EN este país están reactivando todos los fantasmas de la Guerra Civil de 1936. Vuelven los agitadores del Estado Catalán, con Quim Torra que se cree el heredero de Companys, mientras pasean a la momia de Franco en helicóptero con dirección al cementerio de El Pardo. Parece que a todos les interesa cargarse el legado de la democracia española, que asumió la reconciliación de los dos bandos de la Guerra Civil para superar el pasado. Otro mal ejemplo lo ha dado Vox, al pedir en Dos Hermanas que le retiren una avenida a Santiago Carrillo, por sus actuaciones en las checas. Una calle que le dedicarían a Amancio Ortega, el fundador de Zara. Pintoresco, pero cierto.

LA designación del Señor de la Salud, de la Hermandad de los Gitanos, para presidir el Vía Crucis de las hermandades de Sevilla, ha sorprendido a medias. La imagen ya fue nombrada en 2009, pero entonces no pudo salir por la lluvia. La sorpresa a medias viene porque se abre la puerta para que repitan imágenes cuando llueva. Una vez establecido el precedente, habrá presiones en tal sentido. Sin embargo, no es sorprendente del todo porque el presidente del Consejo, Francisco Vélez, ya había comentado que le parece injusto excluir a imágenes que en realidad no salieron. El Señor de los Gitanos, como el Cristo Yacente del Santo Entierro, no fue a la Catedral.

LA muerte de Livia Caro Rodríguez ha sido un duro golpe para todas las personas que la conocían, y para los amigos de su padre, el poeta y académico Joaquín Caro Romero, y su madre, Inmaculada Rodríguez. En casi todos los almanaques con citas lapidarias, se suele incluir la de “Dios escribe derecho con renglones torcidos”, que en su origen era de Santa Teresa de Jesús, pero que después, de tanto repetirse, ha pasado a ser como de autor anónimo. En las homilías de los funerales se suele decir para procurar consuelo. A muchas personas les da igual cómo escriba Dios, sino que prefieren aferrarse a las que han sido las devociones de la familia Caro Romero: el Amor, la Esperanza… y el sufrir por los demás que enseñó Santa Ángela de la Cruz.

LAS obras de la calle Baños son espectaculares. ¡Quién la ha visto y quién la ve! Antes de las restricciones, esta era la vía de entrada al parking de El Corte Inglés, que había convertido la plaza de la Gavidia en el pórtico de este gran aparcamiento subterráneo. Pero no era sólo eso. También la principal vía de entrada desde la calle Torneo (que forma parte de la ronda de la Sevilla histórica) hasta el centro más céntrico y hasta los barrios de San Vicente y San Lorenzo. Se ha pasado de un extremo al otro. Las obras son necesarias, de vez en cuando. Ahora ya no se ven coches (aunque yo he visto algunos junto a las vallas, que no sé cómo pudieron llegar), sino que se aprecia un paisaje de campo de batalla. Como de un tsunami catalán sin barricadas.

LA gente es así, incluidos los políticos que hablan de la gente. Superado el momento heavy de la novelería, están confundiendo el Lagoh con el mercadillo del Charco de la Pava. Parece que la elogiada inversión del grupo Lar, ese centro comercial que fue considerado el más grande de España (ahora dicen que es el segundo de Andalucía, tras el Nevada de Granada), es equivalente a una venta ambulante por la cara que han montado en Palmas Altas, a la vera de la Ciudad de la Justicia y las tres mil viviendas que construirán en el nuevo barrio de Isla Natura. Ahora se han dado cuenta de que aquello va camino del caos. Y yo pregunto: ¿son tontos o qué? ¿Quién concedió la licencia de apertura? Algunos tienen amnesia histórica. Se acuerdan de lo que pasó hace 80 años y se olvidan de lo que dijeron ellos mismos hace 80 días.