PARECÍA como una tormenta de primavera en un vaso de agua. Las fechas de la Feria del año 2019 ya estaban dando que hablar demasiado. En el Ayuntamiento no han optado por otra consulta participativa telemática, ya está bien, sino por solucionarlo al modo jerárquico: esto es lo que hay. La Feria empieza y termina en mayo, del 4 al 11, con sus dos semanas pascuales por medio. Si no empieza en abril, la culpa no la tienen Juan Espadas ni Juan Carlos Cabrera, sino el calendario litúrgico, que llega tardío, con un Miércoles de Ceniza el 6 de marzo, con un Domingo de Ramos el 14 de abril. Pero, tras el trabajito que les ha costado implantar la Feria larga y el miércoles festivo, y con el éxito autoproclamado y con el récord del Metro, no la van a aligerar así por las buenas.

HAY una decidida apuesta en Sevilla por la culturización. Todavía nadie ha hablado de la culturafobia, señal de que no existe. El Corte Inglés, en su sede de la plaza del Duque, ha inaugurado el colosal mural de la Inmaculada realizado por 17.400 autores, que tiene 364 metros cuadrados y que se debería homologar en El libro Guinness de los récords. Pues en ninguna otra ciudad  han alcanzado ese récord murillesco apabullante. Se ha destacado que es como un homenaje de El Corte Inglés (que cumple 50 años de su implantación en Sevilla) a la ciudad, por el Cuarto Centenario de Murillo.Es un pelotazo, por resumir.

POCOS casos han tenido tanto apoyo y eco popular como el de los bomberos sevillanos juzgados en Grecia. No se entendía que Manuel Blanco, Julio Latorre y Enrique Rodríguez fueran acusados de introducir ilegalmente emigrantes, por su labor en la isla de Lesbos. Por ello, la sentencia exculpatoria ha sido acogida con júbilo. La pesadilla de ir a la cárcel ha terminado para ellos. Al tiempo se ha comprobado que ese apoyo unánime (y puede que la presión diplomática ejercida con discreción) ha llevado a una solución satisfactoria.

FALTA poco más de un año para las elecciones municipales, y bien que se nota. En los próximos meses, la batalla no se librará sólo a escala global, sino también barrio a barrio, calle a calle, plaza a plaza, casa a casa, rata a rata, árbol a árbol, bache a bache… La macropolítica deja paso a la micropolítica. Los concejales abandonan los salones de la Plaza Nueva para acudir a las periferias y el barro. El PP presentó ayer la campaña de Beltrán Pérez, titulada Sevilla por encima de todo. Un eslogan que gusta a todos. Ya han empezado a pelearse con Ciudadanos hasta por el eslogan.

Beltrán Pérez apuesta por “el diálogo de barrio”. En el PP saben que eso le dio un buen resultado a Juan Ignacio Zoido en 2011. Le dio 20 concejales, con los que puso el listón muy alto. Puede que demasiado, ¿verdad? Sin aspirar a tanto, Beltrán Pérez (que estuvo cuando aquello) confía en que los barrios sean su tabla de salvación ocho años después.

CON tantas polémicas sobre el turismo, parece que en Sevilla sólo está funcionando la compraventa de pisos para especular con los alquileres turísticos. No es así. O, al menos, no es exactamente así. También se ha detectado en los últimos meses un claro aumento de la compraventa de pisos para vivir. Es lo que se deduce de las tasaciones del mercado inmobiliario que publicó Tinsa, ya que en el casco antiguo (zona turística por definición) los precios subieron un 2,8%, mientras en otras zonas residenciales, como Los Remedios, los precios han crecido un 8,8%, y en sectores como los distritos del Sur, San Pablo y Santa Justa se han encarecido más del 11%.