COMIENZA un puente festivo que desemboca en el lunes 7 de octubre, la fiesta de la Virgen del Rosario, Patrona de Cádiz. Curiosamente, Cádiz debe ser de las pocas ciudades…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ARTÍCULO PUBLICADO EN EL NÚMERO ESPECIAL DEL 25 ANIVERSARIO DE ´DIARIO DE SEVILLA´(2 de octubre de 2024) FUE una utopía que se convirtió en realidad. Diario de Sevilla marcó el comienzo de la expansión del Grupo Joly por Andalucía, más allá de la provincia de Cádiz. Fue una idea visionaria,…
POR fin se han dado cuenta de que la vivienda es uno de los principales problemas que tenemos en este país. No se puede poner el foco sólo en los alquileres. ¿Y qué pasa con la propiedad? Las administraciones públicas no construyen pisos de protección oficial al ritmo de otros…
LA esclavitud en Cádiz ha sido investigada por profesores de la UCA. Sin embargo, a niveles populares, es poco conocida. Se ignora la importancia económica que alcanzó hasta el siglo XIX, cuando la ciudad vivió un nuevo periodo de esplendor, que acabó tras la ruina del Banco de Cádiz y la decadencia que llevó a la Primera República. También se suele olvidar (y se pasa de puntillas) que en la Constitución de Cádiz de 1812 no fue abolida la esclavitud. Argüelles la consideró “opuesta a los sentimientos de la nación española” y “el espíritu de su religión”. Pero no consiguieron abolirla en las Cortes de Cádiz. Hoy, en el siglo XXI, existen nuevas formas de esclavitud.
PUEDE que el cartel de la Semana Santa de 2024 marque un antes y un después. Por la repercusión y por la exageración. Lo estaba pensando, viendo el cartel del Corpus Christi, obra de Juan Valdés, realizado por encargo del Ayuntamiento, y el del Junio Eucarístico, obra de Isabel Sola, realizado por encargo del Consejo de Hermandades y Cofradías. Dos obras espléndidas, en los cánones tradicionales, pintadas por dos artistas con experiencia y de loadas aportaciones, no sólo a la cartelería, sino a la pintura sevillana, en general. Ambos, por cierto, pintaron el cartel de la Semana Santa. Juan Valdés en 1997 e Isabel Sola en 2007. Y las preguntas del millón que nos podemos plantear: ¿se han enterado en París y Londres de estos dos carteles eucarísticos? ¿Han aparecido en algún programa de telebasura?
La respuesta es no, por supuesto. Vivimos en una sociedad miope de espíritu, en la que el escándalo es el motor que mueve la actualidad, y en la que el sensacionalismo marca las noticias. Después nos extrañamos de lo que pasa en la política. ¿Y qué sociedad tenemos? El populismo está en todo. Se premia lo raro. Y nos aferramos a eso tan manido que se estudia en primero de Periodismo. La noticia es cuando un hombre le muerde a un perro, y no cuando un perro le muerde a un hombre. Según parece, lo que se ajusta a los cánones no escandaliza, pero tampoco se elogia demasiado.
Y, sin embargo, me refiero a dos carteles de gran categoría artística. Juan Valdés ha llevado la plata y la filigrana de la Custodia de Juan de Arfe al cartel del Corpus, con la Eucaristía en el centro, la cruz de fondo, y unos tonos azules celestiales y de oro bruñido. Bien pintado, bien resuelto. Con la experiencia de un pintor veterano que domina las claves de Sevilla y conecta con los sentimientos populares.
El cartel del Junio Eucarístico de Isabel Sola muestra en primer plano al Niño Jesús de la Quinta Angustia, que sale en el Corpus de la Sacramental de la Magdalena. Es un cartel plagado de detalles, como la evocación del ostensorio de la Sacramental de San Pedro, la Santa Espina, la comunión a los enfermos, los tonos que conectan la tierra con el cielo… Y con un acabado de resina que resalta y evoca la cerámica de los azulejos sacramentales. Una gran obra, repleta de símbolos, que confirma la delicadeza poética de Isabel Sola en su plena madurez.
Son muy bonitos carteles, pero no hemos tenido ningún escándalo para los programitas rosas, ni para el morapio de tabernas, ni para los que se rasgan las vestiduras y cualquier día se van a quedar con las vergüenzas al aire. Y eso también invita a pensar. ¿A dónde vamos y qué buscamos?
José Joaquín León
LA gente tiene mala memoria histórica y ya no se acuerda, pero dijeron que el futuro de Pedro Sánchez podría estar al frente de la OTAN. No lo quiera Dios, pues nos llevaría de cabeza a la Tercera Guerra Mundial. Después de hacer todo lo posible porque Israel y Argentina nos declaren la guerra, en el campeonato para ver quién es más chulo, ahora le ha tocado a Giorgia Meloni. Entre los enemigos de la Patria sanchista, podemos incluir ya a Italia. Ha acusado a Feijóo de estar dispuesto a pactar con Meloni, que forma parte de la temible ultraderecha. Resultó que el primero que lo dijo no fue Feijóo, sino Ursula von der Leyen, que lo sugirió en el debate de candidatos europeos, retransmitido por Eurovisión, en el que no había ningún español, como es lógico y normal.
ARGENTINA existía desde antes de que Milei llegara al poder. Incluso desde antes de Perón y Evita. Argentina y Cádiz siempre han tenido relaciones. Sobre todo en la cultura. Y no sólo por Falla y Alberti, y porque Borges elogió a Quiñones. Hoy me voy a referir a lo que escribió el argentino Roberto Arlt en 1935, en plena Segunda República, tras una visita a Cádiz, que publicó en su colección de Aguafuertes españolas. Roberto Arlt, fallecido a los 42 años, fue un escritor vanguardista, más elogiado y encumbrado después de muerto. Hoy está considerado uno de los padres de la narrativa argentina contemporánea, junto a Borges, Bioy Casares, Cortázar y otros grandes escritores.
ANTONIO Maíllo ha sido muy elogiado tras su elección como nuevo líder de IU. Es de los pocos políticos que caen bien, a la izquierda y a una parte de la derecha. Quizá por motivos personales, por su forma de ser, diferente al mindundismo populista que se puso de moda desde que Pablo Iglesias montó el sarao de los indignados, después domesticado cuando llegaron a los cielos de la Moncloa. Pero se debe decir que Maíllo no es Superman. Ni siquiera es como Julio Anguita clonado. Tampoco Izquierda Unida es lo que era. Ahora Izquierda Unida forma parte de Sumar, junto a otras formaciones, como Más Madrid, los Comunes de Ada Colau y algunas sectas ecomarxistas. Para colmo, rivalizan con lo que todavía queda de Podemos. Y estamos en vísperas de unas elecciones europeas, en las que Sumar se encamina hacia el fracaso, según las encuestas. Así que tanta alegría por Maíllo debe relativizarse.