HA visitado la ciudad de Cádiz la afamada artista doña Jennifer López, de familia puertorriqueña, aunque nacida en el Bronx de Nueva York, que participó en un colorido espectáculo en…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEVILLA Este también existe, y no es lo mismo este que el otro. El otro pudiera ser Montequinto, que es otro lugar a donde se fue a vivir mucha gente. Los más rancios replican que Montequinto no es de Sevilla, sino de Dos Hermanas, aunque en la frontera. Pero entre…
AL organizar su XXI Congreso Nacional, el PP se presenta como alternativa de Gobierno. Se supone que Pedro Sánchez, en el plazo de un año (o menos), no tendrá más opción que dimitir o convocar elecciones. Para gobernar en España, el PP necesita reforzar el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo.…
TODAVÍA se está hablando del Gran Apagón del lunes pasado. Y hay cuestiones que no se han aclarado y que dejaron perplejas a muchas personas en la provincia de Cádiz. Por ejemplo, las diferencias a la hora de recibir la electricidad, con varias horas de tardanza según los municipios. Incluso en la Bahía de Cádiz resultó extraño el horario tan anómalo. ¿Respondió a criterios técnicos y estratégicos, o se debió al azar, o incluso a la calidad de las infraestructuras? Lo cierto es que, entre Jerez y Puerto Real, las que salieron mejor paradas, y San Fernando, la peor parada, hubo más de 10 horas de diferencia, lo que resulta raro.
Y se busca que el culpable del apagón no sea el Gobierno, ni mucho menos su presidente. Pedro Sánchez primero negó que el apagón hubiera sido causado por un ciberataque, pero después dijo que no descarta ninguna posibilidad, incluida esa. Al principio, lo del ciberataque le debió sonar a vulnerabilidad de España. Pero después le han debido explicar que, si no era por el ciberataque, habrá sido por un fallo en la gestión del sistema eléctrico español. Y que, si es por el uso excesivo de la energía fotovoltaica, y porque es menos fiable que la nuclear para garantizar el suministro, entonces la responsabilidad sería de las políticas energéticas del Gobierno. Y quedaría como culpable político del apagón.
VELAD, porque no sabéis ni el día ni la hora. Velad nos suena a vela. Todo está escrito en las sagradas escrituras. El Apocalipsis también. Algunos decían: “Esto debe ser el fin del mundo”. No hace falta que venga un Papa negro, Francisco era jesuita. Estaban las tertulias llenas de vaticanistas, pero de inmediato se reconvirtieron en electricistas. Como dijo un tertuliano, “yo no soy vaticanista, ni entiendo de electricidad”. La gente opina de todo, sin saber de nada. Y no se escucha, esto último lo advirtió el Papa Francisco. Hay que escuchar. Sí, pero no dijo que para escuchar hace falta que alguien diga algo. Y un transistor con pilas, como los de nuestros abuelos para escuchar el parte de Radio Nacional.
VELAD, porque no sabéis ni el día ni la hora. Velad nos suena a vela. Todo está escrito en las sagradas escrituras. El Apocalipsis también. Algunos decían: “Esto debe ser el fin del mundo”. No hace falta que venga un Papa negro, Francisco era jesuita. Estaban las tertulias llenas de vaticanistas, pero de inmediato se reconvirtieron en electricistas. Como dijo un tertuliano, “yo no soy vaticanista, ni entiendo de electricidad”. La gente opina de todo, sin saber de nada. Y no se escucha, esto último lo advirtió el Papa Francisco. Hay que escuchar. Sí, pero no dijo que para escuchar hace falta que alguien diga algo. Y un transistor con pilas, como los de nuestros abuelos para escuchar el parte de Radio Nacional.
DESPUÉS del funeral del Papa Francisco, despedido por los principales líderes del mundo, en los próximos días se hablará mucho del sucesor. ¿Y quién será? A esa pregunta intentan responder esos que ahora se denominan vaticanistas. Pero no les hagan caso. Sólo el Espíritu Santo sabrá quién será el próximo Papa. La mayoría de los nombres que suenan son para quemarlos. Cumplen la vieja teoría de que “quien entra como papa sale como cardenal”. De los tres últimos, la elección del polaco Wojtyla fue una sorpresa morrocotuda. La del alemán Ratzinger fue más previsible. Pero cuando renunció llegó otra sorpresa con el argentino Bergoglio. Así que los vaticanistas son como aprendices de Nostradamus.