. En realidad, el cabildo es ya sólo un rito, en el que las autoridades civiles y religiosas cumplen el formalismo de firmar la nómina y pronunciar un discurso. Avalan lo aprobado previamente por el Consejo de Hermandades, que no siempre es lo que preferiría el citado Consejo, ya que los horarios de algunos días han sido decididos por los hermanos mayores (por unanimidad o por mayoría), según los requisitos acordados. ¿Son mejorables los horarios e itinerarios de 2024? Seguro que sí, todo es mejorable. Aunque nadie tiene una varita mágica. Dependen de un tiempo y un espacio que son finitos, y que cuentan con limitaciones.

ES un fenómeno que se deberían tomar más en serio. Hace ya ocho años que el Arzobispado de Sevilla invitó a las asociaciones civiles cofradieras, popularmente conocidas como piratas, a iniciar los trámites partiendo de cero. Sin embargo, desde entonces, la situación no ha mejorado, sino que ha empeorado. Y está en el trance de ser todavía peor. Supongo que el arzobispo, don José Ángel Saiz, conoce bien este fenómeno. En su anterior destino, en la diócesis de Barcelona, han proliferado las procesiones civiles y las asociaciones piratas, no sólo de penitencia, sino también rocieras, al margen de los vínculos religiosos oficiales. En Barcelona, les echan las culpas a los curas, porque dicen que no les gustan las cofradías. Yo conozco a algunos obispos catalanes, y me consta que se vuelven encantados cuando vienen a Sevilla.