UNA vez que se ha consumado la permanencia del Cádiz CF en Primera, es procedente publicar una laudatio o elogio de Manuel Vizcaíno. Se ha elogiado por los resultados al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SIEMPRE que publican los datos del Instituto Nacional de Estadística, nuestros políticos y políticas quedan en evidencia. Otra vez aparece el mismo titular: “Sevilla tiene los barrios más pobres de España”. En los datos oficiales de después de la pandemia, vuelve a ocurrir. El Polígono Sur y Los Pajaritos son…
EL error no fue el concepto, sino que se embarulló. Bendodo no supo explicar lo que Feijóo transmitió muy bien a los empresarios catalanes en Barcelona. España es una nación y un Estado, pero Cataluña, el País Vasco, Galicia o Andalucía tienen singularidades e identidades propias. Hasta en el testamento…
EXISTE una historia de Sevilla, pero también una historia de los sevillanos. Parece lo mismo y no lo es. La historia de las personas es más difícil de contar, porque con frecuencia no le damos la repercusión merecida. Por eso, es importante que estos días sean noticia Paco Correal y Jesús Martín Cartaya. Paquiño, con sus crónicas, y Jesús, con sus fotos, pasarán a la historia de Sevilla por haber sabido reflejar la vida y las obras de miles de sevillanos, no sólo de las personalidades y famosos, también de seres anónimos que protagonizan el día a día. Sin ellos, gran parte de lo ocurrido durante los últimos años se hubiera olvidado.
DESDE hace 40 años, o puede que más, se viene hablando en Cádiz de recuperar las fiestas del Corpus Christi. Los ignorantes de la memoria histórica creen que esta fiesta alcanzó su esplendor en los tiempos de Franco, porque obligaban a los soldados a cubrir las calles de la carrera (que era más corta, pues la procesión pasaba por Cobos y Cristóbal Colón para salir a Nueva), además de que organizaban una corrida de toros por la tarde. Pero la solemnidad del Corpus en Cádiz brillaba antes, en los años del esplendor de la ciudad. Se pueden consultar los antiguos periódicos y las viejas guías para saber que el Corpus de Cádiz era solemnísimo, desde antes de que hubiera nacido el tatarabuelo de Franco y cuando los Carranza vivían en Galicia. Y si ha decaído en los últimos años, no es sólo por criterios políticos, sino por la apatía lamentable que hay en Cádiz.
EN las últimas semanas se está viendo un curioso fenómeno parlamentario. Hemos pasado del bloque de Frankenstein a la mayoría sin mayorías. Consiste en que el Gobierno de Pedro Sánchez gana las votaciones para llevar adelante sus proyectos, pero unas veces se apoya en Frankenstein y otras en los que despotrican contra Frankenstein. Sus socios de Gobierno de Unidas Podemos ya casi nunca le apoyan. Disienten en público y en privado. Intentan colar una ampliación del aborto a las menores por cuenta propia, mientras distraen con las reglas dolorosas. O votan contra el nuevo gaseoducto para llevar gas desde España a Francia, demostrando una vez más que son rusófilos y putinófilos (aunque lo disimulen), con tal de fastidiar a la OTAN, a la que se quieren incorporar a Finlandia y Suecia.
LA Caleta ha perdido su bandera azul para la temporada de verano 2022. En otras circunstancias (con un alcalde o alcaldesa que no presumiera de caletero) hubiera sido un bastinazo. Se hablaría del ecologismo, el Medio Ambiente y el ambiente completo que se respira en tan pintoresca y famosa playa. Se hablaría del daño atroz para la imagen turística de la marca Cádiz. Se hablaría de que la derecha tiene la culpa, porque el capitalismo no se preocupa por la pureza ecológica y el cambio climático. Pero de nada de eso se habla, ni se hablará. La bandera se ha perdido y nadie sabe cómo ha sido. La bandera se perdió como el barco del arroz. Lo único bueno de esta pérdida es que la bandera se puede recuperar para el año que viene. ¿Con otro alcalde para izarla? Ya se verá.
CUANDO termina la Feria pasa igual que cuando llega la Resurrección. Resucitan las polémicas, es la hora del balance. En la Feria se suele insistir en la conveniencia (o no) de trasladarla a otro sitio y cambiar las fechas. La cambiaron porque había muchos partidarios de organizarla de sábado a sábado. Ahora, cuando la han cambiado, a la gente le ha dado por decir que es mejor celebrarla como antes, de lunes a domingo, en vez de ponerla de sábado a sábado. Si el Ayuntamiento tuviera la tentación de rectificar para que sea de lunes a domingo (a pesar de que Antonio Muñoz no es partidario), la gente diría que era mejor de sábado a sábado. Se quiere lo que no se tiene, dicen los psicólogos, porque la felicidad es efímera, llega y pasa. Pero el mayor peligro de la Feria estuvo en los políticos.