EN las vacaciones de Navidad, al igual que en verano, suele haber noticias relacionadas con los trenes Alvia de Renfe, en la línea de Madrid a Cádiz. Casi siempre originadas por esporádicos retrasos. Es una consecuencia subordinada del problema mayor: no existe un AVE entre Madrid y Cádiz, ni está previsto. Lo más curioso del caso es que las fuerzas vivas gaditanas y los partidos políticos se han resignado. Ya nadie lo pide. En los tiempos del Gobierno de Rajoy, su ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, viajó a Huelva para ofertar el AVE hasta la capital onubense. Ahora ni Rajoy ni De la Serna se dedican a la política. El actual ministro de Fomento, el socialista y sanchista de confianza José Luis Ábalos, está más ocupado en inaugurar el AVE a Granada. Por supuesto, del AVE de Cádiz no dice nada.

DE ilusión también se vive. La palabra ilusión es la que más se pronuncia en el día de hoy. Los Reyes Magos llegan a Cádiz y al resto de España. Aunque proceden de la tradición cristiana, en otros países incluso europeos confían los regalos a Papá Noel. Por el contrario, en toda España, incluida Cataluña, hay cabalgatas de los Reyes Magos, una costumbre de las pocas que nos unen en todo el Estado. Vamos a dejarlo ahí, porque cuando piensan es peor, y sacan a magos que son magas, o los visten como en el Carnaval de Canarias. En Cádiz, afortunadamente, todavía tenemos a tres Reyes Magos como Dios manda; y al final van a Santo Domingo, donde está la Patrona con el Niño, y Pascual Saturio esperando.

ES otro clásico del mes de enero, como los Reyes Magos, las rebajas, la cuesta, la Pestiñada, la Ostionada, la Erizada y todo eso. Aparecen los datos del padrón de habitantes y siempre sale que Cádiz está perdiendo habitantes. Cádiz es como un coche que pierde aceite y en el taller no le encuentran la solución, y siempre hay un mecánico que dice “bueno, ya no va a perder más”, pero al cabo de unos meses ya lo verás. Le podríamos echar las culpas al alcalde, José María González, igual que antes (los que ahora se callan) salían diciendo que la culpa era de Teófila, porque con ella perdíamos habitantes todos los años y no hacía nada por retener a los jóvenes, y los pisos estaban por las nubes, y no se construía nada para la juventud, y Cádiz está triste y medio muerto... Lo mismo que ahora, pero ya no lo dicen, porque el muchacho es de Podemos y tiene bula.

SE ha escrito mucho sobre Cádiz y sus circunstancias. A mi modo de verlo, con bastante acierto. Esta es una de las ciudades españolas que cuenta con mejor bibliografía sobre su historia, sus tradiciones, sus fiestas, sus costumbres, su gastronomía y casi todo lo suyo. No obstante, hoy voy a recomendar dos libros escritos por gaditanos que son escritores de amplias miras, pero no forman parte de los culturetas del oficio, por lo que se tiende a no darles el lugar que merecen. Es decir, que están más reconocidos en ambientes ajenos a los zejudos. Con excepciones, que también las hay. Me refiero a Jesús Maeso de la Torre y Luis García Gil.

EMPIEZA un año nuevo y debemos ser optimistas. ¡Feliz 2019! Para Cádiz va a ser estupendo, un año como Dios manda. Una vez que pasen los  Reyes Magos, una vez que los derrotistas critiquéis la cabalgata del 5 de enero, diciendo que había pocas y chungas carrozas, empezará lo mejor de lo mejor. Este año vamos a tener un mes de enero con su cuesta y sus rebajas, con su frío y sus findes en Grazalema a ver si nieva o no. Un mes de enero como ya no se recuerda, porque el concurso del COAC en el Gran Teatro Falla empezará el sábado 26. Es decir, que tienen casi todo el mes para ensayar. Y los que todavía no habéis pedido la Medalla de Andalucía para Antonio Martín que os apuntéis, que ya falta menos para que se la concedan.