AL edificio de la Casa de Iberoamérica en Cádiz todavía se le conoce como la Cárcel. Lo mismo pasa con la plaza de toros, los cuarteles y otros edificios que…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
A la gastronomía sevillana la tienen discriminada en las guías, así se encomienden a Dios o al diablo. En la Guía Michelín, Sevilla y su provincia se quedaron entre las peores de Andalucía. Y lo más chocante es que la Guía Repsol ha inventado este año unos soletes de Navidad…
UNO de los motivos por los que Pedro Sánchez consiguió la presidencia del Gobierno fue el miedo a Vox. La posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo necesitara un pacto con Vox para gobernar, según auguraban las encuestas, impulsó el voto del miedo, con una movilización del electorado socialista. Y quizás…

PASA el tiempo y el segundo puente sobre la Bahía de Cádiz ha cumplido sus primeros 10 años. Ya forma parte del paisaje, se ha convertido en imprescindible. Cuesta trabajo siquiera imaginar a Cádiz, el Río San Pedro y Puerto Real, así como el entorno de la Bahía, si no existiera ese segundo puente. También cuesta trabajo imaginar la gran cantidad de necedades que algunos dijeron en su momento y que servirían para retratarlos como profetas ante la historia. Una de ellas fue que el puente sólo se utilizaría para salir de Cádiz, pero no para entrar. También tuvo su polemiquilla para el nombre, que Magdalena Álvarez, cuando era ministra, quiso sintetizar en La Pepa.
SORPRENDE la proliferación de incendios en el auditorio Rocío Jurado, sito en la isla de la Cartuja. Entre el legado que le quedó a Sevilla, tras la Expo 92, en la mencionada isla, además del parque tecnológico y esas maravillas de la ciencia, la innovación y la tecnología, está el auditorio que le fue dedicado a Rocío Jurado. Hay otros edificios de valía. Empezando por el antiguo monasterio que le dio nombre. Durante la Expo 92, ese auditorio fue unos de los mejores recintos al aire libre. Fue inaugurado en 1991 con un recital de Rocío Jurado y se utilizó para espectáculos, como Azabache, que han quedado en el recuerdo.
SE puede considerar que la Gades romana está teniendo un notable éxito de público. Y no es sólo porque en Cádiz siempre que se mueve algo acude gente a verlo. Además, parece que se han currado mejor a los romanos que a los fenicios del año pasado. Ambas celebraciones (y las que están por venir en los dos próximos años, gracias a la iniciativa del alcalde Bruno) nos confirma que esta es una ciudad que recuerda bien su pasado, en cuatro etapas fundamentales: Gadir de los fenicios, Gades de los romanos, y la Cádiz americana y la Cádiz constitucional. Por el contrario, los moros pasaron sin pena ni gloria por la ciudad, a diferencia de Sevilla, Córdoba o Granada, donde dejaron patrimonio de la humanidad. Por eso, no se les ha dedicado nada, ya que esta ciudad empezó a mejorar cuando la reconquistó Alfonso X el Sabio. Aunque ese rey no tiene ninguna calle dedicada, ni siquiera una estatua como las de Moret o Castelar.
UN cofrade veterano del sector de los eméritos me comentaba: “Con las procesiones extraordinarias no va a terminar el arzobispo Saiz, dando un baculazo, como piden algunos, sino el alcalde Sanz, con las obras del Tranvibús. Y lo peor no es eso, sino que vamos a ver lo que pasa en la Semana Santa de 2026”. Y es que las obras del Tranvibús van a dar mucho que hablar y escribir. No sólo porque el lunes 29 comienza a circular de Sevilla Este a Santa Justa, sino por lo que vendrá después. El tramo de Santa Justa a la plaza del Duque. Este Tranvibús debería llegar desde la zona de Torreblanca y Sevilla Este hasta la puerta de El Corte Inglés del Duque en alrededor de tres cuartos de hora.
FUE retirado de la circulación el astuto negociador Santos Cerdán y tomó su relevo el presidente emérito José Luis Rodríguez Zapatero. Ser presidente emérito resulta difícil, pues te puedes quedar impertérrito como un jarrón chino, o volverte lenguaraz para demostrar que sigues siendo muy listo, o incordiar al líder de tu partido como si fueras de los otros, o enchufarte como mediador. Zapatero ha elegido la última posibilidad. Y va trajinando por aquí y por allí, lo mismo por Venezuela con su amigo Maduro, que por las tierras de Suiza y Bélgica con el amnistiado Puigdemont.