EN Sevilla gusta mucho una conmemoración, que algunos consideran como un atractivo para que vengan más turistas todavía. El Año Murillo está funcionando razonablemente bien, pero todo se acaba en la vida. Es cierto que está previsto conmemorar el V Centenario de la Vuelta al Mundo, que empezó en Sevilla, al mando de Fernando de Magallanes, el 10 de agosto de 1519 y terminó en Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 cuando llegó la nao Victoria capitaneada por Juan Sebastián de Elcano. Siendo una conmemoración importante e interesante, que se está gestando, hay otra que no podemos olvidar: el gran año de Juan de Mesa.

POR supuesto que Sevilla siempre ha sido más partidaria de Velázquez y de Murillo que de El Greco. Sin embargo, a la hora de buscar votos, por encima de todo, como dice el PP (y también Ciudadanos), el alcalde Juan Espadas confía mucho en el éxito de las obras de El Greco. Incluso más que en el Año de Murillo. Atención a estas obras, que comenzaron esta semana, y que el propio alcalde ha calificado como “una de las más emblemáticas de mi mandato”. La oposición cree que más bien debió decir “una de las pocas de mi mandato”. Sin embargo, es lo que hay. Tienen una duración estimada en 10 meses, lo que significa que serán inauguradas precisamente en marzo de 2019, en plena Cuaresma, dos meses antes de las elecciones municipales.

PARECÍA como una tormenta de primavera en un vaso de agua. Las fechas de la Feria del año 2019 ya estaban dando que hablar demasiado. En el Ayuntamiento no han optado por otra consulta participativa telemática, ya está bien, sino por solucionarlo al modo jerárquico: esto es lo que hay. La Feria empieza y termina en mayo, del 4 al 11, con sus dos semanas pascuales por medio. Si no empieza en abril, la culpa no la tienen Juan Espadas ni Juan Carlos Cabrera, sino el calendario litúrgico, que llega tardío, con un Miércoles de Ceniza el 6 de marzo, con un Domingo de Ramos el 14 de abril. Pero, tras el trabajito que les ha costado implantar la Feria larga y el miércoles festivo, y con el éxito autoproclamado y con el récord del Metro, no la van a aligerar así por las buenas.

HAY una decidida apuesta en Sevilla por la culturización. Todavía nadie ha hablado de la culturafobia, señal de que no existe. El Corte Inglés, en su sede de la plaza del Duque, ha inaugurado el colosal mural de la Inmaculada realizado por 17.400 autores, que tiene 364 metros cuadrados y que se debería homologar en El libro Guinness de los récords. Pues en ninguna otra ciudad  han alcanzado ese récord murillesco apabullante. Se ha destacado que es como un homenaje de El Corte Inglés (que cumple 50 años de su implantación en Sevilla) a la ciudad, por el Cuarto Centenario de Murillo.Es un pelotazo, por resumir.

POCOS casos han tenido tanto apoyo y eco popular como el de los bomberos sevillanos juzgados en Grecia. No se entendía que Manuel Blanco, Julio Latorre y Enrique Rodríguez fueran acusados de introducir ilegalmente emigrantes, por su labor en la isla de Lesbos. Por ello, la sentencia exculpatoria ha sido acogida con júbilo. La pesadilla de ir a la cárcel ha terminado para ellos. Al tiempo se ha comprobado que ese apoyo unánime (y puede que la presión diplomática ejercida con discreción) ha llevado a una solución satisfactoria.