EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
CONSEGUIR el fin de los gorditos y las gorditas. Ese es el objetivo que se ha marcado la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Por fin ha llegado una señora con las ideas claras, la consejera Marina Álvarez, que ha recordado que la obesidad está muy mal, siguiendo lo que dice la Organización Mundial de la Salud, tampoco lo ha inventado ella. Y además los gorditos y las gorditas le cuestan una pasta (y un pico) a la Sanidad pública, que paga todo el mundo, incluso los esqueléticos y las esqueléticas. Así que ha comenzado la campaña por una alimentación saludable, sin porquerías ni grasas que engorden. Tiempos de amor al deporte, en los que practicará ejercicio físico todo aquel que no esté lisiado o lisiada. Dicho de otro modo: ya no gustan las curvas, que se quedarán para los puertos de montaña.
A propósito de la serie La Peste, de Alberto Rodríguez y Rafael Cobos, ha vuelto a la actualidad esta epidemia, ocurrida en 1649. No pocos historiadores la consideran el verdadero origen de la decadencia de Sevilla, bastante antes del traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz en 1717, que llegó cuando el declive ya era muy evidente. El alcalde, Juan Espadas, ha llegado a decir que la serie (que emitirá Movistar Plus, en formato de pago bajo demanda), servirá para hacer publicidad de Sevilla. Todo se limita a lo mismo. Era una Sevilla que se presta al reduccionismo fácil de los buenos y los malos, a la demagogia, pero que vivía una situación muy compleja.
CÁDIZ es una ciudad difícil, porque no es como las demás. En las otras, los vecinos se suelen unir por objetivos importantes para su futuro, tendentes a mejorar las condiciones de vida y con proyectos definidos. Por el contrario, en Cádiz las plataformas se suelen constituir (en un porcentaje curioso) para fastidiar a los señores y señoras que han creado otras plataformas. De modo que la segunda plataforma se constituye contra la primera, y la primera se rebrinca contra la segunda. Y al final no se hace nada, y la vida sigue igual, por supuesto. Pero ¿y la alegría que eso genera? ¿Y las declaraciones? ¿Y el protagonismo efímero? Así vamos.
LOS sevillanos en Madrid siempre han existido. Desde siglos antes de que Gregorio Serrano dijera que Sevilla es “una ciudad maravillosa donde hay Internet”. Bueno, también pudo decir que sería oportuno trasladar la sede social de la Dirección General de Tráfico a Sevilla. O el Ministerio del Interior completo a la antigua Comisaría de la Gavidia y sus edificios aledaños, ¡ay, pillín!, con lo que le hubiera gustado eso a Zoido en sus tiempos de alcalde. Pero los sevillanos en Madrid existen tradicionalmente, como le pasó a Diego Velázquez, aquel pintor sevillano que se fue a Madrid, mientras que Murillo se quedaba, y ahora tiene el premio del año dedicado.
LA Sierra está de moda, con la nieve y la pérdida de habitantes. Esas cosas no pasan por casualidad. Con tanto hablar del peaje de la AP-4, se diría que es el único problema de infraestructuras que tenemos en la provincia de Cádiz. No es así. Hay otros que son desastrosos para el futuro. Lo más llamativo es que nadie protesta por eso, ni se movilizan los partidos para exigir soluciones. Con ello se confirma que en el peaje y las demás infraestructuras, los partidos sólo se mueven por sus conveniencias y les importa poco una provincia cuyas necesidades ignoran. Entre las infraestructuras pendientes (y más necesarias) se encuentra la abandonada autovía de la Sierra entre Jerez y Antequera.