EN la ciudad de Cádiz cada año hay más perros y menos niños. Eso se refleja en las estadísticas del INE, en las meadas callejeras y en el cierre de…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LAS obras públicas sevillanas forman parte de la historia interminable, puede que el Apocalipsis llegue antes. Agosto era el gran mes de las obras públicas sevillanas. En agosto, aprovechando las vacaciones y la desbandada a las playas, se ponía la ciudad patas arriba, con levantamientos de calles, tuberías nuevas, cambios…
QUIZÁS hemos cambiado de régimen y no nos hemos enterado. Al parecer, hemos pasado de una democracia parlamentaria a una autocracia presidencialista. O será que Pedro Sánchez, en su madurez, cada vez se parece más a Maduro. El objetivo es el mismo: gobernar, sí o sí, con mayoría o sin…
ERA el domingo del Corpus Christi, cuando Dios sale a los barrios de Sevilla. El arzobispo, José Ángel Saiz Meneses, anunció la aprobación de una cofradía de penitencia: la Hermandad de Bondad y Esperanza, con sede en la parroquia de Jesús Obrero, del Polígono Sur, que hasta ahora era una agrupación parroquial. Esa misma noche, casualmente, dos personas murieron y otras resultaron gravemente heridas después de un tiroteo en la rotonda que lleva a la parroquia de Jesús Obrero. Se podría hacer populismo, diciendo que así son nuestros barrios pobres. Y que eso también podría haber ocurrido en Torreblanca o en Palmete, donde hay cofradías de vísperas bien arraigadas; o en Los Pajaritos, donde está la hermandad de la Candelaria, que es sacramental y de gloria, y a donde fue el Señor del Gran Poder. También la Esperanza de Triana irá al Polígono Sur en el otoño de 2025.
UNA vez más se ha visto que Santiago Abascal es el mejor aliado de Pedro Sánchez. Cuando el PSOE más lo necesita, el líder de Vox aparece en su ayuda. Esta vez ha sido apoteósico. El día después de hacerse Pedro Sánchez la foto con Zelenski, y decir que le iban a dar armas por valor de mil millones a Ucrania, la ultraizquierda de Sumar y Podemos estaba indignada. “Este Gobierno no puede hacer eso”, decía Yolanda Díaz, omitiendo que ella es la vicepresidenta. Y entonces salió Abascal, y se fue a Israel a hacerse la foto con Netanyahu, el personaje más odiado por los españoles.
LA fiesta del Corpus Christi fue la principal de Cádiz en siglos pasados. Tuvo especial auge en algunos momentos del siglo XIX y también en diversas etapas del siglo XX. La ignorancia habitual sobre las cuestiones religiosas y las celebraciones populares ha extendido la falsa suposición de que el Corpus gaditano es un invento de los tiempos franquistas. Basta con leer algunas guías del siglo XIX, como la de Rosetty, para entender que es una fiesta católica que también guarda relación con el esplendor de Cádiz. Además, si Fermín Salvochea propuso que se vendiera la Custodia era porque esa gran pieza de orfebrería resultaba muy valiosa. Debemos mirar la historia cuando se pretende recuperar el esplendor de esta fiesta.
DESDE hace unos años se ha extendido el tópico de que la celebración del Corpus Christi está en decadencia. Los sevillanos pasean la noche del miércoles por el centro y el jueves se van a la playa. Puede que esto ocurra con un sector de personas, que coincide básicamente con el público superfluo de la Semana Santa. Es decir, los que no profundizan en la celebración religiosa y se contentan con lo externo. Sin embargo, es falso que en Sevilla no se conmemore el Corpus como lo que es desde siglos pretéritos: la Fiesta Grande de la ciudad. Y también es falso que las hermandades no dediquen a la Eucaristía la alta importancia que se merece.
LA esclavitud en Cádiz ha sido investigada por profesores de la UCA. Sin embargo, a niveles populares, es poco conocida. Se ignora la importancia económica que alcanzó hasta el siglo XIX, cuando la ciudad vivió un nuevo periodo de esplendor, que acabó tras la ruina del Banco de Cádiz y la decadencia que llevó a la Primera República. También se suele olvidar (y se pasa de puntillas) que en la Constitución de Cádiz de 1812 no fue abolida la esclavitud. Argüelles la consideró “opuesta a los sentimientos de la nación española” y “el espíritu de su religión”. Pero no consiguieron abolirla en las Cortes de Cádiz. Hoy, en el siglo XXI, existen nuevas formas de esclavitud.