LA izquierda municipal de Sevilla se ha acomodado en la insignificancia. Cuentan con tres ediles de Participa Sevilla y dos de IU, que apoyaron a Juan Espadas para conseguir la Alcaldía. Pero, tras un debut folklórico tirando a circense de los participativos, después han cometido errores de estrategia que los han convertido en un cero a la izquierda. Tampoco IU ha consolidado una personalidad propia, más allá de algunas reivindicaciones y apoyos puntuales a Espadas. Ciudadanos, con tres concejales, ha sido más influyente que la suma de los cinco de Participa e IU. Parece que su futuro no le interesa a nadie, pero podrían ser decisivos, según los resultados.

EL PP llevará al Pleno de hoy el “colapso” del taxi en la Feria. Los 2.000 taxistas de Sevilla son como los 100.000 hijos de San Luis: forman parte del mito, pero nadie los ha visto juntos. Ni en Semana Santa, ni en Feria, ni en un congreso maravilloso de 6.000 participantes se ha visto a 2.000 taxistas. No acuden todos ni a las manifestaciones, concentraciones, huelgas o actos que organizan en las vísperas de las fiestas señalaítas. Por eso, Juan Carlos Cabrera, como delegado de Movilidad que también es, debe reconocer que hay un problema. Y realmente sólo tiene una solución, que es la de manual: adaptar la oferta a la demanda. Por el contrario, aquí se intenta adecuar la demanda a la oferta.

HAY esperanzas. Esos edificios abandonados de Sevilla no siempre están condenados al olvido. Los hombres y mujeres de poca fe habrán entendido que más vale tarde que nunca. La Fábrica de Artillería era uno de esos edificios imposibles, como la Gavidia, su vecino San Hermenegildo, o las Atarazanas. En la Fábrica de Artillería llegaron a plantear proyectos de los más variopintos. No sólo un hotel, esa idea tan poco original. Incluso la Ciudad de la Justicia plantearon allí, en un calentón de ocurrencias. Finalmente, esto que comenzó en tiempos del alcalde Monteseirín, y que siguió dale que te pego con el alcalde Zoido, ha culminado con el alcalde Espadas. En 2016 dijo que lo abriría como un nuevo espacio cultural. Y en 2018 lo ha cumplido.  Increíble, pero cierto.

HAY que prestar atención a lo que ha ocurrido en Palma de Mallorca. Puede marcar un cambio de tendencia. El Ayuntamiento va a prohibir el alquiler de pisos con fines turísticos en edificios familiares. Sólo se permitirá el alquiler en los edificios de apartamentos turísticos regulados. Aunque establecen la excepción de los arrendamientos con fines vacacionales en viviendas unifamiliares. Según ha explicado el alcalde Palma, Antoni Noguera, en esa ciudad estiman que existen unos 11.000 pisos en plataformas de alquiler con fines turísticos, aunque oficialmente sólo están inscritos 645. Otras estimaciones añaden que el 95% de los pisos alquilados a turistas corresponden a ofertas irregulares.

DICEN que el mes loco es febrero, pero abril nos ha salido con locuras mil. Han ocurrido varios fenómenos extraños en Sevilla, sin contar la final de la Copa del Rey. Hemos tenido un tornado (o cosa parecida), y una tormenta eléctrica que atacaba a los semáforos y los volvía majaretas. Hemos tenido lluvia de barro del desierto, y chaparrones antifarolillos de Feria, y vendavales para cerrar los parques. A algunos de esos fenómenos les ponen nombres, desde que vinieron Emma y Hugo, pero tienen cuidado de no llamarlos Mariano o Susana. Todas estas rarezas, en otros tiempos, se hubieran interpretado como malos augurios del destino. ¡Ojú!