PARA ser fraile piden tres votos: obediencia, castidad y pobreza. Para ser alcalde o concejal no piden todavía esos tres votos, pero en la práctica es como si los exigieran.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
EN la polémica interna del PSOE por las consecuencias de una amnistía a Puigdemont, se ha demostrado la falta de liderazgo del socialismo andaluz. Del PSOE-A actual, quiero decir, pues parece que el PSOE de Andalucía aún es el de Felipe González, Alfonso Guerra, José Rodríguez de la Borbolla o…
OTRA vez los del PP han caído en una trampa de Pedro Sánchez, por culpa de la caverna madrileña. El debate político estaba centrado en la amnistía y la autodeterminación. Y entraron al trapo de las lenguas cooficiales. Es cierto que todos los diputados entienden el castellano o español, y…
SI un extraterrestre visitara este país, pensaría que el partido llamado PSOE ganó las elecciones del 23-J con mayoría absoluta, y que tiene garantizados cuatro años de sueldos en el Gobierno. El extraterrestre, viendo a la ministra María Jesús Montero y al ministro Miquel Iceta bailando y dando botes, no entendería que esa alegría era ficticia. Es cierto que el sanchismo ha salvado los muebles de Ferraz y el querido líder se ha venido arriba cuando peor lo tenía. Pero la realidad es como es, aunque la cuenten al revés. La realidad es que España, después del 23-J, es un país ingobernable. Porque no es lo mismo formar un Gobierno que gobernar.
Al PP y al PSOE, con visión partidista, lo que les interesaría, es decir a lo Unamuno: “¡Que gobiernen ellos!”. Quien gobierne este invento se va a quemar para las siguientes elecciones, que no tardarán demasiado. Y eso parece que nadie lo tiene en cuenta, porque la ambición ciega a los codiciosos. Tampoco se valora que los separatistas de Cataluña han recibido en el 23-J menos votos que nunca en el siglo XXI, y sólo cuentan con 14 escaños (entre ERC, Junts y la CUP han perdido 9), aunque estarán en mejores condiciones de chantajear, si hay un cantamañanas que resucita a Puigdemont, cuando ya era un cadáver político abandonado en Waterloo.
Este resultado es mortal para quien gobierne. Un Gobierno del PSOE con Sumar (antes Unidas Podemos) sólo llegaría a 152 escaños. A 24 escaños de la mayoría absoluta. Incluso apoyado por Frankenstein resucitado, tendría garantizada la pérdida de muchas votaciones en el Congreso. Y perderían todas en el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta.
Feijóo se debe presentar a la investidura por dignidad, porque el candidato siempre fue el más votado. Y para retratar al PSOE y a Vox. Pudiera darse el caso de que le falten sólo 4 votos para ser investido presidente. Sería una forma honrosa de perder. Por el otro lado, puede ocurrir que Pedro Sánchez consiga los votos suficientes para formar Gobierno. Pero, en el día a día del Congreso, va a tener garantizada una oposición que le ganará en cuanto se le descuelgue un grupo o hagan rabonas 5 diputados. Ya que, entre el PP, Vox y Ciudadanos tenían 151 escaños, pero ahora entre el PP, Vox y UPN suman 171. En esas condiciones no se puede gobernar decentemente.
Que gobiernen los otros es ideal para el PP o el PSOE. Pero lo mejor para España es que convoquen otras elecciones.
José Joaquín León
EN los últimos meses, Manolo Rodríguez sabía lo que le esperaba. Su última estación de penitencia la cumplió el pasado Sábado Santo. Asistió a su última procesión eucarística de impedidos por las calles de San Lorenzo el domingo 21 de mayo. Su último acto de confraternidad en la Hermandad de la Soledad lo vivió el viernes 30 de junio. Manolo estuvo sentado en una silla de la casa de hermandad y todos sabíamos que el tiempo se nos escapaba. Era el dolor de una despedida temida, que se ha consumado un mes después. Otro viernes, el 28 de julio, Manolo Rodríguez está en San Lorenzo a los pies de la Soledad. Su hermandad, su Virgen, a la que nunca abandonó. Para mí es muy difícil escribir este artículo. Manolo Rodríguez era mucho más que un amigo y un hermano soleano. Era uno de los cofrades de los que más he aprendido. Era un modelo a seguir, una referencia, un ejemplo. A veces, sin necesidad de hablar, con una mirada, ya sabíamos lo que estábamos pensando.
LAS elecciones del 23-J en la provincia ofrecieron datos de interés. Entre ellos, que el PP consiguió 4 escaños y el PSOE se quedó con 3. Con ese resultado, se confirma que en estos momentos los populares son el primer partido de la provincia, ya que gobiernan en los tres principales ayuntamientos, en la Diputación, y ganaron en el Congreso y en el Senado. Pero hay una curiosidad llamativa: el PSOE ganó en Cádiz capital, donde gobierna con mayoría el PP con Bruno García. Y el PP ganó en Chiclana, donde gobierna el PSOE con José María Román, que volvió a ser reelegido. En menos de dos meses, opuestos resultados.
EN los mapas electorales del 23 J, Sevilla fue la única provincia de Andalucía que apareció en rojo. La candidatura que encabezaba la ministra María Jesús Montero fue la única que consiguió el triunfo para el PSOE en Andalucía. Eso ha sido valorado como un gran resultado y como la consolidación del liderazgo de Juan Espadas en el PSOE de Andalucía. Bueno, no tanto. Depende de las comparaciones. Podemos comparar la carita risueña de Juan con los botes de María Jesús al lado de Pedro. Si lo comparamos con lo ocurrido en las elecciones andaluzas de 2022, sería un resultado mejor. Pero se debe tener en cuenta que aquel fue un fracaso estrepitoso. Antaño, con Felipe y Zapatero, se decía que Andalucía (y aún más Sevilla) era el granero de votos del PSOE. Algo así como lo del 23-J en Cataluña con el PSC. Y ya no lo es.
HEMOS leído en la prensa que los resultados del 23-J han sido una gran sorpresa. ¿Qué ha pasado? La diferencia entre las municipales y autonómicas del 28 de mayo y las generales del 23 de julio se explica por los nefastos pactos del PP con Vox en algunas autonomías. No era difícil de intuir. Yo lo escribí en este Diario el domingo 9 de julio: “La clave de las elecciones generales estará en los pactos del PP con Vox. Es decir, la influencia de las negociaciones surrealistas en varias regiones a la hora de determinar el voto de los indecisos”. Y añadía que, según lo que pasara con Vox, “el PSOE puede recuperar las ilusiones de una victoria, o resignarse a un improbable milagro de última hora con las cuentas de Frankenstein”.