DESPUÉS de las inundaciones no nos podemos quedar sólo con el politiqueo barato de andar por casa. Ni tampoco conformarnos con una lluvia de millones para la reconstrucción de todo lo destruido. Por supuesto que hay que tomar decisiones, e invertir para paliar cuanto antes mejor las pérdidas. Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón tienen una alta responsabilidad, incluso personal, porque no estuvieron a la altura de las circunstancias. Esta catástrofe les obliga a adoptar medidas de fondo para que en el futuro no ocurra algo de similar gravedad. Y eso obliga a diagnosticar y a corregir.

LAS fuertes lluvias de estos días, que tan graves daños y tantas víctimas han causado, han acabado con las fiestas de Halloween; y llegamos al día de Todos los Santos con luto y tristezas. Primero es lo primero, y no está la gente para cachondeitos. En este 1 de noviembre, nos acordamos del maremoto de 1755 y de la Virgen de la Palma. Y nos parece que lo ocurrido en Valencia es como un maremoto devastador. El Gobierno ha decretado tres días de luto oficial. En San Fernando y Puerto Real, que han sufrido inundaciones, han suspendido sus fiestas de Halloween. Y se puede preguntar: ¿por qué los ayuntamientos de San Fernando y Puerto Real gastan dinero público en Halloween?

LA gente malange está diciendo: hay que ver lo que han formado porque en 2025 no sale la comparsa de Antonio Martínez Ares. ¿Es para tanta pena? Respuesta: Sí. Suena a fin de ciclo, suena al fin de una época; o, por mejor decir, es que no suena a nada. Recuerden que ya se habían retirado Antonio Martín y Joaquín Quiñones. Desde el siglo pasado y principios del presente, lo natural del Carnaval de Cádiz era que salieran las comparsas de Antonio Martín, Antonio Martínez Ares y Joaquín Quiñones. Es verdad que Martín y Martínez Ares dejaron años de ausencias, que eso también tiene su gracia y le aporta categoría al concurso. Cuando volvían, era como el regreso del hijo pródigo y se hacía una fiesta en su honor.

TODOS los que conocíamos a Antonio Téllez sabemos que ha sido la fiel representación de eso que se ha dado en llamar la bonhomía. La palabra resulta un poco cursi, pero es acertada, porque se refiere a un buen hombre, a la buena gente. Siempre estuvo dispuesto a ayudar, sin presumir de nada, y fue eficiente para lo necesario. Así era Antonio Téllez, un gaditano cabal. Ahora que Fernando Santiago ha publicado un libro de artículos sobre el Cádiz profundo y los gaditas (palabra que no le gusta), se puede decir que Antonio Téllez era un representante del Cádiz más profundo, el que está dispuesto a servir a su ciudad, a través de las tradiciones, por colaborar, y sin servirse de ellas.

CINCO días después de recibir el VIII Premio Federico Joly en Cádiz, Sara Baras triunfó por todo lo alto en Barcelona. Participó en un espectáculo al aire libre, en el Paseo de Gracia barcelonés, junto al tenor Josep Carreras que sirvió como cierre de la Copa América y para conmemorar el bicentenario de este espacio urbano, que es el más distinguido de la capital catalana y el lugar de reunión para las compras de lujo. Para entendernos, allí están todas las tiendas que se fueron de la calle Columela, pero también todas las que están en los córners de El Corte Inglés de la Bahía y algunas más de origen parisino. Tiendas para ricos, que dirían algunos.