PARA los que tienen mala memoria histórica, vamos a recordar que la parcela gaditana situada en el lugar denominado Campo de las Balas estaba destinada a uso hotelero. Incluso después de que la Red de Paradores del Estado renunciara a la ampliación del hotel Atlántico, que era lo previsto. También se puede recordar que Bruno García fue responsable del turismo en tiempos de la alcaldesa Teófila Martínez. Por consiguiente, es lógico y natural que al llegar a la Alcaldía recupere el proyecto del Campo de las Balas como terreno hotelero. Y que esté dispuesto a venderlo para que allí se construya. Es una zona de privilegio para ese fin, junto al hotel Atlántico, la playa de la Caleta y el castillo de Santa Catalina.

LOS Reyes de España vinieron el miércoles a Cádiz para presidir la entrega de las 32 medallas de las Bellas Artes. Fue un evento cultural que recordó los fastos del 2012. Fue una pena que los Reyes de España, en vez de venir a Cádiz para entregar las medallas de las Bellas Artes, no hubieran viajado para inaugurar la ampliación del Museo de Cádiz, donde por cierto tenía su sede la Academia de Bellas Artes. Estas obras del Museo están pendientes desde el siglo pasado. La culpa no es de los Reyes. Cuando se planteó este asunto, don Felipe era príncipe de Asturias y doña Letizia todavía presentaba el telediario de TVE. Desde entonces, hemos tenido dos reyes, cinco presidentes del Gobierno de España y cuatro de la Junta de Andalucía. Y así sigue el Museo, que es una pena para las Bellas Artes de Cádiz.

SEAMOS serios, por favor, que ya no estamos en Carnaval. Es cierto que el tiempo de la Pascua florida también debe ser alegre. Pero que no nos cuenten monsergas. En la provincia de Cádiz no puede haber restricciones el próximo verano, excepto que la política del agua sea desastrosa. En cuyo caso, el problema es humano, no divino. Venimos de una Semana Santa en la que Grazalema ha batido el récord de España de lluvias, con cerca de 500 litros por metro cuadrado. Venimos de una Semana Santa en la que el pantano de Los Hurones se llenó y ha comenzado a desembalsar agua hacia el de Guadalcacín. Venimos de una Semana Santa en la que el río Guadalete parecía el Danubio, por no decir el Ebro, que es el río que más agua desperdicia en España. Venimos de una Semana Santa en la que el Señor Despojado salió el Domingo de Ramos y volvió el Domingo de Resurrección. Venimos del diluvio, pero sin Noé.

HOY es Viernes Santo y la cofradía de la Expiración saldrá de la iglesia del Carmen, si el tiempo no lo impide. En Cádiz todo está en movimiento. El Carmen era un convento y una parroquia, ya no es ni lo uno ni lo otro; pero, gracias a Dios y a los carmelitas descalzos de San Fernando, sigue siendo una iglesia, que este año ha acogido a dos cofradías de penitencia. Una, la del Prendimiento, sale habitualmente de allí. Y otra, la de Expiración, se mudó porque está cerrada por las obras la parroquia del Santo Ángel, conocida como la Castrense. Es su sede actual. Aunque Expiración fue fundada para dar culto a un Cristo de la escuela genovesa que se encontraba en la parroquia de San Lorenzo. Procedía de la antigua iglesia de los Descalzos, que estuvo en la Plaza, en el lugar del edificio de Correos, hasta 1868. Entonces el Crucificado fue trasladado a San Lorenzo.

TRES torres y seis cofradías hay en mi barrio de Santa María. Esto lo podría decir un pregonero y colaría. Porque el barrio tiene las torres de la Merced, Santo Domingo y Santa María. Y tiene ya seis cofradías de penitencia, de ellas tres en la Merced (Sentencia, Siete Palabras y Nazareno de la Obediencia), dos en Santo Domingo (las Cigarreras y la Santa Cena) y una en Santa María (la del Nazareno), Además, en ese barrio reciben culto la Virgen del Rosario, patrona de Cádiz, y el Nazareno, regidor perpetuo de la ciudad. Tiene méritos para que lo consideremos el barrio más cofrade y más santificado de Cádiz. En competencia con el Pópulo, que mantiene en la parroquia de Santa Cruz, la Catedral vieja, a cinco cofradías (Sanidad, Medinaceli, Perdón, Santo Entierro y Aguas), convirtiéndose así en el templo con más pasos de Cádiz.