SER gaditano de nacimiento es lo peor que te puede pasar para tener un reconocimiento en Cádiz. Desde que fue restaurada la democracia, todavía ninguno de los que han ejercido…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
ES normal que en Sevilla se viva con pasión la pantomima bananera de la Generalitat catalana, que han disfrazado de referéndum. Después de pisotear los derechos más elementales de los españoles, empezando por la integridad territorial consagrada por la Constitución, se sienten agraviados, y mantienen el desafío con una desfachatez que supera todas las previsiones. Sin embargo, llama la atención que el guirigay independentista cuente con el entusiasmo del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo. Además de colocar la bandera estelada catalana en el Ayuntamiento de esta población sevillana, ha anunciado su presencia en Cataluña. Acude como “observador internacional”.
ENTRE los múltiples despropósitos que se generan en Cádiz, de un tiempo a esta parte, está la polémica por el Voto de la Ciudad a la Patrona. En 2015, el primer año de José María González en la Alcaldía, se negó a participar y le cedió el marrón (según lo ven ellos) al entonces concejal de Fiestas, Adrián Martínez de Pinillos, que acudió muy correctamente vestido, según el protocolo, con un aire personal, como a lo Salvochea. La intervención, en cuanto al contenido, no pasó a la posteridad, ni se recuerda especialmente. Desde entonces, atendiendo a las presiones laicas (por no decir ateas), decidieron no participar. Olvidando que no es una responsabilidad de Podemos, sino de la ciudad de Cádiz a la que él representa.
A la Carrera Nocturna del Guadalquivir podrían incluirla entre las celebraciones de San Miguel, que ya cuenta con su Velá en el Muelle de la Sal. La carrera, a la que ahora denominan simplemente La Nocturna (un nombre ideal para un bar de ambiente), se puede considerar más bien como un evento festivo. Tiene un tope fijado en 25.000 corredores, al que se aproximará la participación de esta noche. Si no regalaran camisetas, en el pack del corredor (previo pago de la inscripción a 5,50 euros), probablemente no participarían ni la mitad. Pero las camisetas son bonitas, apañadas, y dan cierto pedigrí de runners para el resto del año. Se puede decir: “Yo corrí La Nocturna”, y los indocumentados en la materia te pueden considerar como un nuevo Martín Fiz.
ALGUNOS proyectos curiosos que se plantean en esta ciudad encuentran poco eco, y se terminan perdiendo. Un ejemplo puede ser el plató acuático que ha propuesto el portavoz de Ciudadanos en Cádiz, Juan Manuel Pérez Dorao, como alternativa para crear una industria cinematográfica en la Bahía gaditana. Algunos pensarán que como Juanma va a entrar en Onda Cádiz TV próximamente, se le ha subido a la cabeza el sector audiovisual, y ahora se cree que es Enrique Cerezo, o uno de esos. Pero no es eso, no es eso. La iniciativa fue presentada en el Ayuntamiento de Cádiz en 2015 (con el resultado habitual de lo que se presenta allí) y en el Parlamento de Andalucía en 2016. Aunque no lo parezca, esto va en serio.
SE habla mucho de las relaciones con Cataluña. A ver qué dicen hoy en el Parlamento de Andalucía, a ver dónde se coloca cada partido. Ha sido curioso el planteamiento que hemos visto en el acto de apoyo al referéndum de autodeterminación, organizado por el SAT en Sevilla. Parecía que lo importante era el lugar de celebración. Hubo suspiros de alivio, una vez que se aclaró que no lo organizarían en la Universidad Pablo de Olavide, como habían solicitado, y que la convocatoria se trasladaba a la sede del SAT, en la calle Aniceto Saenz, a la vera del Pumarejo. Sin embargo, lo más llamativo no era el lugar, sino el contenido del acto.