AL edificio de la Casa de Iberoamérica en Cádiz todavía se le conoce como la Cárcel. Lo mismo pasa con la plaza de toros, los cuarteles y otros edificios que…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
A la gastronomía sevillana la tienen discriminada en las guías, así se encomienden a Dios o al diablo. En la Guía Michelín, Sevilla y su provincia se quedaron entre las peores de Andalucía. Y lo más chocante es que la Guía Repsol ha inventado este año unos soletes de Navidad…
UNO de los motivos por los que Pedro Sánchez consiguió la presidencia del Gobierno fue el miedo a Vox. La posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo necesitara un pacto con Vox para gobernar, según auguraban las encuestas, impulsó el voto del miedo, con una movilización del electorado socialista. Y quizás…

LA gente inteligente, cuando ha visto la infografía del nuevo Pabellón Portillo, publicada en el Diario, ha pensado: otra inocentada en el mes de julio. Y van… Pero, en estas mismas fechas, ha salido publicada otra mejor, de tamaño nacional, que decía: “Pedro Sánchez presentará los presupuestos de 2026 y los negociará con Puigdemont”. Vamos a lo nuestro, que la del Pabellón Portillo es importante. Y aunque parezca inocentada, y aunque digan que estará terminado en 2028, y aunque el alcalde, Bruno García, afirme que ya tiene los 19,2 millones de euros que costará construirlo, esta vez parece que van en serio. Felicito al alcalde porque ha cambiado la tendencia: se empiezan a ver obras. Y no es como en los ocho años de la izquierda gaditana desunida con Kichi, que sólo se dedicó a cambiar los nombres de lo que ya está construido. Pero, bueno, así se divierten.
SALVAR a la Esperanza debía ser el objetivo del cabildo de la Macarena. Parece que puede conseguirse. Quedó claro, por desgracia, que a la Esperanza la deformaron en los últimos trabajos realizados. Y que su estado es más grave de lo que se suponía. Otros objetivos colaterales, buscados por algunos, no los consiguieron, como forzar la dimisión de José Antonio Fernández Cabrero, al que sólo le quedan cuatro meses como hermano mayor, y que ya ha explicado lo que había que explicar y ha tomado medidas. Tarde quizás, pero mejor que dejar una herencia envenenada.
LA playa de Los Caños de Meca ya no es lo que era. Me refiero a la playa que siempre fue rocosa, que se llama oficialmente La Laja (nombre que nadie le dice) y que es conocida como la playa de El Pirata (nombre con fines comerciales), y que tiene una historia mítica en el veraneo de las costas. Playa perteneciente al término municipal de Barbate, que cuenta con muchas, quizás demasiadas, y parece que se preocupan más por lo que pasa en otras. Los Caños de Meca siempre ha sido un núcleo o poblado con problemas. Todos los años tiene problemas. Y se llega a la conclusión de que ni a Costas ni al Ayuntamiento barbateño les preocupa demasiado esa playa. Se perderá, antes o después, como el barco del arroz.
NO se puede acabar julio sin que escriba un artículo del Cine Cervantes. En este Diario, casi todos los articulistas, menos yo, han escrito un artículo sobre el Cine Cervantes, lo que demuestra que es importante para Sevilla, ya que es el único teatro del siglo XIX que sigue en pie. Y está claramente en riesgo de desaparición, como tantos otros cines y teatros sevillanos que se fueron al garete, entre la general indiferencia. Ahí quedó la liquidación de la librería Verbo en la calle Sierpes, donde estuvo el antiguo Teatro Imperial. Y siempre se recordará el derribo del Teatro San Fernando, en la calle Tetuán. Pero no me voy a dispersar con los cines y los teatros que perdimos, que fueron casi todos.
LA solución pasa por Junts, ya que el problema se creó con Junts. Fue Junts per Catalunya, el partido de Puigdemont, el ama de llaves para que Pedro Sánchez consiguiera la mayoría el 23 de julio de 2023. Y es Junts el ama de llave para que se quede en minoría en el Congreso de los Diputados. Y pierda no sólo votaciones, sino el Gobierno. Junts está ante el espejo, pero con muchas dudas. Ya no confían en el sanchismo. Se han dado cuenta de que con su apoyo a Pedro Sánchez sólo obtienen la muerte a pellizcos. Pero temen a las urnas, porque las encuestas le auguran un desastre. Y son pocos los que defienden la única medida que les puede salvar, que es jubilar a Puigdemont y apostar por un catalanismo nacionalista, como defendió Jordi Pujol en sus primeros tiempos.